Una pareja gay de Vigo lleva a juicio por homófobo a un vecino que se quejó de su ruido.

, | 27 octubre, 2022

Atlántico.- El acusado admitió un conflicto con  la pareja gay que vive al lado pero por el volumen de la música  de noche mientras los dos jóvenes afirmaron que les llamó “maricones de mierda”.

Un conflicto vecinal por ruidos derivó ayer en un juicio por un presunto delito de trato degradante por homofobia.  En el banquillo, un vigués al que la pareja gay  que reside al lado acusa de un ataque a su integridad moral  por llamarles “maricones de mierda”. El acusado negó ayer en sala haber arremetido contra los dos hombres por su condición sexual,  y afirmó que el enfrentamiento tiene que ver con el exceso de ruido en la vivienda, con música y televisión a un volumen excesivo a altas horas de la noche.

El hombre relató cómo se compró una vivienda en Bembrive y en 2021 se fue a vivir con su familia, “para estar tranquilos, porque mi mujer tenía un embarazo de riesgo y ya había perdido un bebé, pero empezaron los problemas de ruido”. Afirmó que tuvo que ir en dos ocasiones a llamarles la atención a los jóvenes de la casa de al lado, cuya condición sexual no conocía (dijo) hasta que llegó la denuncia. “La primera vez eran las dos de la mañana, les expliqué la situación de mi mujer, que tenía una niña durmiendo y que yo trabajaba temprano y bajaron el volumen de la televisión. Pero la situación se repitió”, explicó. Este vigués, que no pudo contener las lágrimas durante la vista, contó cómo  en una segunda ocasión “a las tres de la mañana, ya fui de mal humor, y golpeé la puerta pero les llamé sinvergüenzas, la música estaba tan alta que temblaban las paredes, no les dije nada de maricones”.  Durante su testimonio contó que tuvo que llamar varias veces a la Policía, “dejaban el volumen a tope incluso cuando no estaban en casa”.  Asimismo  afirmó que habló con los caseros para que tomaran medidas y envió un burofax con el objeto de que cesaran los ruidos, “me dijeron que tenía que entenderles porque eran jóvenes”.  Finalmente, interpuso una denuncia en Urbanismo porque “los ruidos nos llegan por una ampliación ilegal de la casa».

Por su parte, los denunciantes aseguraron que aunque fue la Policía “vio que no había problemas” y  que “insinuó al casero que tenía que echarnos, le dijo que tenía nuestras voces en su cabeza y que éramos unos maricones de mierda”, algo que corroboraron los dueños de la casa.

“Si yo viviera con mujer e hijos esto no hubiera pasado”

Uno de los denunciantes dijo que desde el conflicto con el vecino está de baja, “tengo miedo, no me atrevo a salir solo” y  que “si yo viviera con una mujer y dos hijos esto no hubiera pasado”. Afirmó que aunque ponían música era en el sótano y no tan tarde y que lo de “maricones de mierda” lo escuchó hasta en dos ocasiones. Su pareja declaró, respecto a la actitud de su vecino, “que se notaba odio por las miradas” y que sabía que eran pareja porque los caseros les presentaron y “porque nos veía entrar y salir de casa”.  La Fiscalía pidió la absolución al entender no probados los hechos y en todo caso de haberse producido no iban dirigidos a degradar su condición sexual sino como falta de respeto o de vejaciones, ya despenalizadas. La defensa también pidió la absolución, mientras la acusación particular pidió condena que puede llevar cárcel al entender que hubo un trato degradante y se le dio publicidad.

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