Denuncian que la industria de la moda es cómplice del trabajo forzado de iugures en China

| 23 julio, 2020

Una coalición de más de 180 grupos de defensa de los derechos humanos pide a las grandes marcas que corten la relación con los proveedores de la región de Xinjiang

LA VANGUARDIA.- Muchas de las principales marcas y minoristas de moda son cómplices de las violaciones de los derechos humanos y del trabajo forzado a las que están sometidos millones de iugures en la región de Xinjiang, en el noreste de China. Así lo denuncia una coalición de más de 180 grupos de defensa de los derechos humanos de todo el mundo en un momento en que crece la presión sobre Pekín por su trato contra esta minoría musulmana.

Existe una creciente indignación mundial por las atrocidades cometidas contra la población iugur en la región. Expertos de las Naciones Unidas estiman que al menos un millón de iugures y otros musulmanes están detenidos en centros de detención en Xinjiang, también conocidos como campos de trabajo. China ha negado el maltrato y dijo que los centros ofrecen capacitación vocacional y ayuda para combatir el terrorismo y el extremismo.

Más del 80% del algodón de China proviene del noroeste de Xinjiang

También se ha denunciado la tortura, la separación forzada o la esterilización obligatoria de las mujeres iugur es. Recientemente, Francia ha pedido al gobierno chino que se permita el envío de observadores y el cierre inmediato de los campos, mientras que EE.UU. ha anunciado que sancionará a 11 compañías chinas que, supuestamente, están involucradas en abusos en Xinjiang. Entre ellas, un proveedor de Apple y Samsung.

Más de 180 organizaciones instaron a las marcas de la industria textil a poner fin al abastecimiento de algodón y ropa de la región y cortar los lazos con cualquier proveedor en China que se beneficie del trabajo forzado de los iugures y otros grupos musulmanes.

La coalición ha publicado una extensa lista de las marcas involucradas, entre ellas: Gap, C&A, Adidas, Muji, Tommy Hilfiger y Calvin Klein. “Prácticamente toda la industria de la confección [global] está contaminada por el trabajo forzado de los musulmanes iuguresy turcos”, afirmó la coalición en un comunicado al que ha tenido acceso The Guardian.

Prácticamente toda la industria de la confección [global] está contaminada por el trabajo forzado de los musulmanes iugures y turcos”

Si bien la mayoría de las marcas de moda no se abastecen de las fábricas en Xinjiang, es probable que muchas de sus cadenas de suministro estén contaminadas por el algodón recogido por los iuguresque se exporta a China y es utilizado por otros proveedores, dijeron los grupos de derechos humanos en una carta.

Más del 80% del algodón de China proviene del noroeste de Xinjiang, que alberga a unos 11 millones de iugur es.

“Las marcas y los minoristas reconocen que hay un problema masivo en la región y que sus cadenas de suministro están expuestas a un grave riesgo de trabajo forzado”, señaló Scott Nova, jefe del Consorcio de Derechos de los Trabajadores (WRC) con sede en Estados Unidos, que firmó el comunicado. “Somos tímidamente optimistas y creemos que habrá compromisos (de las marcas para retirarse de Xinjiang) en el futuro”, agregó.

Un portavoz de la embajada china en Estados Unidos a principios de este mes dijo que la acusación de trabajo forzado en Xinjiang era “falsa y maliciosa”.

¿Qué dicen los minoristas?

La Fundación Thomson Reuters envió preguntas por correo electrónico a más de 30 minoristas líderes sobre sus cadenas de suministro en China y los orígenes del algodón que obtuvieron. Casi todas ellas dijeron que tenían políticas de trabajo forzado y que exigen a sus proveedores que cumplan con un código de conducta.

Todas las empresas que respondieron, incluidas Gap, Patagonia y la propietaria de Zara, Inditex, dijeron que no se abastecían de fábricas en Xinjiang, pero que la mayoría no podía confirmar que su cadena de suministro no tuviera algodón recogido de la región. El minorista japonés Muji dijo que usaba algodón de Xinjiang pero que los auditores independientes no habían encontrado “evidencia de acusaciones de trabajo forzado en sus fábricas”.

PVH, con sede en Estados Unidos, propietario de marcas desde Calvin Klein hasta Tommy Hilfiger, dijo que cortará lazos con cualquier fábrica que produzca tela o use algodón de Xinjiang dentro de un año.

“La única forma en que las marcas pueden garantizar que no se beneficien de la explotación es saliendo de la región y poniendo fin a las relaciones con los proveedores que apuntalan este sistema de gobierno chino”, señaló la directora ejecutiva de Anti-Slavery International, Jasmine O’Connor.

Better Cotton Initiative (BCI), una organización mundial sin fines de lucro cuyo objetivo es mejorar las condiciones en el sector de la confección, anunció en marzo que dejaba de otorgar licencias al llamado Better Cotton de Xinjiang. Compañías como IKEA y H&M, que usan BCI para obtener el algodón de sus prendas, dijeron en su momento que respaldaban la decisión.

Cabello humano y mascarillas

En medio de la creciente presión internacional sobre China, el gobierno de los EE. UU., a principios de mes, confiscó un envío de extensiones de cabello, un negocio de 800.000 dólares, desde Xinjiang por sospechas de que los productos se fabricaron con trabajo forzado.

Una investigación del New York Times la semana pasada descubrió que algunas empresas chinas que fabricaban máscaras faciales para protegerse contra el coronavirus tanto en los mercados nacionales como de exportación habían utilizado mano de obra iugur .

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