Cuando no hay casa en la que quedarse confinado

, | 26 marzo, 2020

La pandemia de coronavirus afecta especialmente a las personas sin hogar, los migrantes y aquellos que viven en campos de refugiados

ELISA PONT. LA VANGUARDIA.- Ante la pandemia de coronavirus, una de las principales medidas que los gobiernos han pedido a la población es permanecer en casaevitar aglomeraciones y salir a la calle solo si es necesario. Pero, ¿qué sucede con aquellas personas que no tienen esta opción?

En la actualidad, 70 millones de personas en el mundo son desplazadas, refugiadas o solicitantes de asilo, según datos de ACNUR. Una parte importante de estas personas malvive en campamentos de refugiados, encondiciones muy precarias y con un acceso casi nulo a la atención médica.

Estos asentamientos carecen de acceso a agua potable o de una red de saneamiento que garantice unas mínimas condiciones de higiene, por lo que sus habitantes se convierten en población de riesgo frente a enfermedades como la Covid-19.

Por ese motivo, organizaciones comoMédicos sin Fronterasy Save the Children alertan de la peligrosidad del avance del coronavirus en los campos de refugiados, sobre todo entre la población más vulnerable como son los menores de edad, las mujeres embarazadas y los ancianos.

Coronavirus en los campos de refugiados

El “distanciamiento social” es una de las medidas que gobiernos de todo el mundo están impulsando para frenar el contagio.

Sin embargo, el aislamiento se convierte en un reto casi imposible para las personas refugiadas y desplazadas.

Es el caso del campo de Moria, en la isla griega de Lesbos, donde viven cerca de 20.000 personas. Las organizaciones humanitarias que trabajan allí advierten sobre la necesidad inmediata de evacuar el campo para evitar un brote de coronavirus que sería imposible de controlar, dadas las condiciones y la precariedad del asentamiento.

Además de las casi 20.000 personas que viven en Moria, en las islas griegas se encuentran otras 42.000 personas, repartidas en cinco centros de identificación y registro para solicitantes de asilo.

Mientras en Europa los países se centran en frenar la expansión del coronavirus, cientos de personas siguenhuyendo de la guerra civil en Libia, donde varios grupos armados se enfrentan para controlar el país.

Desde las costas libias, muchas personas siguen arriesgando sus vidas para cruzar el Mediterráneo y llegar al continente europeo. A día de hoy, los barcos de rescate de las organizaciones civilesestán amarrados en los puertos, ya que no tienen permiso para seguir con sus actividades de salvamento.

En #OpenArms y #Astral siguen confinados. Un día más de aislamiento es un día menos para acabar con #COVID19
Somos todos parte de la solución, por eso,protegeos y cuidad d los vuestros. La empatía y responsabilidad son la vacuna contra la pandemia #QuedateEnCasa#CadaVidaCuenta

Personas sin hogar

No sólo los migrantes y personas refugiadas están más expuestas al contagio. Otro de los colectivos más vulnerables son las personas sin hogar, que viven en la calle y para las que quedarse en casa no es una opción real.

Distintas entidades sociales han hecho un llamamiento a las autoridades para que habiliten espacios que ahora están cerrados, como por ejemplo los polideportivos o pavellones de ferias, para acoger a estas personas.

En España, tanto enMadrid como en Barcelona, ya se han puesto en marcha los primeros mecanismos para que estas personas tengan dónde refugiarse durante el periodo de cuarentena.

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