ASSOCIATED PRESS.- Krzysztof Strzemeski observó en un silencio inquieto cuando su amigo de la secundaria expresó apoyo para el gobierno nacionalista de Polonia en redes sociales, seguido por publicaciones extremistas llenas de odio.
Pero cuando el alcalde liberal de Gdansk murió tras ser apuñalado en público en enero, ya no pudo contener su enojo. “Felicidades por tu perseverancia publicando porquería del ala derecha”, escribió el académico universitario de 58 años a su antiguo colega. Desde entonces, no se hablan. Las fisuras políticas de Polonia se han ampliado en meses recientes, enfrentando a los conservadores — muchos de ellos partidarios del gobierno — contra críticos liberales que acusan al partido gobernante de amenazar la democracia del país conseguida con esfuerzo al socavar la independencia del poder judicial y la prensa.
En este ambiente tóxico, han aumentado el discurso de odio y las amenazas políticas, a lo que se ha sumado el impactante asesinato del alcalde Pawel Adamowicz, crítico de las políticas inmigratorias del gobernante Partido Ley y Justicia.
Después de apuñalar a Adamowicz durante un evento benéfico el 13 de enero, el agresor tomó el micrófono y dijo que era su venganza contra el partido político opositor al que alguna vez perteneció Adamowicz. Aunque se ha insinuado que el agresor tenía problemas psicológicos, algunos críticos del gobierno culpan al acalorado discurso político de Polonia, parte del cual se ha transmitido en televisión.
Los comentaristas con frecuencia habían vilipendiado a Adamowicz por aceptar a refugiados y homosexuales, y su viuda dijo que había recibido amenazas de muerte que atemorizaban a la familia. Desde hace mucho los polacos hablan de “dos tribus” en su país en Europa central. Ahora, cada vez se menciona más una “guerra polaca-polaca”, la división más profunda desde la década de 1980, cuando el régimen comunista respaldado por la Unión Soviética intentó reprimir al movimiento libertario Solidaridad al imponer la ley marcial. Los problemas de división a los que se enfrenta Polonia son similares en otros lugares: inmigración y fronteras, aborto, la relación de la mayoría católica del país con los judíos, musulmanes y otros creyentes, y los derechos de homosexuales y mujeres.
