Un muerto y dos heridos graves en una pelea multitudinaria en Badalona

| 28 octubre, 2019

Diversos testigos han relatado un enfrentamiento con catanas, cuchillos y bates de béisbol

REBECA CARRANCO. EL PAÍS.– Irene, de 34 años, tiene todavía mal cuerpo. La llamó por la noche Jean Pierre, camarero del bar del que ella es encargada y donde ahora está sentada, avisándola de lo que pasaba. Al aparcar el coche, vio a un chico que decía «me muero, me muero» y que corría pidiendo auxilio a la policía. «Llevaba la camiseta de color rojo vino, chorreando de la cabeza a las piernas», explica. Cuando llegó al bar, solo unos metros más allá, otro joven escondido detrás de un pilar repetía lo mismo: «Me decían que no me acercase, ¿pero como no me iba a acercar si estaba gritando que se moría?». Tenía al menos seis cuchilladas, según el relato de Jean Pierre, que también lo vio. «Se le abría la piel con la carne», describe Irene, que le tomó el pulso, a la espera de que llegase la ambulancia.

La batalla no duró más de 10 minutos, cuenta un grupo de vecinos, que comentan en corrillo lo sucedido. «A uno lo dejaron en una esquina y le dieron sin parar», explican entre ellos. «Fue duro de ver», dicen, el enfrentamiento, del que se dieron cuenta por los gritos que se colaban por sus balcones. No dudaban de que la pelea había acabado muy mal. Llamaron a la policía, pero ninguno se atrevió a bajar a la calle. Nunca antes habían visto algo similar. 

Por las redes sociales han corrido diversas imágenes de la batalla, donde se ve a una treintena de personas peleando en la calle, armados. Los testigos hablan de catanas, hachas, bates de béisbol y cuchillos. En la zona, una vecina ha hallado por la mañana uno de esos cuchillos, ensangrentado. «No venían a pelearse, iban a matarse», resume Irene. Dos de los heridos huyeron en metro, donde acabaron siendo atendidos por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

El 9 de febrero, un hombre de origen dominicano falleció después de una pelea en Barcelona. Los Mossos atribuyen la muerte a un conflicto precisamente por el control del espacio entre grupos dedicados al tráfico de drogas. La víctima murió apaleada presuntamente por un grupo de paquistaníes. 

La policía catalana ha llevado a cabo diversas operaciones contra clanes paquistaníes que se enfrentan en la calle por el control de las zonas donde se venden latas y drogas. En septiembre de 2017, los agentes arrestaron a miembros de una banda de lateros enfrentada con otro grupo llegado de Italia, con quienes protagonizaron peleas multitudinarias. Varios de los arrestados en aquella operación vivían en Badalona.

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