La mayor, de 15 años, tuvo que ser trasladada al hospital tras recibir patadas, manotazos y un empujón que le hizo caer y golpearse la cabeza
JUAN CANO. DIARIO SUR.- Una mujer ha denunciado ante la Guardia Civil la agresión sufrida por sus dos hijos –un chico y una chica de 14 y 15 años, respectivamente– en la puerta del instituto donde estudian, el IES Licinio de la Fuente, en Coín. La madre de los menores ha identificado a cuatro de los supuestos autores del ataque, en el que, según sostiene, participaron cinco menores más, todos compañeros del mismo centro educativo.
Los hechos sucedieron minutos después de las tres de la tarde de este miércoles, cuando los alumnos se dirigían desde el instituto a la residencia para comer. El hijo de la denunciante se encontraba acompañado de una de las profesoras del centro, que además es su tutora, cuando fue abordado por unos compañeros de clase, los cuales habrían empezado a agredirlo y a dirigirle insultos despectivos de carácter racista (es rumano), siempre según la versión de la madre, quien precisa que la docente hizo «todo lo posible» por separarlos.
Su otra hija, al ver que estaban pegando al hermano, se metió a defenderlo, pero se vio rodeada por cinco jóvenes. La denuncia, que investiga la Guardia Civil de Coín y a la que ha tenido acceso SUR, detalla que el grupo comenzó a zarandearla y a propinarle «manotazos y patadas». La menor se golpeó la cabeza contra la pared por un empujón, lo que le hizo caer al suelo y perder temporalmente el conocimiento. Según la madre, dos primos de las víctimas trataron de intervenir, pero fueron sujetados por varios menores de la pandilla de los agresores. «Estaba todo planeado», afirma.
Ante el revuelo formado, una patrulla de la Policía Local se presentó en el lugar y pidió inmediatamente una ambulancia para socorrer a la joven, que fue trasladada al centro de salud de la localidad. Aunque recuperó el conocimiento al poco tiempo, los médicos optaron por derivarla al Hospital Clínico para que le hicieran pruebas neurológicas y descartar alguna lesión interna, ya que se quejaba del fuerte dolor de cabeza por los golpes, que le han dejado varios hematomas y una contusión nasal. Esa misma noche recibió el alta médica.
El origen de la agresión pudo ser un incidente previo que su hermano –que no sufrió lesiones– tuvo en clase con uno de los supuestos autores, quien, según la madre, le dijo que al salir lo esperaría en la puerta. Según la denunciante, los miembros de esta pandilla «van de matones» y suelen ser expulsados del instituto por su comportamiento «agresivo».
