El presidente polaco amenaza con faltar a la ceremonia de Yad Vashem por Putin

| 6 enero, 2020

ITOGANDOL.- El presidente polaco Andrzej Duda amenazó con saltarse el Quinto Foro Mundial del Holocausto, previsto para este mes en Jerusalem si no se le da la oportunidad de hablar como al presidente ruso Vladimir Putin, en lo que se cree es un nuevo capítulo en la discusión mediática que Varsovia y Moscú mantienen sobre quién colaboró ​​con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Duda dijo a la estación de televisión polaca TVP: «Descubrí que los presidentes de Alemania, Francia y Rusia, cuyos países colaboraron con la Alemania nazi, darán discursos». «Creo que, como presidente de Polonia, puedo hablar sobre el sufrimiento», afirmó.

Se espera que cerca de 40 líderes de todo el mundo asistan al evento en Yad Vashem el 23 de enero; solo los líderes israelíes y los jefes de las potencias mundiales durante la Segunda Guerra Mundial darán discursos.

Polonia ha buscado un mayor reconocimiento mundial en los últimos años de los millones de víctimas polacas de la Segunda Guerra Mundial y del comunismo.

Un portavoz de Duda, Krzystztof Szczerski, aclaró aún más sus condiciones para asistir a la conferencia en una entrevista con Radio One polaca durante el fin de semana.

Szczerski, según consignó The Jerusalem Post, dijo que Polonia le advirtió a Israel que tener a Putin como uno de los oradores es «inaceptable», debido a sus «afirmaciones insultantes y engañosas sobre el curso y los orígenes de la Segunda Guerra Mundial».

Los comentarios se produjeron después de que un periódico polaco informara que Duda no asistirá al evento; aunque el presidente aclaró que lo estaba evaluando.

El ultimátum de Duda llega después de semanas de ida y vuelta entre Polonia y Rusia sobre quién tiene la culpa de la Segunda Guerra Mundial.

La disputa comenzó con una reciente resolución del Parlamento Europeo que culpaba al Pacto de No Agresión Molotov-Ribbentrop del 23 de agosto de 1939 por el estallido de la Segunda Guerra Mundial ocho días después. El líder nazi Adolf Hitler y el dictador soviético Joseph Stalin acordaron en secreto dividir Polonia y los Estados bálticos entre Alemania y la Unión Soviética.

La Wehrmacht invadió Polonia desde el oeste, sur y norte el 1 de septiembre de 1939, y el Ejército Rojo ocupó Polonia, Lituania, Letonia y Estonia desde el este el 17 de septiembre de 1939. Stalin deportó posteriormente 1,7 millones de polacos.

Putin argumentó que el apaciguamiento occidental de Hitler provocó la guerra, llamando a la resolución del Parlamento Europeo «pura tontería», y que la Unión Soviética se vio obligada a firmar un acuerdo de no agresión para evitar un ataque alemán porque Gran Bretaña permitió que Hitler anexara Checoslovaquia.

El presidente ruso también dijo que Józef Lipski, el embajador polaco en Berlín en ese momento, «expresó su total solidaridad con Hitler en sus opiniones antisemitas».

Después de que Alemania invadió la Unión Soviética en 1941, este último peleó la guerra del lado de los Aliados. Alrededor de 27 millones de soldados y civiles soviéticos murieron para liberar a Europa del control de los nazis, aunque se discuten las cifras exactas.

Invadida por la Alemania nazi y la Unión Soviética, Polonia considera a ambos países como agresores responsables del sufrimiento y la muerte de millones de polacos.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró: “Nuestro país fue el primero en experimentar la agresión armada de la Alemania nazi y la Rusia soviética. La resistencia a estos poderes malignos no es solo el recuerdo del heroísmo polaco, es algo mucho más importante. Esta resistencia es el legado de toda la Europa ahora libre y democrática que luchó contra estos dos regímenes totalitarios… Polonia debe defender la verdad».

Morawiecki argumentó que Hitler y Stalin «no solo eran aliados sino, de hecho, amigos», quienes cooperaron reiteradamente.

La disputa entre Putin y Morawiecki también se produce cuando Polonia ha argumentado que su gente no jugó un papel importante en el Holocausto. Varsovia se ofende especialmente con la frase «campos de exterminio polacos» que se utiliza para describir campos de concentración ubicados en lo que ahora es una Polonia independiente pero que fue ocupada por los nazis.

A principios de este año, Morawiecki canceló un viaje planeado a Israel después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que «los polacos cooperaron con los nazis».

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