Vox, obligada a prescindir de su candidato homófobo y negacionista

, | 22 marzo, 2019

Las críticas de la comunidad judía al seudohistoriador obligan a rectificar al partido de Abascal

MIGUEL GONZÁLEZ. EL PAÍS.- Vox ha prescindido finalmente del seudohistoriador Fernando Paz, conocido por sus posiciones homófobas y negacionistas, como cabeza de lista al Congreso por Albacete. Esta es la primera ocasión en que el partido de Santiago Abascal se ve obligado a rectificar ante la presión de la opinión pública.

El vicesecretario de Comunicación de Vox, Manuel Mariscal, candidato él mismo al Congreso, ha anunciado que el tertuliano de Intereconomía ha presentado su “renuncia irrevocable”. “Desde VOX agradecemos la altura de miras y el gesto patriótico de Fernando Paz al renunciar a su candidatura para no perjudicar este proyecto y a la vez condenamos el linchamiento político y mediático que ha sufrido”, ha dicho Mariscal. Como es habitual en Vox, su responsable de comunicación ha difundido esta declaración a través de Whatsapp sin posibilidad de formularle preguntas.

Más allá de sus opiniones sobre la homosexualidad (que considera una enfermedad), lo que ha hecho insostenible la candidatura de Paz es su postura sobre el Holocausto, que minimiza y relativiza. Una delegación de Vox, encabezada por su responsable de Relaciones Internacionales, Iván Espinosa de los Monteros, realizó recientemente una gira por Estados Unidos con el objetivo de estrechar relaciones con los círculos más conservadores del Partido Republicano y recaudar fondos. La candiatura de Paz ponía en riesgo este último objetivo ya que en dicho país cuestionar el Holocausto es una línea roja que ninguna fuerza política, salvo los neonazis, puede traspasar.

En España, la Federación de Comunidades Judías, institución que representa a los 40.000 judíos españoles, mostró el pasado miércoles su preocupación por la decisión de Vox de presentar al seudohistoriador Fernando Paz, “cuyas declaraciones revisionistas y negacionistas del Holocausto» calificó de “lamentables e inaceptables”. Las críticas ya no venían solo de los partidos de izquierdas, las feministas o los homosexuales, sino de una comunidad como la judía con tradicionales buenas relaciones con la derecha política y económica.

La Federación recordó que Paz “ha calificado de farsa los juicios de Núremberg a los jerarcas nazis, ha cuestionado el asesinato masivo de seis millones de judíos, ha dejado claras sus sospechas de que los judíos no murieron en las cámaras de gas sino a manos de los habitantes de Europa del Este y ha negado el origen racista del Holocausto”.

La institución que agrupa a los judíos españoles subrayó que “en cualquier país de Europa donde se ha hecho justicia sobre este traumático capítulo de la historia es inadmisible que una persona con este pensamiento se postule a un cargo de representación pública”.

El antisemitismo es un asunto más controvertido en el seno de la ultraderecha europea. Jean-Marie Le Pen fue expulsado del Frente Nacional francés que había fundado por su propia hija y sucesora, Marine Le Pen, por calificar las cámaras de gas de «detalle de la historia».

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