EFE. LA VANGUARDIA.- La Iglesia y los conservadores radicales de Georgia han amenazado con boicotear los próximos días 8 y 10 la proyección de «And Then We Danced», filme del realizador sueco-georgiano Levan Akin que aborda la relación gay entre dos bailarines en una sociedad homófoba.
«Este filme habla sobre el amor de una pareja gay, algo que contradice totalmente a lo que predica el cristianismo», declaró a la Televisión Social de Georgia el portavoz oficial de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, Andria Dzhagmaidze.
Según el religioso, la promoción de «las aberraciones» es inaceptable, «nuestra iglesia se opone a ello tradicionalmente».
«Esta película es un nuevo intento de socavar los valores georgianos y cristianos», acotó.
La cinta describe las dificultades de las relaciones homosexuales en Georgia, país de férrea moral ortodoxa, en el que la ONG Movimiento Igualitario documentó el año pasado 20 delitos de odio contra el colectivo LGBT, principalmente contra gais y mujeres trans.
Además, según un estudio del Pew Reaserch Center, basado en Washington, Georgia es el segundo país europeo después de Armenia -sin contar Turquía- donde más condena suscita el matrimonio gay: el 94 % de los adultos jóvenes lo rechazan de manera categórica.
El estreno georgiano de la película, premiada ya en EE.UU. y España, está prevista el próximo 8 de noviembre en un céntrico cine de Tiflis y se proyectará durante tres días en una sala llena, puesto que ya se agotaron las entradas.
El líder de la organización ultraderechista «Sociedad de protección de los derechos de los menores», Guram Plavandishvili, anunció que junto a sus partidarios «impedirá el paso de los espectadores al cine y bloquearán todos los accesos».
«La mafia mundial de los partidarios de Sodoma y Gomorra quiere que Georgia caiga en sus redes, pero no lo vamos a permitir», advirtió.
Las tensiones en torno al tema gay en Georgia alcanzaron su clímax hace seis años, cuando popes del Patriarcado georgiano, pertrechados con palos y apoyados por sus feligreses disolvieron el 17 de mayo de 2013 a un grupo de personas que se disponían a celebrar en Tlifis el Día Internacional contra la Homofobia.
Tras esos incidentes, la Iglesia georgiana decretó el 17 de mayo Día de la Sacralidad de la Familia.
El cineasta Levan Akin comentó tras la salida del filme que fueron justamente las represiones de 2013 las que le inspiraron.
«And Then We Danced», una coproducción de la compañía georgiana Takes Film y la sueca French Quarter Film, participó en el festival de Cannes, representará a Georgia en los Oscar y ha sido adquirida por 40 países para su proyección, según comentó la productora de la película Keti Danelia.
«Esperamos que guste al público en Georgia. Respecto a las protestas, todos tienen ese derecho, pero en el marco de la ley. Todo debe ser seguro. Yo espero que así se celebre el estreno, en el marco de la ley. El cine no tiene religión. Quien quiera verlo lo verá», aseveró.
La cinta fue galardonada en 15 festivales, entre los que destacan el Festival Internacional de Chicago y la 64ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
La Iglesia y los conservadores radicales de Georgia han amenazado con boicotear los próximos días 8 y 10 la proyección de «And Then We Danced», filme del realizador sueco-georgiano Levan Akin que aborda la relación gay entre dos bailarines en una sociedad homófoba.
«Este filme habla sobre el amor de una pareja gay, algo que contradice totalmente a lo que predica el cristianismo», declaró a la Televisión Social de Georgia el portavoz oficial de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, Andria Dzhagmaidze.
Según el religioso, la promoción de «las aberraciones» es inaceptable, «nuestra iglesia se opone a ello tradicionalmente».