El tercer sector reclama más recursos para visibilizar la LGTBIfobia
EUROPA PRESS. LA VANGUARDIA.- Un 80% del alumnado de institutos ha presenciado insultos a personas LGTBIfóbicos y un 12% reconoce haberlos hecho, según un estudio del Observatori contra l’Homofòbia con 300 estudiantes de centros de Manresa (Barcelona).
El estudio forma parte del dossier ‘La LGTBIfobia entre niños y adolescentes. Una problemática social a resolver’, que se ha presentado este martes en una jornada de la Taula del Tercer Sector, y también señala que un 70% de los encuestados ha presenciador rumores y comentarios peyorativos, por un 12% que dice haber participado.
Un 50% de los estudiantes dice haber presenciado burlas en relación con la orientación sexual, y un 8% asegura haberlas hecho, y un 20% dice haber presenciado palizas y un 2% haber participado.
El informe alerta del peligro de individualizar esta problemática social, tanto de las personas acosadas como de los acosadores, y considera imprescindible implantar programas y acciones específicas que traten el acoso escolar por orientación sexual, identidad o expresión de género y que ofrezcan más apoyos a los agentes educativos.
El dossier constata que la LGTBIfobia entre niños y adolescentes es un «fenómeno complejo y diverso que está en plena ebullición», y ha considerado que es el principal motivo para el insulto, la burla o el rechazo en los centros educativos, no solo en Catalunya sino en Europea.
Una de las conclusiones del informe es que se disponen de pocos datos sobre el acoso sexual por orientación sexual, identidad o expresión de género, lo que dificulta «dimensionar el problema» y poder adecuar y mejorar las políticas de lucha.
El dossier ha fijado una serie de carecterísticas de la LGTBIfobia entre niños y adolescentes como son la invisibilidad y dificultad de comunicación, el peligro de la «normalización» de la homofobia y la carencia de redes de apoyo.
PROPUESTAS
Ante todo ello, la Taula del Tercer Sector y la Plataforma d’Infància de Catalunya (Pincat) han reclamado más recursos económicos para hacer frente a la prevención, detección e intervención del acoso sexual por orientación sexual.
También han pedido más recursos humanos para formar personas capacitadas en el trabajo en esta problemática, asegurar una red de profesionales que trabajen tanto en el contexto educativo como en el social, la necesidad de un acompañamiento psicosocial y emocional y obtener estadísticas sobre esta problemática social, coordinándose para conseguir un registro el más homogéneo posible.