Al menos 60 inmigrantes, entre ellos un bebé y varios niños, mueren en un naufragio en Italia.

| 26 febrero, 2023

El Mundo/CARLO MACRÌ CROTONE. – No se descarta que el número de muertos llegue al centenar, ya que viajaban entre 150 y 250 personas.

Los restos del barco estaban dispersos en la playa en un radio de varios kilómetros. En el viejo barco de fabricación turca, viajaban entre 150 y 250 migrantes. Ochenta de ellos lograron salvarse, nadando hasta la orilla. Al menos 60 murieron ahogados. Entre ellos había 13 menores y un bebé recién nacido. Al cierre de esta edición las autoridades temían que la cifra final de muertos superara el centenar, ya que decenas de personas seguían desaparecidas.

«Cuando llegamos al lugar del naufragio vimos cadáveres flotando por todas partes. Rescatamos a dos hombres que sostenían a un niño. Desafortunadamente, el bebé estaba muerto» relataba Laura De Paoli, una médica que trabaja apoyando a la Guardia Costera en operaciones de rescate en el mar. «Los dos hombres que sujetaban al niño eran el hermano y el tío. Intentamos revivirlo pero sus pulmones estaban llenos de agua. Tenía siete años».

La embarcación había salido de Turquía hacía unos días y se esperaba su desembarco en la costa de Crotone (región de Calabria). Sin embargo, la noche del sábado, el mar, embravecido por el fuerte viento, impidió que los migrantes, de nacionalidad turca y paquistaní, llegaran a la playa. A sólo 100 metros de la orilla, la embarcación volcó, golpeada por las olas que alcanzaron una altura de unos cuatro metros. Algunos lograron nadar hasta la playa, otros fueron tragados por las olas.

El sábado, alrededor de las 22.30 horas, un avión de Frontex había dado la alarma , señalando la presencia de un barco en aguas internacionales, a unas 40 millas al sureste de Isola Capo Rizzuto. El informe fue recibido por las unidades navales de Crotone y por el grupo náutico de la Guardia de Taranto que se dispuso a encontrar el barco . Las altas olas impidieron que los rescatistas se acercaran .

La alarma llegó a los operativos terrestres, que cubrieron una gran zona de la costa, en un intento por rescatar a los inmigrantes. Sin embargo, poco antes de llegar a tierra, el barco se hundió. Decenas de migrantes lograron llegar a la orilla, llevando a sus hijos con ellos. Otros, abrumados por la fuerza del mar, no lo lograron.

En el centro de acogida para solicitantes de asilo en Isola Capo Rizzuto, los supervivientes recibieron ropa seca y comida. Lloraban sin hablar, envueltos en un dolor terrible y silencioso, mirando al vacío. Una mujer gritaba desesperada el nombre de su hijo que no aparecerá.

Los restos de la embarcación naufragada.
Los restos de la embarcación naufragada.Giuseppe PipitaAP

Una de las tres personas identificadas como los contrabandistas del barco naufragado fue interrogada por la fiscalía. Es un ciudadano turco. Entre los restos de la playa también se encontró el documento de otro sujeto que pudo haber huido o estar entre los desaparecidos o víctimas.

El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, viajó este domingo a Calabria y lamentó que esta «gran tragedia demuestra cómo es absolutamente necesario oponerse con firmeza a las cadenas de inmigración». «El naufragio se produjo porque el barco encalló en un bajío», explicó Piantedosi, que detalló que en el momento del accidente las olas eran de varios metros de altura.

Las reacciones a la tragedia se multiplicaron ayer, empezando por las palabras del presidente de la República, Sergio Mattarella, quien, tras expresar su «dolor» reclamó «un firme compromiso de la comunidad internacional para eliminar las causas subyacentes de los flujos migratorios; guerras, persecuciones, terrorismo, pobreza, territorios inhóspitos por el cambio climático», y arremetió contra la Unión Europea: «Es fundamental que la UE asuma por fin la responsabilidad concreta de gobernar el fenómeno migratorio para rescatarlo de los traficantes de seres humanos, involucrándose directamente en las políticas migratorias».

Por su parte, la primera ministra Giorgia Meloni calificó de «criminal» embarcar un barco «de apenas 20 metros de eslora con hasta 200 personas a bordo y con previsión de mal tiempo» y dijo que el Gobierno estaba comprometido con «evitar las salidas y con ellas que se perpetúen estas tragedias» .

El naufragio se produjo tres días después de que el Parlamento italiano aprobase un nuevo decreto migratorio, elaborado por el Gobierno liderado por los ultraderechistas Hermanos de Italia, que modifica las operaciones de socorro de los barcos de ONG. Esta nueva norma obliga a pedir la asignación de un puerto tras el primer rescate de un grupo de migrantes y a dirigirse a esa localización sin desviarse para localizar otras embarcaciones en peligro. «Es intolerable que la única vía de acceso a Europa sea el mar. La ausencia de una misión europea de búsqueda y salvamento es un crimen que se repite todos los días», fue el duro mensaje de la ONG SeaWatch.

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