Dos menores de Castellón estarán encerrados dos años por ‘bullying’

| 21 noviembre, 2015

El juez los condena a pagar 6.000 euros y les impone 24 meses en régimen semiabierto. Una de las víctimas se sometió a una cirugía plástica por complejo tras sufrir vejaciones

stopbullyingNURIA B. BIGNÉ. EL PERIÓDICO DEL MEDITERRÁNEO.- Insultaban gravemente a dos compañeros de instituto, los sometían a vejaciones y amenazas continuas, los agredían físicamente y se metían con la condición sexual de sus familiares. El Juzgado de Menores ha condenado a dos adolescentes de Castellón por sendos delitos contra la integridad moral a dos años de internamiento en un centro de menores, en régimen semiabierto, tras hacer bullying a otros dos alumnos del IES Matilde Salvador durante todo el curso 2012/2013 y el inicio del 2013/2014.

La defensa de uno de los procesados recurrió el fallo judicial a la Audiencia Provincial de Castellón, que ha desestimado el recurso y ha ratificado la sentencia.

El mobbing sufrido por las víctimas fue tan grave que una de ellas llegó a someterse a una cirugía plástica en las orejas debido al complejo derivado de las mofas, según explica la sentencia, a la que ha tenido acceso Mediterráneo.

Sus agresores lo llamaban “Dumbo”,“maricón” y le exigían el dinero que llevaba para su almuerzo, amenazándolo con darle “una paliza” si no lo hacía y con la advertencia de no contar nada a su tutora en el instituto.

OFENSAS A LOS GAIS

Los condenados también se metían con la condición sexual de su hermano y proferían al menor frases muy hirientes en este sentido.

Los golpes en forma de collejas y empujones eran reiterados hacia él y el otro denunciante, al que se referían como “enano”, “retaco”, “hijo de puta” y “gilipollas”, entre otros insultos.

En el mes de mayo del año 2013, uno de los afectados fue esperado a la salida del centro de estudios por los dos agresores y otro menor de 14 años, que no puede tener responsabilidad penal por su corta edad y es inimputable. Una vez lo hubieron localizado, le recriminaron que no le hubiera dado el dinero del almuerzo, retorciéndole el brazo y estirándole del pelo, mientras los otros implicados se reían de él. En otra ocasión y estando en clase, propinaron un puñetazo a la víctima en el estómago.

Estas situaciones hacían que los afectados se sintieran “avergonzados” e “inferiores al resto”, llegando a desear quedarse en casa y no asistir a clase. Para el juez, los denunciantes y sus madres explicaron “de forma convincente” las humillaciones vividas. Los dos condenados deberán pagar 3.000 euros a cada uno de los dos denunciantes y también las costas legales del proceso.

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