El discurso de odio, la nueva arma política en Europa

, , | 20 abril, 2017

La retórica antiinmigración, nacionalista y antiglobalización toma voz en las elecciones de varios países europeos ante el aumento de los nuevos populismos

CLARA ROIG. LA VANGUARDIA.- El año 2016 ha sido el año en el que el discurso del odio ha tomado relieve en la arena política europea. Amnistía Internacional avisaba en su informe de 2016 que este fue el año en el que los discursos de culpa, odio y medio, la retórica del “nosotros contra ellos” y la política de la demonización han adquirido una relevancia nunca vista desde 1930.

En este contexto, la Comisión Europea acordó en mayo de 2016 un código de conducta con las empresas del sector tecnológico (Facebook, Twitter, Youtube y Microsoft) para combatir la incitación del odio en la red. La empresas se comprometieron a desarrollar instrumentos para poder retirar mensajes de odio en un plazo de menos de 24h.

Sin embargo, casos como el de la eurodiputada Iratxe García, quien recibió una amenaza de muerte en Twitter tras su disputa con el eurodiputado polaco que no fue retirada hasta tres días después, demuestran que aún no se ofrecen garantías suficientes.

Es por eso que la Comisión está evaluando si se pueden mejorar los procedimientos para la retirada de contenido ilegal. “Hay una narrativa tóxica y la fina línea entre la libertad de expresión y el odio se está convirtiendo en una misma línea”, comentó Andrus Ansip, Comisario Europeo del Mercado Único Digital y ex-ministro de Estonia, durante su comparecencia en el Parlamento Europeo. Las conclusiones del estudio se presentarán el próximo 10 de mayo en el marco de la revisión del mercado único digital.

Nuevas fórmulasEl Parlamento Europeo busca mecanismos para actuar frente a las noticias falsas, los populismos y el discurso del odio

La preocupación no es para menos. En el mismo Parlamento Europeo, los discursos del odio cada vez son más comunes, y la defensa de la libertad de expresión frena la capacidad para regularlos. La Eurocámara debatió en este pleno de abril cómo actuar frente a las noticias falsas, los populismos y el discurso del odio. Algunas propuestas piden una normativa jurídica como la que propuso la eurodiputada alemana Monika Hohlmeier o el socialista austríaco Josef Weidenholzer, que pidió más transparencia y más apoyo e información para que los ciudadanos puedan denunciar este tipo de mensajes.

Sin embargo, varios eurodiputados del Grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa o del Grupo de Europa de las Naciones y las Libertades ven este intento de la Unión Europea de regular la red como una imposición del “pensamiento único”. “Quieren imponer el ministerio de Geoge Orwell para investigar delitos que no van de acuerdo con su pensamiento”, argumentó Matteo Salvini del partido italiano Liga Norte. “Estamos paralizando las opiniones opuestas, los que no están de acuerdo”, denunció Lampros Fountoulis, eurodiputado independiente del partido griego Alba Dorada.

Marine Le Pen, candidata a la presidencia francesa, acusada por muchos de rus rivales de entonar discursos del odio
Marine Le Pen, candidata a la presidencia francesa, acusada por muchos de rus rivales de entonar discursos del odio (Reuters)

Bruno Gollnisch, del Frente Nacional, dijo que “se quiere prohibir el discurso del odio porque va en contra de lo políticamente correcto”, y es con esta retórica que partidos como el de Marine Le Pen han ganado terreno en la arena política europea. En el Parlamento Europeo, aproximadamente el 12,5% de los eurodiputados están asociados a partidos nacionalistas o de ultraderecha que proponen más soberanía de los estados, proteccionismo económico y cerrar las fronteras a la migración.

Entre ellos, la misma Le Pen, que consiguió ser la fuerza más votada en Francia en las pasadas elecciones europeas de 2014, con argumentos en el que comparó la ocupación nazi con el uso que hacen las comunidades musulmanas del espacio público como lugar de culto. Por ello, fue juzgada por incitación al odio y finalmente absuelta.

Ahora, lidera las encuestas en las elecciones presidenciales francesas que se celebran el 23 de abril. En su último discurso, eximió a Francia de responsabilidades por la redada de Vél d’Hiv durante la II Guerra Mundial, en la que fueron hacinados 13.000 judíos en el Velódromo de Invierno para ser después trasladados al campo de concentración de Auschwitz.

El peligro de las noticias falsas en campaña electoral

Cambiar la percepción del pasado y del presente, junto con un ataque constante a la clase política establecida, a quién se designa de mentirosa, es la principal estrategia de políticos populistas como Le Pen o Trump. Sucedió en la campaña electoral estadounidense, en la que las noticias falsas, la demagogia y el discurso del odio ayudaron a Donald Trump a ganar la presidencia de los Estados Unidos.

Según un estudio de Reuters Institute elaborado por el periodista y analista estratégico Anders Hofseth, el mayor logro de las noticias falsas no es pasar mentiras por verdades, sino crear una atmósfera de incertidumbre en la que la verdad se vuelve borrosa. Hofseth recuerda que el número de votantes de Hillary y de Trump fue muy parecido, alrededor del 27%, pero que un 43% se quedó en casa. “Mientras este grupo se queda callado por el ruido, la incertidumbre y un sentimiento de impotencia, el espacio [de Trump] para maniobrar será más amplio”, explica Hofseth.

Donald Trump, presidente de EE.UU., empleó un duro discurso en campaña electoral
Donald Trump, presidente de EE.UU., empleó un duro discurso en campaña electoral (Reuters)

En las elecciones francesas, se prevé que el gran ganador sea la abstención, que puede llegar al 32% según una encuesta de la universidad de ciencias políticas Science Po de París. Y una de las causas principales es también el hartazgo de la ciudadanía y la pérdida de credibilidad de los partidos tradicionales, que han caído drásticamente.

“Tenemos que asumir nuestra propia responsabilidad”, admitía el eurodiputado de izquierdas Takis Hadjigeorgiou en el debate del Parlamento Europeo. “Las causas del populismo y el discurso del odio no están en Internet, están en nuestra sociedad y es el clima social el que se debe cambiar”, añadió la eurodiputada alemana Martina Michels.

¿Es posible regular la red?

En el Parlamento Europeo, la discusión también giró entorno quién tiene la autoridad para decidir qué es verdad y qué es mentira, qué es discurso del odio y qué no lo es. ¿Quién, entonces, tiene el derecho de regular la red? “No podemos confiar en la tecnología para que decida qué es discurso del odio”, aseguraba la eurodiputada Julia Reda de los verdes. “Nadie guarda la verdad absoluta, ni Facebook ni Silicon Valley son los diseñadores de nuestra realidad y nuestras verdades”, advertía la eurodiputada liberal Marietje Schaake.

Algo que el mismo Mark Zuckerberg ya rechazó en un post en su muro de Facebook: “Creemos en darle voz a la gente. Nosotros no queremos ser árbitros de la verdad, sino poder confiar en nuestra comunidad y en entidades terceras”.

El gran problema
¿Qué es discurso del odio y qué no lo es? ¿Puede la tecnología hacer esta distinción?

En Alemania, donde se temen unas elecciones reñidas como las estadounidenses y las francesas, ya han salido varias iniciativa. “Schmalbart” es una plataforma que une a los ciudadanos para combatir la distribución de noticias falsas y de información sensacionalista de la derecha para garantizar un clima de debate sano.

Por su parte, el gobierno alemán ha obtenido un acuerdo entre Facebook y el centro de investigación periodístico Correctiv para frenar la propagación de informaciones falsas durante el próximo periodo electoral en septiembre.

 

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