Una enfermera sufre discriminación laboral en un hospital de Reino Unido por llevar un collar con la cruz

, | 12 enero, 2022

COPE.- Obligada a abandonar su puesto de trabajo por llevar puesto un collar con una cruz que sella su fe en Cristo. Parece mentira que esto suceda en pleno siglo XXI en lo que conocemos como el Primer Mundo. Pero ha sucedido en Reino Unido. La víctima, una enfermera católica de nacionalidad nigeriana, Mary Onuoha, que trabajaba en el Hospital Universitario de Croydon desde hace 19 años.

Tras dos años de batalla legal contra el centro de salud, el pasado 5 de enero la justicia británica daba la razón a la enfermera. En el fallo, se recoge la discriminación y acoso que sufría Mary Onuoha en su puesto de trabajo por expresar su fe.

‘Employment Tribunals’, un juzgado independiente en Reino Unido para disputas sobre derecho laboral y casos de despido improcedente, discriminación o deducciones injustas del salario, señaló que el trato recibido hacia la enfermera por sus superiores fue “directamente discriminatorio” e indicó que su renuncia forzada fue un “despido constructivo”.

La empleada nigeriana se vio obligada a abandonar su puesto tras enfermar de estrés, sufrir una constante discriminación y acoso laboral en el hospital, que incluyó instrucciones de retirarse o cubrir el collar y la cruz, amenazas de despido y su reubicación injustificada a un área administrativa. Incluso una gerente del centro hospitalario interrumpió la cirugía de un paciente bajo anestesia general para exigir a Mary Onuoha, que participaba de la operación, que se quite el collar que llevaba.

El área legal de Christian Concern, que se encargó de llevar al tribunal el caso de Onuoha contra el hospital, ha mostrado su satisfacción por el veredicto que fortalece el principio legal de que los empleadores no pueden discriminar a los empleados por “manifestaciones razonables” de fe en el lugar de trabajo.

En una audiencia realizada en octubre de 2021, el fideicomiso argumentó que el collar con la cruz había presentado un riesgo de infección, pero el tribunal concluyó que ese riesgo era “muy bajo”.

Onuoha nació en Nigeria y se mudó al Reino Unido en 1988. La enfermera, de 61 años, comentaba en una entrevista concedida este 9 de enero al periódico Daily Mail, que la cruz fue un obsequio de su bautismo que la “acompaña desde hace más de 40 años”.

“Cada vez que miro la cruz pienso en Jesús, su amor, cuánto me amó y la necesidad de que yo también lo ame”, dijo. “Es parte de mí y de mi fe, y nunca ha causado daño a nadie”, agregó, y recordó que lo que vivió “siempre ha sido un ataque a mi fe”.

Además, aseguró que su fe católica era lo más importante para ella como persona. “Soy una mujer fuerte, pero me han tratado como a una criminal”, dijo. “Me encanta mi trabajo, pero no estoy dispuesta a comprometer mi fe”, agregaba la enfermera.

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