EFE.- La Comisión Europea (CE) apuesta por «soluciones temporales» ante la dificultad de un acuerdo sobre el sistema de asilo común, para resolver situaciones como la provocada por la presencia en el Mediterráneo de dos buques con 49 inmigrantes a bordo a los que ningún país quería en principio abrir sus puertos.
El comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramópulos, explicó hoy en una rueda de prensa que esos acuerdos «temporales» entre los Estados miembros servirán de «puente» hasta que la Unión Europea cierre definitivamente la reforma del régimen europeo de asilo, bloqueada desde hace dos años.
Avramópulos elogió hoy a Malta por permitir finalmente el desembarco de las 49 personas que viajaban en los buques de las ONG alemanas Sea Watch y Sea Eye y a los países donde serán redistribuidas: Alemania, Francia, Portugal, Irlanda, Rumanía, Luxemburgo, Holanda e Italia.
También valoró los «esfuerzos» en la gestión migratoria que hacen otros Estados miembros, España en particular, que ha rescatado en los primeros días del año a cientos de inmigrantes que viajaban en pateras, recordó.
El titular europeo insistió, sin embargo, en que «no se puede seguir funcionando sobre la base de soluciones no organizadas y ‘ad hoc'» para los desembarcos, sino que hace falta un mecanismo «sostenible y previsible», como el que Bruselas trata de establecer desde hace años, pero que despierta reticencias entre algunos países miembros.
«Por ello, la CE está preparada para trabajar con los Estados miembros para establecer soluciones temporales. Nos permitirán mostrar flexibilidad con respecto a los países europeos más expuestos, sin crear un factor llamada. Servirán de puente hasta que se aplique la nueva Regulación de Dublín», indicó el comisario.
Recordó que Bruselas «no tiene competencia» para coordinar las operaciones de búsqueda y rescate de inmigrantes en el mar o para determinar los puertos donde se puede producir un desembarco.
Los acuerdos temporales, añadió, permitirán evitar «tensiones» entre los Estados miembros cada vez que se plantee la necesidad de desembarcar a inmigrantes en algún puerto europeo.
El titular europeo no dio más detalles de los planes que prepara, pero explicó que el asunto se tratará en el próximo Consejo de ministros europeos de Interior, que tendrá lugar en unas semanas.
Añadió que completar la reforma del régimen de asilo común «es indispensable» para transformar la inmigración irregular, prevenir los llamados «movimientos secundarios» entre los países de acceso a la UE y aquellos donde los inmigrantes solicitan el asilo y asegurar el funcionamiento correcto de las peticiones en ese ámbito.
En ese contexto, se mostró decidido a trabajar con Rumanía, país que desde el pasado 1 de enero y hasta finales de junio ejercerá la presidencia del Consejo de la UE.
Según la CE, las operaciones en las que interviene la UE en el Mediterráneo han ayudado a rescatar a 650.000 personas desde 2015 y a reducir en un 36 % el número de muertes con respecto a hace cuatro años.
«Debemos consolidar los progresos en 2019», dijo el comisario, que se refirió en particular a la importancia de impulsar la cooperación con países terceros para prevenir las salidas de inmigrantes y combatir los negocios de los traficantes.
En ese contexto, mencionó los acuerdos de readmisión para facilitar los retornos, algo en lo que Bruselas seguirá trabajando.
Asimismo, subrayó la necesidad de reforzar las fronteras exteriores de la UE, para lo que la CE ha propuesto incorporar a 10.000 policías a la agencia Frontex, una idea que sin embargo ha sido acogida hasta el momento con frialdad por los países.
Las propuestas «están sobre la mesa, ahora es el momento de traducir las palabras en hechos», dijo el comisario.
Las reformas en política migratoria que están estancadas desde hace años incluyen la revisión del Reglamento de Dublín, sistema que determina qué Estado miembro es responsable de gestionar las solicitudes de asilo de los inmigrantes que acceden al territorio europeo.
