La crisis fronteriza aumenta con los migrantes varados y casos de violencia

| 11 noviembre, 2021

La Vanguardia.- Alemania acusa a Bielorrusia de “tráfico de personas” atraídas con falsas promesas

La crisis humanitaria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, con miles de migrantes de Oriente Medio que intentan cruzar, aumenta y corre el riesgo de enquistarse y de derivar hacia episodios de violencia, como se desprende de los sucesos registrados ayer y de las declaraciones cruzadas de gobernantes.

El Gobierno polaco de Mateusz Morawiecki despachó más militares de refuerzo a su confín oriental –había 12.000 y ahora hay 15.000–, tras la entrada irregular en territorio de Polonia de al menos dos grupos de migrantes entre la tarde del martes y la jornada del miércoles. Algunos fueron interceptados y devueltos a territorio bielorruso, otros quedaron retenidos y otros consiguieron huir.

Según medios polacos, los dos grupos lograron derribar alambradas cerca de los municipios de Krynki y Bialowieza. También anoche se registraron escenas de tensión y violencia cuando los migrantes intentaban cruzar vallas y eran repelidos por la tropa polaca. Algunos hombres que lograron entrar y quedaron retenidos en centros polacos aseguraron haber sido golpeados por militares bielorrusos, según informan las agencias internacionales en territorio polaco. En Berlín, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, dijo que lo que está haciendo Minsk “es, por supuesto, tráfico de personas, que ocurre al cien por cien a expensas de personas que son atraídas al país con promesas falsas”

En esta peligrosa situación, la canciller alemana en funciones, Angela Merkel, habló ayer por teléfono con el presidente ruso, Vladímir Putin, en la que le pidió que intervenga ante su aliado Lukashenko. Según la oficina de la Cancillería, Merkel le recalcó a Putin que “la instrumentalización de los migrantes contra la Unión Europea por parte del régimen bielorruso es inhumana y completamente inaceptable”, y le pidió que “ejerza su influencia sobre el régimen de Minsk”.

El presidente ruso básicamente se quitó de en medio. Según el comunicado del Kremlin, en la conversación Putin “propuso establecer una discusión sobre los problemas que han surgido con contactos directos de los representantes de los estados miembros de la UE con Minsk”.

En la práctica, Rusia está acusando a la UE de responsabilidad directa en esta crisis. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo en rueda de prensa conjunta con su homólogo bielorruso, Vladímir Makei, que espera que los europeos sean responsables y “no se dejen arrastrar a una espiral que es bastante peligrosa”, informa Reuters desde Moscú.

El actual pico de la crisis migratoria y geopolítica, iniciado el lunes, dejó anoche de nuevo varados a miles de migrantes –incluidas familias con niños– en el lado bielorruso del confín, soportando temperaturas gélidas. La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a los países que resuelvan esta “intolerable” crisis. “No se debe obligar a esos centenares de hombres, mujeres y niños a pasar otra noche en un clima gélido sin refugio, comida, agua y atención médica adecuados”, dijo Bachelet.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que al menos once personas han muerto en las fronteras entre Bielorrusia, Polonia y Lituania en lo que va de año.

Mientras, el portavoz del Gobierno polaco, Piotr Müller, confirmó que Polonia se plantea el cierre fronterizo total y la invocación del artículo 4 del Tratado de la Alianza Atlántica para reunir a la organización. Rusia reaccionó entonces con la tesis de que el cierre de la frontera que propone Varsovia empeoraría la crisis migratoria. “Tales decisiones únicamente pueden complicar la situación; y no son otra cosa que intentos de estrangular a Bielorrusia”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, informa Efe desde Moscú.

Con la crisis en la frontera en máxima tensión, Rusia envió ayer dos bombarderos a vigilar el espacio aéreo bielorruso, informa Gonzalo Aragonés desde Moscú. Es un gesto más de apoyo de Putin a su aliado Lukashenko, quien un día antes insinuó que Varsovia busca un choque armado. Según una nota del Ministerio de Defensa ruso, dos aviones Túpolev Tu-22M3 patrullaron el espacio aéreo del país vecino, y volvieron luego a su base en Rusia.

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