El Faro de Ceuta/Carmen Echarri.-El Juzgado de Menores de Ceuta ha dictado sentencia condenatoria para las 6 adolescentes implicadas en la paliza a otra, agresión que fue perpetrada en noviembre del año pasado en la plaza Nelson Mandela.
La grabación de aquellos hechos y la posterior viralización de un vídeo generó una gran consternación en la ciudad provocando la apertura de una investigación policial que terminó con la identificación de las implicadas.
El Juzgado les ha condenado como autoras de un delito contra la integridad moral, de dos delitos leves de maltrato de obra y uno leve de lesiones a una pena de 1 año de libertad vigilada así como la prohibición de aproximarse a la víctima y su familia a menos de 100 metros durante ese mismo plazo de tiempo.
Esa prohibición implica también no mantener contactos por ningún medio de comunicación ya sea telemático, escrito o verbal, tal y como se recoge en la sentencia a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
Los objetivos de esta medida pasan por la corrección de la actitud mostrada por las implicadas y su disposición de reintegración en la sociedad sin incurrir en nuevas infracciones.
Respecto de la responsabilidad civil, las seis implicadas indemnizarán a la víctima en 1.200 euros por el daño moral y las lesiones que sufrió, añadiendo los intereses legales.
El tiempo que llevaban cumpliendo esa medida libertad vigilada y la de alejamiento de forma cautelar (noviembre de 2022) se le restará a la condena impuesta.
Los hechos probados: menosprecios continuados
En sentencia queda probado que desde finales de 2021 las implicadas incurrieron en varios actos de humillación pública contra la víctima, a la que o bien insultaban o bien hacían menosprecios que posteriormente grababan en sus teléfonos móviles. En algunos de estos casos llegaron a agredirla.
Así, tal y como ha quedado constatado, hubo varios episodios en los que le tiraron de los pelos y la arrojaron al suelo, todos ellos ocurridos entre finales de ese año y diversos periodos de 2022 en distintos puntos de la ciudad. Así llegaron hasta el suceso conocido social y mediáticamente acontecido en noviembre del año pasado en las inmediaciones de la plaza Nelson Mandela.
Allí, a plena luz del día, las menores condenadas actuaron de mutuo acuerdo en ejecución de un plan trazado previamente para menoscabar la integridad corporal de la víctima. Así, la abordaron y tras discutir con ella le propinaron varios golpes y patadas por todo el cuerpo, originándole lesiones como esguince cervical o contusiones varias.
La menor tardó en sanar 20 días, de los cuales ocho estuvo incapacitada para sus actividades habituales, quedándole como secuela varias repercusiones psicológicas.
Aquella agresión además la grabaron con sus teléfonos móviles, difundiendo posteriormente ese vídeo. Precisamente eso sirvió para que la familia de la menor conociera lo sucedido y acudiera a la Policía Nacional para denunciar los hechos.
En noviembre de 2022 se impuso a las ahora condenadas medidas cautelares de libertad vigilada y prohibición de aproximación y comunicación con la menor y su familia hasta que se ha dictado condena.
La investigación de la Policía Nacional
Ocurridos los hechos y presentada la denuncia, fueron agentes adscritos a la Brigada Provincial de Policía Judicial (UFAM) los que esclarecieron este caso de acoso escolar, contando con la colaboración del IES Luis de Camoens que aplicó el protocolo existente.
La propia víctima fue la que confesó a los agentes que llevaba tiempo sufriendo episodios de este tipo hasta llegar a ese episodio límite que terminó con la agresión en plena calle y la humillación de la menor.
La Unidad de Familia y Mujer comprobó la violencia del vídeo y pudo ir identificando a todas las menores participantes, citándolas en las dependencias policiales y comunicando las gestiones en el juzgado.
El instituto por su parte incoó expediente a las acosadoras.
