Un juez libera el barco de la ONG Proactiva Open Arms, inmovilizado en Sicilia

| 16 abril, 2018

El buque permanecía retenido en el puerto siciliano de Pozzallo, hasta donde llegó con 218 inmigrantes

CARLOS GARFELLA. DANIEL VERDÚ. EL PAÍS.- Un mes entero atracado en el puerto siciliano de Pozzallo sin poder llevar a cabo su labor de rescate de migrantes en el Mediterráneo. El barco de la ONG Proactiva Open Arms, la única organización española que se dedica a este delicado trabajo, había sido inmovilizado y parte de su tripulación acusada de favorecer “la inmigración clandestina” y de “asociación criminal” por negarse a entregar a los náufragos a Libia. Esta mañana, sin embargo, el juez instructor de la localidad siciliana de Ragusa, Giovanni Giampiccolo, ha ordenado su liberación.

La ONG ha confirmado a EL PAÍS la decisión del juez que rechaza así la orden de incautación establecida el 27 de marzo por la fiscalía de Ragusa. La embarcación había sido inmovilizada de manera cautelar el pasado 17 de marzo tras atracar en el puerto de Pozzallo para desembarcar a 216 inmigrantes y se abrió una investigación a la jefa de misión, Anabel Montes, el capitán, Mark Reig y a un responsable de la organización. La fiscalía de Ragusa decidió entonces examinar de nuevo el caso y decidir si pedía una nueva orden de inmovilización cautelar o, en caso contrario, decaería la incautación vigente.

El barco de la organización catalana atracó en el puerto italiano tras un largo incidente con unidades de guardacostas de Libia cuando emprendía un rescate de inmigrantes a unas 73 millas de la costa libia, muy lejos de su jurisdicción. El 15 de marzo había recibido un aviso del Centro de Coordinación de Rescate Marítimo de Roma para rescatar una embarcación a la deriva. La consigna era que la operación sería coordinada por los guardacostas libios. Pero la ONG llegó primero y empezó a rescatar a los migrantes. Cuando aparecieron los guardacostas libios –ya habían subido a bordo a 25 mujeres y 7 niños- comenzó una disputa que duró tres horas y en la que mediaron amenazas de muerte, según la ONG. Luego la disputa se trasladó a los puertos italianos, que no permitían su regreso. Finalmente lograron desembarcar a los 218 náufragos eritreos rescatados en el puerto de Pozzalo, lugar en el que quedó inmovilizada la nave.

Ha pasado un mes y en la zona migratoria más letal del mundo ya prácticamente no queda ninguna ONG trabajando. El peso de la crisis migratoria soportado por Italia ha levantado una corriente política y social hostil a estas prácticas. Ahora, Gimpiccolo ha ordenado la liberación del barco de Proactiva Open Arms, una de las pocas organizaciones que había resistido, rechazando la petición de la Fiscalía de Catania, según la cual la Open Arms tenía el objetivo de salvar y trasladar a los migrantes a Italia violando los acuerdos establecidos. Pero el juez no ha apreciado ninguno de estos delitos y considera que se actuó por «estado de necesidad». El magistrado argumenta que ni Malta ni Libia, las otras dos opciones, eran puertos seguros para el desembarco de los migrantes que habían rescatados en el Mar Mediterráneo.

La abogada de la organización, Rosa Emanuela Lo Faro, señala a este periódico las vías que se abren ahora. «En este momento el juez de Ragusa habla de la nave y la ha liberado. No hay nada contra la tripulación más que el aviso de una investigación. En su auto dice que no hay delito de asociación criminal como tampoco la hipótesis más leve de favorecer la inmigración clandestina. De hecho, el juez de Ragusa dice que hay un estado de necesidad previsto del articulo 54 del código penal. Sostiene que quien salva vidas humanas en estado de necesidad no comete ningún crimen. Open Arms lo único que pudo violar son las normas administrativas que derivan del código de conducta de Minniti [el ministro del Interior italiano]».

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha celebrado hoy en Luxemburgo la decisión de la justicia italiana. «No puede haber otra valoración que la satisfacción. Siempre hemos defendido que la actividad de Open Arms era una actividad lícita con arreglo al derecho internacional», ha dicho el ministro en una rueda de prensa durante la reunión de ministros europeos de Asuntos Exteriores. Hace un mes, tras la incautación preventiva del barco, Dastis pidió «aclarar lo ocurrido» y sostuvo que “recoger personas en alta mar en una misión de salvamento y rescate no nos parece algo que pueda objetarse”. 

Pero tal y como ha explicado en su cuenta de Twitter el fundador de Proactiva Open Arms, Oscar Camps, continúan las investigaciones de la fiscalía de Catania. «Es sólo un primer paso y una buena noticia. El Open Arms queda liberado, pero las investigaciones de la fiscalía de Catania por organización criminal y la de Ragusa por fomentar la inmigración ilegal continúan, seguimos necesitando todo el apoyo».

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido en los últimos dos años en el bastión principal de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de las patrulleras europeas. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), organismo vinculado a la ONU, más de 171.635 inmigrantes irregulares lograron cruzar a Europa en 2017, mientras que 3.116 desaparecieron en el mar. Solo en el primer mes de 2018, más 5.900 han logrado llegar a las playas y más de 318 han perecido en el intento.

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