Actualmente unos 150.000 empleos en Francia no están cubiertos por falta de candidatos, según el Servicio de Desempleo francés. El modelo a seguir sería el de Canadá o Australia
BEATRIZ JUEZ. EL MUNDO.- Francia establecerá anualmente cuotas de inmigrantes económicos en función de las necesidades de su mercado laboral, según confirmó el martes la ministra francesa de Empleo, Muriel Pénicaud, en una entrevista conjunta con la cadena de televisión BMFTV y la radio RMC.
El objetivo de esta medida sería cubrir «profesiones, regiones o necesidades de mano de obra» que ahora no están suficientemente cubiertas. Actualmente algunos sectores o profesiones en Francia tienen dificultades para encontrar personal cualificado francés o procedente de otros países de la Unión Europea para esos puestos, pero tampoco pueden reclutar a empleados de terceros países, por lo que algunos puestos se quedan sin cubrir.
Aunque la prioridad seguirá siendo la formación de jóvenes y desempleados franceses para ocupar esos puestos, el Gobierno de Emmanuel Macron quiere facilitar la llegada de inmigrantes cualificados de terceros países en función de las necesidades del país.
Según la ministra de Empleo, no habrá cuotas por países, sino que Francia reclutará en función de las necesidades de su mercado laboral. Para eso, se establecerá anualmente cuotas «en función de necesidades no cubiertas, vamos a establecer cuotas por profesión y por territorio», adelantó la ministra. Pénicaud consideró que es necesario que los inmigrantes económicos que Francia acoja «correspondan a las necesidades que no podemos cubrir».
Por ejemplo, tras el incendio de la catedral de Notre Dame de París hace seis meses, los expertos advirtieron de que, además de dinero, hará falta mano de obra especializada para restaurar la catedral parisina y que Francia no tenía suficientes artesanos para ello.
MODELO DE AUSTRALIA Y CANADÁ
El modelo a seguir en Francia sería el de Canadá o Australia, según explicó la ministra. Canadá selecciona a sus inmigrantes económicos en función de las necesidades económicas del país, pero también según la formación de los inmigrantes, sus habilidades, su experiencia profesional o el conocimiento que tienen del inglés o el francés, las dos lenguas oficiales del país.
El inmigrante económico de un país tercero que vaya a Francia a trabajar «tendrá un visado de trabajo, por una duración y un tiempo determinados», precisó Pénicaud, un día antes de que el primer ministro francés Édouard Philippe anuncie una batería de medidas en materia de inmigración.
Antes de establecer estas cuotas anuales, el ministerio de Empleo consultará con los interlocutores sociales, las regiones, la Asamblea Nacional y la Oficina de Empleo con el fin de determinar que puestos sería necesario cubrir con inmigrantes económicos procedentes de terceros países. En 2018, Francia emitió 33.000 visados de trabajo para inmigrantes extranjeros, precisó la ministra.
ESCASEZ DE MANO DE OBRA
Actualmente unos 150.000 empleos en Francia no están cubiertos por falta de candidatos, según Pôle Emploi, el Servicio de Desempleo francés. Francia tiene escasez de mano de obra en dos tipos de empleos: los que requieren poca formación, como la construcción, la hostelería o la restauración; y empleos altamente cualificados como ingenieros en informática.
Curiosamente, Macron se había mostrado en el pasado contrario al establecimiento de cuotas de inmigrantes. Ahora parece, sin embargo, haber dado un giro a la derecha en su política de inmigración.
Macron y la líder de la ultraderecha Marine Le Pen aparecen prácticamente empatados en las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de 2022 y se enfrentarían a una segunda vuelta, según una encuesta publicada este domingo por «Le Journal de Dimanche».