EUROPA PRESS.- Un testigo directo del asesinato del joven rumano Gigi Musat, quien falleció el 11 de septiembre de 2009 en La Cabrera, ha asegurado en el juicio que los acusados del crimen le pisotearon la cabeza y ha destacado que el chico no pudo defenderse porque estaba «borracho perdido».
«Yo no entendía cómo alguien podía pegar así a otra persona en ese estado», ha afirmado en la segunda sesión de la vista oral que se celebra en la Audiencia de Madrid. Alberto P. y Javier B. se enfrentan a una petición fiscal de 17 años de prisión por un delito de asesinato.
Las acusaciones en el juicio, ejercidas en nombre de Movimiento contra la Intolerancia y de la familia, elevan la solicitud de pena a 25 años de prisión al apreciar las agravantes de ensañamiento y xenofobia. Los dos acusados se encuentran en libertad provisional.
En la prueba testifical, ha comparecido la persona que esa noche se encontraba con Gigi, así como otro joven que presenció la pelea entre los procesados y la víctima. Ambos han coincidido en señalar que Alberto comenzó la pelea y que le propinó un fuerte puñetazo que le tiró al suelo.
El amigo de Gigi ha reatado que se encontraba en la plaza cuando un grupo de chicos rodearon a su amigo sin mediar palabra. «Se dirigieron a él y le provocaron», ha comentado y ha agregado que uno de los acusados, al que se ha referido como el bajo del grupo, le propinó un puñetazo que le tiró al suelo.
«Le pegaban una bajo y otro gordito. Le daba patadas, pisotazos», ha destacado, si bien ha reconocido que no recordaba muy bien lo que pasó. «Se fueron y no se interesaron si estaba bien. Yo vi que ya no le palpitaba el corazón», ha dicho.
En instrucción, este testigo manifestó que escuchó a los acusados decir: «Nos hemos cargado a este rumano de mierda». También contó que los agresores se dirigieron a Gigi al grito de «te vas a enterar como somos los españoles» y «te vamos a quemar». Hoy no recordaba que se dijeran estas expresiones.
INDEFENSA
El que sí recordaba con exactitud lo que pasó era otro joven, que vio perfectamente cómo los acusados le pisotearon la cabeza, a pesar de que la víctima estaba «borracho perdido». Este testigo ha relatado que estaba en un bar con unos amigos cuando vieron al otro grupo en el que estaban los acusados. «Querían montarla, pero se fueron», ha señalado.
Tras unos minutos, escucharon gritos en el exterior y salieron a la plaza. «Un chaval empezó la pelea. Gigi estaba sentado y se levantó. Uno de ellos le dio un puñetazo y éste se cayó. Se levantó y otro le dio otro puñetazo. En el suelo le pisotearon la cabeza. Yo e puse en medio para separarles», ha relatado.
«Gigi no se pudo defender estaba borracho perdido. Yo no entiendo como alguien pega a una persona tan borracha. Cuando nos fuimos el chaval se moví», ha agregado.
En su declaración ante el tribunal, los procesados defendieron ayer su inocencia y manifestaron que la víctima se cayó en el transcurso de una pelea y se golpeó en la cabeza contra el pavimento. Las acusaciones sospechan que el crimen se produjo por motivos racistas.
RELATO DEL FISCAL
Según el fiscal, los acusados se encontraban caminado por la Plaza Mayor de La Cabrera junto a unos amigos sobre las 01:00 horas del 11 de septiembre de 2009. En esa misma plaza se encontraba tomando cerveza en un bar un ciudadano rumano acompañado de otra persona.
El procesado Alberto P. se enfrentó a él con insultos racistas y el ciudadano rumano, que se encontraba bajos los efectos del alcohol, acabó en el suelo después de que ambos entablaran una pelea y Alberto le noqueará con un fuerte puñetazo.
Una vez en el suelo, tanto Alberto P. como Javier B., le pisotearon violentamente varias veces en la cabeza con el decidido propósito de causarle la muerte. Como consecuencia de la agresión, la víctima del brutal ataque sufrió una hemorragia subaracnoidea e intraventicular que le causó la muerte.
Los dos procesados fueron detenidos, puestos a disposición judicial y conducidos a prisión provisional. En marzo y abril de 2011, respectivamente, ambos lograron la libertad provisional con medidas cautelares.
