HRW acusa ACNUR de compartir datos de refugiados rohinyás sin consentimiento

| 15 junio, 2021

DW.- Naciones Unidas recabó y compartió indebidamente datos de más de 800.000 refugiados rohinyás a Bangladesh, que los transmitió a Birmania, país del que huyeron. Human Rights Watch (HRW) pide una investigación.

En los últimos tres años, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) recolectó los datos de rohinyás que habían huido a campos de refugiados, para que las autoridades bangladesíes pudieran expedirles documentos de identidad, indispensables para tener acceso a la ayuda humanitaria.

Pero los refugiados no sabían que las autoridades transmitirían sus datos al Gobierno de Birmania (Myanmar), del que habían huido tras una ofensiva militar, para acordar una posible repatriación, afirma HRW.

ACNUR rechaza las acusaciones

Un portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, aseguró a la agencia francesa de noticias AFP que la agencia de la ONU «tiene en marcha unos procedimientos muy claros para garantizar la seguridad de los datos» que recaban cuando registran a los refugiados en todo el mundo.

Sin embargo, la ONG alemana sostiene que los refugiados rohinyás probablemente no sabían que las fotos de identidad, las huellas digitales y los datos biográficos podían ser compartidos con Birmania. Los procedimientos de ACNUR «han expuesto a los refugiados a unos riesgos adicionales», señaló Lama Fakih, directora de crisis y conflictos en HRW. Fakih entrevistó a 24 refugiados y habló con otros especialistas.

No obstante, la agencia de la ONU afirma que pidió permiso para compartir los datos y que explicó claramente que, en cualquier caso, los refugiados obtendrían la tarjeta para acceder a las ayudas, aceptaran compartir sus datos o no.

«Durante los registros, realizados conjuntamente por ACNUR y el Gobierno de Bangladesh, se informa a cada familia sobre el propósito del registro conjunto, que está destinado principalmente a brindar protección, documentación y asistencia a los refugiados rohinyás», negó por su parte la portavoz de ACNUR en Cox’s Bazar, Louise Donovan, a la agencia española de noticias Efe.

«Se pide a todos que den su consentimiento para que sus datos se compartan con los socios en el terreno», afirmó Donovan, antes de agregar que este ejercicio «se utiliza para conocer la antigua residencia de los refugiados en Birmania y el derecho a regresar».

«Pequeño tamaño de la muestra no permite generalizar»

Pero según HRW, 23 de los 24 refugiados entrevistados negaron que se les hubiera informado correctamente, aunque la organización reconoce que «el pequeño tamaño de la muestra no permite generalizar».

Entre 2018 y 2021, ACNUR registró los datos de cientos de miles de refugiados rohinyás residentes en los campamentos de Cox’s Bazar, en el sur de Bangladesh. El Gobierno de este país, por su parte, usó estos datos para repartir ayudas y organizar servicios esenciales. Pero, además, envió a Birmania al menos 830.000 nombres, para las evaluaciones de elegibilidad de repatriación.

Birmania, en tanto, utilizó los datos para aprobar provisionalmente el retorno de 42.000 rohinyás al país, pese a no reconocerlos como ciudadanos, ofreciéndoles un estatus administrativo. Ambos países han intentado hasta en dos ocasiones repatriar a los miembros de esta minoría principalmente musulmana, pero los refugiados se han negado a regresar hasta que Birmania les garantice su ciudadanía y seguridad en el país.

Refugiados en riesgo

ACNUR subrayó que este regreso solo se haría de forma voluntaria y que Bangladesh no había forzado a ningún refugiado a volver a Birmania. Pero, para HRW, los refugiados continúan estando en riesgo, pues las autoridades birmanas tienen ahora una lista que indica que viven en Bangladesh.

Adicionalmente, el golpe militar del pasado 1 de febrero en Birmania arrojó nuevas dudas sobre la posibilidad de que los rohinyás puedan volver pronto a sus hogares.

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