Díaz exige sin éxito a PP y Ciudadanos que aclaren si pactarán con Vox

, | 27 noviembre, 2018

EVA SAIZ. EL PAÍS.- El segundo y último debate entre los cuatro principales candidatos a presidir Andalucía se convirtió anoche casi en una pugna por el liderazgo de la oposición, al tiempo que todos ellos eludían precisar sus opciones para unos pactos que serán claves tras las elecciones del domingo. Los aspirantes del PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía se centraron en criticar las políticas de la presidenta, la socialista Susana Díaz, pero también entraron en un cara a cara para recalcar sus diferencias. Díaz exigió sin éxito al PP y Ciudadanos que aclaren si están dispuestos a gobernar juntos con los votos de Vox.

Los acuerdos poselectorales son la gran incógnita que sobrevuela esta campaña cuando todos los sondeos y opiniones coinciden en que ninguno de los partidos en liza logrará el domingo la mayoría absoluta. En el debate en TVE, que incluía un bloque sobre corrupción y pactos, dos preguntas concretas al respecto no obtuvieron ninguna respuesta directa.

“¿Va a dejar la economía en manos de Podemos?”, inquirió a Díaz el candidato de Ciudadanos, Juan Marín. La presidenta contestó volviendo a apelar a su deseo de tener una mayoría que le permita gobernar en solitario. “No se ponga usted nervioso, señor Marín. Ha quedado claro quién ha sido el socio preferente de los socialistas estos tres últimos años”, terció Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía.

La presidenta de la Junta reclamó de forma directa en varias ocasiones a Marín y al popular Juan Manuel Moreno que aclaren si pactarán con Vox para desalojarla. Ninguno de ambos respondió. El PP y Ciudadanos llevan toda la campaña eludiendo pronunciarse sobre el partido de extrema derecha —que podría entrar por vez primera en un Parlamento regional—, al que ni siquiera llegan directamente a calificar así.

El debate, conducido por la periodista Pilar García Muñiz, tuvo un formato similar al celebrado en Canal Sur el día 19, aunque resultó menos encorsetado y mucho más agrio, con constantes interrupciones y ataques frontales que fueron subiendo de tono, evidenciando la necesidad de los cuatro candidatos por diferenciarse. Salirse del guion en esta recta final puede decantar un frágil equilibrio que todos quieren romper, pero que ninguno desdeña.

Díaz, quien en el anterior cara a cara salió indemne ante la pugna directa entre Moreno y Marín por presentarse como garantía de cambio, iba preparada para resistir un ataque frontal. “Cuando todos quieren ser segundos, atacan al primero”, comentaba antes del inicio. En un tono visiblemente más serio que hace una semana, defendió lo realizado en esta legislatura. Los envites resultaron más acusado en materia de corrupción, especialmente por parte de los aspirantes del PP y de Adelante Andalucía.

Moreno se mostró mucho más propositivo que en el anterior debate y centró sus críticas en la gestión socioeconómica de la presidenta. El dirigente popular varió de estrategia y, en otro intento de presentarse como líder del cambio, ignoró a su rival de Ciudadanos, a quien, para restar credibilidad, recordó que ha sido el socio del PSOE en este mandato. “Yo no soy su adversario, señor Marín”, insistió Moreno.

El aspirante de Ciudadanos también varió de táctica y, sin perder el tono agresivo que le sirvió para sobresalir la semana pasada, fijó también su punto de mira en la presidenta regional. Marín equiparó a PSOE y PP, incidió en los casos de corrupción de ambos partidos y volvió a reivindicarse como única garantía de cambio posible. “Frente a la decadencia del PSOE y el PP, hay un proyecto que crece, que ilusiona, que es Ciudadanos”, sostuvo, manteniendo siempre el tono agrio contra Moreno.

“Muleta de la derecha”

Rodríguez comenzó manteniendo la actitud inusualmente suave con la dirigente socialista del primer debate, pero fue creciendo en intensidad. La líder regional de Podemos busca atraerse al electorado desencantado con el PSOE y prefiere mantener ese perfil bajo. Díaz acusó directamente a Rodríguez de ser “muleta de la derecha”, en alusión a sus pactos con el PP en el Parlamento regional contra propuestas del PSOE y cuestionó su experiencia de gestión. La representante de la confluencia de izquierdas contratacó recordándole su derrota en las primarias nacionales del PSOE: “Usted ha negado cuatro veces esta tierra. Una con [Mariano] Rajoy en la llegada al Gobierno de la derecha; la segunda vez, pactando con Ciudadanos; la tercera, teniendo a Andalucía como segundo plato cuando perdió frente a [Pedro] Sánchez; la cuarta, defenestrando a Andalucía”. Rodríguez también mantuvo intensos choques con Marín, el candidato que más sube en las encuestas.

El último tramo del debate, centrado en política territorial, estuvo polarizado por Cataluña. Para separarse de Podemos y los nacionalistas que apoyaron la moción de censura de Sánchez, Díaz recordó su defensa de la Constitución y atacó a Rodríguez: “Defender un referéndum ilegal no es de izquierdas, y esto lo lleva usted en el programa electoral”.

Moreno y Marín hicieron frente común tratando de identificar las políticas del Gobierno central con las de Díaz y Rodríguez. “¿Es respetable enaltecer el terrorismo o quemar la bandera de España?”, “¿es capaz el PSOE de tener un solo discurso en toda España?”, se preguntó retóricamente Moreno.

Como en el anterior cara a cara, ninguno de los cuatro candidatos hizo alusión a cuestiones sobre las mujeres o la inmigración.

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