Eslovaquia corre el peligro de elevar unos neonazis a tercera fuerza política

| 27 febrero, 2020

EFE. LA VANGUARDIA.- El Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS) liderado por Martin Kotleba, considerado neonazi, es una de las formaciones de extrema derecha más radicales de la UE y tiene este sábado todas las posibilidades de convertirse en al menos la tercera fuerza política de Eslovaquia.

Las últimas encuestas le dan cerca del 10 % de los votos, superado solo por el ahora gobernante partido socialdemócrata Smer (15,6 %) y la ascendente formación conservadora populista OLaNO, con el 19,1 % de la intención de voto.

En la campaña para estas elecciones, el LSNS reivindicó un cambio político en el país, sobre todo eliminar la democracia liberal.

«Son neonazis, abiertamente fascistas», advierte a Efe Grigorij Meseznikov, analista del Instituto político IVO en Bratislava.

CONTRARIOS A LA OTAN Y LA UE

Los militantes de este partido están claramente «en contra de la permanencia (de Eslovaquia) en la Unión Europea (UE) y en la OTAN, y en contra de las minorías», añade el experto.

El fundador y líder de la formación, Martin Kotleba, es un exgobernador de la región eslovaca de Banska Bystrica que llegó a declarar «organización terrorista» a la OTAN.

Debido a su extremismo es rechazado incluso por partidos ultraderechistas europeos como la Liga italiana de Matteo Salvini.

Kotleba es un declarado admirador de Jozef Tiso, el que fuera hombre fuerte de la Eslovaquia que colaboró activamente con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial para aniquilar a decenas de miles de judíos.

En 2016, el LSNS hizo sonar las alarmas al entrar en el Parlamento nacional por primera vez con el 8 % de los votos, cuando ningún estudio demoscópico le pronosticaba un solo escaño.

Cuatro años después, sus posturas antisemitas e islamófobas, o su combativo rechazo a la minoría gitana y a la comunidad LGBTI, no parecen asustar tanto a los 5,4 millones de habitantes de este país centroeuropeo, en su mayoría conservadores y católicos.

ÉXITO ENTRE LOS JÓVENES

Últimamente, y tras cambiar por el traje y la corbata convencional sus antiguos uniformes inspirados en los nazis, Kotleba, de 42 años, ha ganado popularidad sobre todo entre los jóvenes.

Según las encuestas, entre los votantes de entre 18 y 29 años sería el ganador con un estimado 19 % de apoyo.

Mezeznikov ve en el LSNS una «fuerza antisistema» que podría llegar a tener una «minoría de bloqueo» si los demás partidos no logran formar una mayoría, «ya que nadie le invitaría a entrar en el Ejecutivo».

El resto de la oposición responsabiliza al gobernante partido socialdemócrata Smer, la fuerza dominante de las últimas dos décadas, del ascenso de los neonazis, porque logran acaparar buena parte del voto de una población que, hastiada de la corrupción reinante, ha dejado de tener fe en la democracia.

INCITACIÓN AL ODIO Y AL RACISMO

Kotleba, un antiguo profesor de instituto, fue detenido varias veces por incitación al odio y racismo, y su nuevo partido sigue agitando contra los gitanos en Eslovaquia, a los que suele llamar «parásitos» que siembran «terror».

Fundó el LSNS después de que en 2006 el Tribunal Supremo ilegalizara a su anterior partido, Slovenská Pospolitost (Comunidad Eslovaca), porque proponía en sus estatutos la eliminación de la democracia, lo que contraviene la Constitución.

Además, ha organizado manifestaciones y marchas paramilitares contra la minoría gitana y prometía establecer un «Estado de estamentos basado en los principios nacionales, cristianos y sociales».

Evidentemente para evitar una nueva ilegalización del LSNS, el líder neonazi ha moderado su tono y ha adaptado su indumentaria e imagen, pero los analistas no detectan un cambio verdadero en su orientación política.

Aun así, Kotleba afronta varios cargos por apoyar llamamientos a anular las libertades individuales por motivos radicales y religiosos, que podrían acarrearle entre 4 y 8 años de cárcel en caso de ser declarado culpable. 

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