Una marcha de antorchas fascista alarma al barrio más emblemático para la izquierda en València

| 11 octubre, 2020

JOAN CANELA. PÚBLICO.- Benimaclet, situado al norte de València y pegado a la huerta que rodea la ciudad, mantiene todavía cierto aire de pueblo a pesar de que, en realidad, ya hace 50 años que dejó de ser una pedanía de la capital. Desde entonces está definitivamente unido a su trama urbana y hoy es, en buena medida, un barrio de estudiantes. También es un barrio emblemático por la solidez de su tejido asociativo y un bastión de los movimientos sociales de izquierdas, que mantienen abiertos diferentes ateneos y asociaciones culturales.

Una realidad que no ha pasado desapercibida a los grupos de extrema derecha, que han optado por este barrio para convocar una marcha de antorchas en conmemoración del 12 de octubre y pedir la dimisión del Gobierno. En mensajes en las redes sociales se deja claro que la marcha busca la confrontación con la izquierda, que, a su parecer, «turba la tranquilidad de los vecinos».

En el barrio, sin embargo, lo que ha generado intranquilidad es la convocatoria ultra. Desde la Asociación de Vecinos de Benimaclet se ha pedido formalmente a la Delegación del Gobierno que «no autorice la marcha» o que, en caso contrario, garantice la seguridad del distrito y sus habitantes con «suficiente presencia policial». Una petición que no ha recibido ninguna respuesta oficial.

«Este es un barrio muy reivindicativo, con luchas importantes en defensa de la huerta, con iniciativas autogestionadas y no es casualidad que vengan aquí, puesto que somos un foco de todo aquello que odian», explica Àngels Mata, activista de la Asamblea Feminista de Benimaclet. Desde la asociación de vecinos, Enric Sanchis considera que los fascistas van «allá donde piensan que tendrán una acogida hostil y el barrio lo es», y que, en consecuencia, «busca la provocación». Sanchis recuerda que los mismos grupos ya se manifestaron en Benimaclet hace diez años [concretamente el 20 de noviembre del 2010] con el resultado de diferentes agresiones: «A los de la asociación que pusimos la cara casi nos la rompen». Por eso avanza que denunciarán cualquier amenaza y piden al vecindario que muestre su «absoluto desprecio e ignorancia» a la extrema derecha dejando las calles vacías.

Estos hechos de hace una década todavía son muy presentes por muchos vecinos. Entonces varios comercios y entidades sufrieron amenazas y daños y otros tuvieron que cerrar, pero mucha gente también recuerda que los hechos unieron más en el barrio y la manifestación fascista fue un auténtico fracaso con solo unas decenas de participantes. «Esta gente siempre da miedo –continúa Mata-, no se puede hablar, pero no vamos a echarnos atrás. Estamos aquí juntas y fuertes».»Frente al odio, nuestra respuesta será trabajar más por la diversidad»

Un mensaje similar al de Maria Flores, presidenta de la Asociación de Famílias de Alumnos del colegio Pare Català: «Frente al odio, nuestra respuesta será trabajar más por la diversidad, con más energía, con más cuidados, y esto nos hará más y más fuertes». Flores también destaca el papel de la educación en el momento de «trabajar por el objetivo de una escuela pública más abierta, integradora y libre que se opone a los mensajes del racismo, el machismo y la intolerancia». Desde La Figuera, una asociación que trabaja en la educación en el ocio, Teresa Mata también incide en esta importancia de la educación como fórmula para generar «discursos alternativos en torno a hechos como el del 12 de octubre», y encuentra «interesante la respuesta del barrio a acciones como esta que buscan la confrontación».

Respuesta social

Más de un centenar de entidades y colectivos, tanto del barrio como de toda València, han firmado un manifiesto titulado Benimaclet lliure d’odi (Benimaclet libre de odio), que rechaza la convocatoria fascista, y han anunciado una jornada alternativa. El manifiesto también hace hincapié en la fecha escogida –el Día de la Hispanidad- para denunciar «la efeméride colonial» y rechazar la Ley de Extranjería.

«No es casual que esta marcha sea en Benimaclet. Es una clara provocación en un barrio popular y con muchos proyectos vecinales basados en valores de inclusión. Precisamente los valores que confrontan la intolerancia de los que quieren venir el lunes», explica en Público una portavoz de la plataforma que impulsa esta respuesta. Y remata: «Queremos demostrar que la calle también es nuestra y que no nos encerraremos en casa por el hecho que ellos vengan, así que vamos a tomar el barrio de forma pacífica y jovial».

Durante la jornada se pintará un mural en la plaza de Benimaclet, con la participación de los niños del barrio, y a partir del mediodía se harán actividades lúdicas como un trivial feminista o un taller de serigrafía. A las 6 de la tarde hay convocada una concentración con el mismo lema que el manifiesto. También han animado a todo el vecindario a responder con ruidos de cazuelas desde los balcones al paso de la marcha de antorchas.

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