«Vuelve a tu país»: un hombre que persiguió con un cuchillo a una mexicana, acusado de un crimen de odio

, | 13 abril, 2017

Travis Spike Senner, con antecentes delictivos en tres estados, ha recibido cargos por asalto en segundo grado y acoso malicioso, un crimen de odio en el estado de Washington. Pero no siempre es sencillo investigar y procesar este tipo de casos.

MARÍA SÁNCHEZ DÍEZ. UNIVISIÓN.- Angélica, una mujer de origen mexicano llegó a su casa de Auburn (Washington) el pasado 31 de marzo por la mañana. Cuando estaba aparcando, se encontró con un extraño en la entrada de su propiedad. Se bajó del coche y el desconocido le preguntó de dónde era. Cuando Angélica respondió la palabra «México», el hombre perdió los estribos.

El atacante comenzó a decirle que se fuera de su país, blandió un detector de humo diciéndole que era una bomba y amenazó con «hacerla volar». Acto seguido, sacó un cuchillo del bolsillo, le dijo a la mujer que «abandonara su estado» y la persiguió por el patio delantero de la casa, gritando que iba a apuñalarla. Angélica corrió alrededor de su coche dos veces antes de ser capaz de entrar en su casa y llamar al 911. El hombre se quedó en su patio, gritando obscenidades y finalmente se marchó caminando. Poco después fue detenido a unas pocas manzanas de distancia.

«Angélica estaba visiblemente afectada, estaba llorando mientras hablábamos e incluso parecía asustada de salir de su casa para hablar conmigo», escribió el detective Stephen Bourdage en los documentos del caso, que la corte de King County facilitó a Univision Noticias (por tratarse de un caso de un crimen de odio, hemos decidido no revelar el apellido de la víctima). Además, en su declaración el policía especificó que el ataque estuvo motivado por el origen hispano de la víctima, ya que Spike no reaccionó con violencia hasta que supo cuál era el país de origen de Angélica.

El detalle que marca la diferencia

Es precisamente este detalle, que aparece descrito con claridad en la declaración, el que en menos de 72 horas ha permitido acusar a Spike, no solo de un delito de asalto en segundo grado, sino de acoso malicioso, un crimen de odio reconocido por la ley del Estado de Washington. El acoso malicioso se define como una amenaza o daño a una persona o propiedad debida a la percepción de la raza, color, religión, ascendencia, origen nacional, género, orientación sexual o la discapacidad de la víctima.

No siempre es fácil imputar cargos por un crimen de odio cuando se produce un ataque de tinte racista. En primer lugar, muchos incidentes de odio no llegan a constituir crímenes que permitan tomar medidas legales ante la justicia. Por ejemplo: las bromas, las burlas, las intimidaciones y los insultos, por dolorosos que sean, están protegidos por la Constitución como libertad de expresión, a no ser que se tornen violentos o vengan acompañados de amenazas. En el caso de que llegue a producirse un acto criminal, además, los investigadores deberán probar que la víctima se convirtió en blanco del mismo por su raza, su religión o su orientación sexual, algo que no siempre es sencillo.

Por ese motivo, los policías y detectives de King County reciben entrenamiento específico sobre cómo tratar este tipo de casos. «Es como una receta de cocina», dice Michael Hogan, fiscal que imparte este tipo de talleres. Los investigadores son entrenados a prestar atención a los ‘ingredientes’ que más tarde les podrían indicar si se encuentran ante un crimen de odio o no.

Por ejemplo, explica, es importante que recaben detalles de víctimas y testigos (en caso de haberlos) sobre el tipo de lenguaje y las palabras que usaron los atacantes en el momento de la agresión: ¿Emplearon insultos racistas? ¿Cuántas veces los repitieron? ¿Cómo de cerca se encontraban de la víctima cuando los estaban diciendo? Todos estos pormenores pueden ser importantes para un juez. «Por ejemplo, es diferente si alguien me insulta desde el otro lado de la calle que si yo estoy atrapado en una esquina y no tengo a donde ir», ejemplifica Hogan.

A pesar de que este fiscal reconoce que «la mayor parte de los crímenes de odio nunca se resuelven», la de Angélica no es la primera agresión racista contra una hispana que logra encausarse con similar prontitud en este condado. En enero, una mujer también recibió un cargo por acoso malicioso tras perseguir a una vecina latina de su vecindario a bordo de su auto mientras grababa un Facebook Live de unos diez minutos de duración en el que insultaba en varias ocasiones a los hispanos. El video permitió identificar a la mujer, hoy acusada de un crimen de odio.

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