El racismo y la LGTBIfobia, los principales motivos de discriminación en Barcelona

, | 29 junio, 2021

20Minutos.- El racismo y la LGTBIfobia son, un año más, los principales motivos de discriminación en Barcelona, con un 58% de las situaciones reportadas. Así lo indica el informe 2020 del Observatorio de Discriminaciones de la ciudad, que también señala que, el año pasado, se recogieron 436 situaciones de discriminación en el municipio, 25 más que en 2019.

En concreto, el racismo, junto a la xenofobia, ha sido el primer motivo de discriminación en la capital catalana durante el 2020, con 163 casos reportados -el 34%-. Por otra parte, quienes han ejercido mayoritariamente estas acciones discriminatorias han sido personas particulares -el 44%-, seguidos de entidades y empresas.

«Continúa la tendencia de que el racismo es la discriminación más presente, en un año donde ha sacudido la protesta del ‘Black Lives Matters’«, ha lamentado este martes durante la presentación del informe el concejal de Derechos de Ciudadanía del Ayuntamiento de Barcelona, Marc Serra.

LGTBIfobia, donde hay más agresiones físicas

En cuanto a la discriminación por LGTBIfobia, ésta se sitúa en segundo lugar con 115 situaciones reportadas durante el 2020 -el 24%-, sin embargo, representa el principal motivo por el cual se han producido agresiones físicas, siendo cerca de la mitad del total -27 de 57-. 

Además, en este ámbito es en el que se ha detectado un mayor impacto de la pandemia, ya que, pese a que el espacio público es el lugar en el que ocurren más a menudo estas situaciones, se han incrementado los casos en entornos más particulares, como la vivienda, pasando de nueve en 2019 a 23 en 2020. De hecho, el acoso vecinal ha sido una de las problemáticas principales señaladas por entidades del ámbito de la defensa de personas LGTBI.

Precisamente un caso de este tipo ha sido el que ha expuesto, durante la presentación, Saul Caballero, usuario del Observatorio contra la Homofobia y víctima durante tres años de acoso vecinal y de homofobia, algo que también han sufrido sus compañeros de piso.

Caballero ha explicado que vive en Barcelona desde hace ocho años y que ni él ni sus compañeros de piso, que también son homosexuales, habían tenido problemas de convivencia con los vecinos hasta que, hace tres años, llegó un nuevo inquilino al edificio que llegó a proferirles amenazas de muerte.

«Nos gritaba desde el balcón, nos insultaba y hablaba mal con los vecinos de nosotros, diciendo incluso que vendíamos droga. Al final, el mensaje caló, y el resto de vecinos empezó a discriminarnos, llegándonos a decir que nuestro estilo de vida no era propio de la comunidad«.

Durante la explicación, Caballero ha reproducido una grabación en la que se oye al vecino amenazarles con agresiones físicas y hasta de muerte, y ha explicado que hubo más. Ante estos ataques, finalmente, tanto él como sus compañeros decidieron denunciar, pero la primera denuncia no fue admitida a trámite y en la segunda, pese a que llegó a juicio, el agresor fue absuelto porque, ha contado Caballero, la jueza alegó que eran simplemente peleas vecinales.

Tanto Caballero, que acabó necesitando tomar tranquilizantes, como sus compañeros pensaron en mudarse a otra vivienda, pero en ese momento quien se marchó fue el acosador. Ahora, ha explicado, «estamos intentando recuperar la normalidad» porque, por el miedo a enfadar a este vecino, habían dejado de invitar a personas a casa y medían todas las acciones que pudieran hacer ruido.

«La administración pública va siempre tarde»

Serra ha recordado que, tras las cifras que muestra el informe, «hay personas con necesidades y expectativas que a veces los servicios públicos no encontramos la manera de responder» y ha señalado que la sensación que tienen cuando hablan con las víctimas es que «la administración pública va siempre tarde, a remolque».

Por este motivo, el concejal ha considerado que el reto es «no tanto el trabajo cuantitativo, sino las micro intervenciones que permitan a las víctimas sentir que se ha abierto un proceso de reparación y de garantía de no repetición» de la situación de discriminación vivida.

Por su parte, la directora de Derechos de la Ciudadanía del consistorio barcelonés, Anabel Rodríguez, ha señalado que el informe del Observatorio, además de ampliar el conocimiento y el registro de estas situaciones, también permite evaluar la acción pública y mejorar la atención integral a las víctimas de discriminación.

Rodríguez ha detallado que los resultados de la Encuesta de relaciones vecinales y convivencia que se llevó a cabo en 2020 «confirma algo que hace tiempo que teníamos claro»: que las discriminaciones, ya sean más graves o menos, no se denuncian.

El motivo principal, ha explicado, es «la normalización» de estas situaciones, pero también hay otros como «la falta de confianza en la autoridad» que, ha dicho, «es el aspecto que más nos toca como servicio público». Respecto a esto último, la directora ha subrayado la necesidad de «reforzar los mecanismos de garantía para desactivar los miedos de las víctimas y para mejorar la respuesta y la reparación que ofrecemos a las personas afectadas».

En cuanto al perfil de los denunciantes, el informe señala que las mujeres denuncian menos que los hombres y que tres de cada cuatro personas que han denunciado tienen edades comprendidas entre los 25 y los 64 años.

Otras discriminaciones

Además del racismo y la LGTBIfobia, el informe también recoge discriminaciones por otros motivos como la discapacidad, que representa el 11% de los casos, y otros como la lengua, la religión, la salud y la aporofobia. Sobre este último señala, además, que quien ejerce mayor discriminación son los cuerpos policiales.

Por otra parte, según la Encuesta de relaciones vecinales, el 16% de la población barcelonesa considera que en su barrio hay personas que son discriminadas por diversos motivos. Es más, de media, cada persona discriminada lo ha sido por 1,7 motivos, lo que significa que, en muchos casos, las víctimas sufren multidiscriminación.

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