La Audiencia Provincial de Valencia condena a dos años de cárcel a José Antonio Andrés Orts, uno de los militares absueltos en la ‘operación Pánzer’, por cortar la melena de su pareja “porque otros hombres habían eyaculado en él” mientras le llamaba “puta zorra y golfa”
ALBERTO POZAS. CADENA SER.- “Eres una puta, una zorra y una golfa”. Son los insultos que, según la Justicia, profería un militar mientras le cortaba el pelo a su pareja como castigo por haberse acostado con otros hombres durante su ruptura. El hombre es José Antonio Andrés Orts, uno de los militares absueltos en la denominada ‘operación Pánzer’ que investigó un grupo de supuestos neonazis armados en Valencia, y ahora la Audiencia Provincial de esta ciudad le ha condenado a dos años de cárcel por un delito de trato degradante y otro de amenazas contra su entonces pareja sentimental.
La operación Pánzer estallaba en 2005 cuando la Guardia Civil detenía a dieciocho supuestos integrantes de una banda neonazi llamada Frente Antisistema (FAS) que, entre otras armas, tenía un lanzagranadas. Tanto la Audiencia Provincial de Valencia como el Tribunal Supremo decidieron absolverles por entender que las intervenciones telefónicas de los imputados fueron ordenadas de forma irregular: en ellas se escuchaba a los acusados hablar de realizar “batidas” y “cacerías de moros”.
Ahora uno de los militares entonces absueltos, José Antonio Andrés Orts, ha sido condenado por maltratar a su pareja. En una sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, los jueces declaran probado que en los primeros meses de 2013, después de una ruptura, el militar y la mujer habían retomado su relación, y él le había pedido matrimonio, momento en el que ella le contó que durante la ruptura había estado saliendo con otra persona. Varias semanas más tarde, el condenado pedía hora en la peluquería habitual de la víctima, y cuando iban en el coche le cortaba la coleta por sorpresa, diciendo que lo hacía “porque otros hombres habían eyaculado en él y tenía que sanearlo”, mientras la insultaba.
Según el relato de hechos, obligó a la mujer – también militar – a ir a la peluquería y “arreglarse” el corte, diciéndole a la gente que ella lo había hecho por una promesa de carácter religioso. Por teléfono, a la madre de la víctima le dijo que lo había hecho porque “no quería que follase con nadie, que iba a ser suya, si no le rompería las piernas”. Unos días antes, además, la madre de la mujer había tenido que intervenir para que el hombre dejase de amenazar con golpear a su víctima con una estatuilla de la Torre Eiffel.
Los magistrados de la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia consideran probadas esas dos agresiones, aunque no otros episodios que denunció la mujer a lo largo del proceso y de los que no hay pruebas más allá de su propia declaración. Los jueces entienden que le cortó el pelo a su víctima “con el objetivo de doblegar su voluntad, de envilecerla y humillarla desproveyéndola de un signo distintivo y característico de su personalidad”. La Fiscalía pedía para él más de treinta años de cárcel por más de diez delitos relacionados con el maltrato.
La condena no es firme y se puede recurrir ante el Tribunal Supremo: dos años de cárcel por delitos de trato degradante y amenazas, además de una indemnización de 5.000 euros y la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de ella durante dos años y tres meses. Fuentes conocedoras del caso aseguran que la mujer, que recurrirá la sentencia, ha tenido que cambiar su residencia a otro país.
El teléfono para denunciar maltrato es el 016, no deja rastro en la factura.
