El peor rebrote en Alemania agita la xenofobia

, | 11 junio, 2020

El brote más preocupante en este momento afecta a un edificio donde viven refugiados y se sospecha que empezó por una celebración del fin de ramadán. La utraderecha carga contra lo que califica como «comportamiento provocativo e ignorante de los clanes árabes». El edificio es un escenario de marginación desde que comenzaron a llegar refugiados balcánicos en los años noventa

DIEGO LILLO. NIUS DIARIO.- Una torre de hormigón de 18 plantas, hogar de setecientas personas, se ha convertido en el foco de coronavirus más preocupante de Alemania. En este edificio de la ciudad de Gotinga vive buena parte de los nuevos casos detectados en la Baja Sajonia y se ha tenido que instalar allí un laboratorio móvil para hacer test a los vecinos: una prueba cada tres minutos.

Pero la eficiencia mostrada una vez más por las autoridades alemanas no oculta lo que este caso deja en evidencia: lo esquivo que es controlar un rebrote y las tensiones sociales que puede generar, con los habitantes del edificio como centro de los recelos e incluso el odio de muchos vecinos.

Todo empezó con una fiesta en un restaurante. Una treintena de hombres se reunió para celebrar el final del ramadán. Compartieron las pipas de las que fumaban. Pronto se detectaron los primeros casos positivos y las autoridades comenzaron a hacer test y a rastrear los contactos de los presentes en la celebración; pero eso no impidió que el coronavirus se propagara por el gigantesco edificio de apartamentos baratos donde viven muchos refugiados de los balcanes.

En Gotinga, algunos piden que directamente se prohiba salir de sus casas a todos los que viven allí. La alcaldesa, Pietra Broistetdt, intenta resistir las presiones: «No podemos poner una valla y alambre de espino. Esto no es una cárcel», ha dicho, según declaraciones recogidas por DW.

El edificio, conocido como Iduna, fue un proyecto de los años setenta que dio acogida a muchos universitarios en las afueras de la ciudad en los comienzos. Un puente conectaba el complejo con la universidad y otro con el centro de la ciudad. Hoy los dos puentes han sido derribados y el gigantesco bloque de viviendas es un escenario de marginación.

A partir de los noventa, empezaron a instalarse en esos apartamentos refugiados de las guerras de los balcanes. En la actualidad los vecinos se han convertido en la diana de la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), que culpa del nuevo brote del coronavirus al «comportamiento claramente provocativo e ignorante de los clanes árabes».

La campaña mediática en contra de esta minoría complica saber qué es verdad sobre el incidente. Se ha dicho que hay personas que se han negado a hacerse test; pero los vecinos dicen que han sido rechazados cuando han acudido a hacérselos. Los recelos con esta minoría ya existían antes del coronavirus, pero la epidemia ha favorecido que muten en algo más virulento.

Las familias que viven aquí ponen como ejemplo el caso de un dentista contagiado cuando esquiaba en los alpes austríacos y que después trató a quinientos pacientes, también el caso de las manifestaciones de distinto signo que ha habido en las últimas semanas. Todos cometieron errores que han podido facilitar la transmisión del virus, pero a ninguno se le ha señalado de la misma manera que a ellos.

Además, piden que se tenga en cuenta que las propias condiciones del edificio, con cientos de personas concentradas en su interior, puede haber sido un factor mucho más importante que las costumbres o la religión de sus habitantes.

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