Condenan a prisión a un independentista por empujar por las escaleras del metro a un hombre con una bandera española

| 2 diciembre, 2021

El Mundo.- Fue una de las imágenes más impactantes en las jornadas de protestas en Barcelona de entidades policiales y de colectivos de la izquierda independentista para protestar por su presencia. Ocurrió el 10 de noviembre de 2018 cuando la víctima, Antonio S.F. volvía hacia su casa tras participar en una manifestación de la asociación policial Jusapol en el centro de la ciudad reclamando la equiparación salarial con otros cuerpos de seguridad.

Ante esta manifestación colectivos de anarquistas de la izquierda independentista habían convocado una protesta y en ella participó el condenado, Abel M.C. y otra persona que se encuentra fugado. Los dos siguieron a la víctima, representado por los abogados Javier Aranda y Sandra Melgar, que llevaba una gran bandera española y una gorra con el escudo de España y al bajar por las escaleras del metro de la parada de Urquinaona lo empujaron.

Por esta razón, el Juzgado Penal numero 2 de Barcelona lo condena a 3 años y nueve meses de cárcel por un delito de lesiones con el agravante de discriminación ideológica. La sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, señala que el acusado defienda «postulados independentistas de corte anarquista» y siente «animadversión hacia quienes, por identificarse a través de símbolos, como escudo y bandera con el sentimiento de pertenecer a la nación española y por participar en lo que consideran un acto de exaltación de tales sentimientos, anudan un pensamiento político antinacionalista y colocan en posiciones antagónicas al movimiento independentista catalán».

Por eso, la juez considera que el condenado y su acompañante, que está en busca y captura, actuaron «con la única finalidad de ocasionar un daño corporal» a la víctima y por eso lo siguieron hasta el metro y ahí «se dividieron los papeles». De esta forma, mientras el condenado vigilaba para facilitar la huida su compañero «propinó un fuerte empujón» a la víctima cuando estaba «al borde de las escaleras» y se disponía a bajar al andén. A consecuencia de la agresión Antonio S.F. sufrió heridas en la cara y las extremidades, estuvo varios días de baja y le quedó una cicatriz como secuela. Además, se le rompieron las gafas y la chaqueta. Por todo eso, el condenado debe abonar más de 9.000 euros a la víctima.

«Al infligirse de espaldas el golpe brusco propinado» al afectado «se buscaba pillar a éste desprevenido y sin ninguna posibilidad de reaccionar esquivándolo o defendiéndose. Tanto acusado como su acompañante eran conscientes de que esa forma de actuar supondría una inevitable caída del perjudicado al suelo, desde la parte superior de las escaleras hasta la parte inferior, con unas consecuencias lesivas de entidad, como mínimo, de las que se produjeron y que ambos consintieron», señala la sentencia.

Un vigilante de seguridad de la estación persiguió y dio alcance al hombre que había propinado el empujón a la víctima en la calle aunque el condenado le gritó para que lo soltara e incluso lo agarró del brazo, consiguiendo huir los dos. El herido recibió atención en el metro por parte de varios usuarios.

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