La Vanguardia.- ¿Cuándo se considera discriminación laboral?
Se considera discriminación laboral cuando, dentro de una empresa, existe un trato desigual a uno o varios empleados por razones que no tienen que ver con su valía como trabajador, sino con su etnia, raza, religión u otros aspectos del ambito personal. En España, tres de cada cinco trabajadores aseguran haber sufrido discriminación en su trabajo, especialmente por razones que tienen que ver con la edad, la apariencia física, el género y la inclinación política.
La discriminación laboral es un asunto muy grave que atenta directamente con el artículo 14 de la Constitución Española, aquel que garantiza la igualdad entre ciudadanos. Es por ello que la ley española protege a los trabajadores ante cualquier caso de discriminación en el trabajo. Por ejemplo, el Estatuto de los Trabajadores estipula que queda prohibida la discriminación por motivos de sexo, estado civil y familiar, orientación sexual, origen racial o étnico, condición social, idioma, edad, estado de salud desfavorable o discapacidad, creencia o religión, opinión política o de otra índole, y la afiliación sindical. Incumplir esta ley puede suponer una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de 12 a 24 meses, tal y como indica el artículo 314 del Código Penal.
Tipos de discriminación laboral
Los tipos de discriminación laboral son de índole muy variada. Pueden ocurrir por razón de nacionalidad u origen étnico, de género, de edad, de maternidad, de religión, de ideología, de orientación sexual, de identidad sexual, de estatus social, de enfermedad, de discapacidad o, la más conocida, de acoso sexual. Es por ello que es sumamente importante que en las empresas se tomen medidas para evitar la discriminación.
Algunos ejemplos de discriminación en el trabajo podrían ser cuando se elimina a alguien de un proceso de selección por pertenecer a una raza o etnia concreta, cuando no se toman en serio las opiniones de una compañera por ser mujer o cuando se le dan los peores horarios laborales o un salario inferior a alguien por razón de sexo o edad.
Existe también un tipo de discriminación llamada discriminación positiva en la que se dan facilidades a determinados colectivos que, por normal general han estado discriminados. Estas políticas fomentan, por ejemplo, la contratación de personas con discapacidad a través de beneficios fiscales y económicos. Esta discriminación no se considera delito y existe precisamente para eliminar la discriminación.
¿Qué hacer cuando alguien sufre discriminación?
Si una persona recibe discriminación en su trabajo, del tipo que sea, lo que debe hacer es informar de inmediato al departamento de recursos humanos correspondiente, no sin antes reunir las pruebas y testigos necesarios que corroboren su versión de los hechos. Se aconseja incluso apuntar las fechas y las horas de los momentos en los que se produjeron los hechos, de manera que todo quede debidamente documentado. Esto es así porque no sirve solo con acusar para probar que la discriminación se está llevando a cabo: hace falta respaldar la acusación.
Ahora bien, en el caso de que el departamento de Recursos Humanos o los superiores no hagan nada al respecto, siempre se puede recurrir a la vía judicial o a la pública, ya que todos los trabajadores están amparados por la Ley y la discriminación puede llegar a considerarse delito.
¿Cómo hacer una denuncia por discriminación laboral?
Hacer una denuncia por discriminación laboral dependerá de la meta se desee alcanzar. Si la persona que recibe discriminación quiere seguir trabajando en la misma empresa, pero terminando con el caso de discriminación, lo mejor es poner una denuncia en Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Esta opción no supone ningún coste económico y no tiene por qué terminar en juicio, pero requiere que el empleado se identifique para que la investigación se lleve a cabo. Por ello, es crucial que el denunciante haya recopilado pruebas de que existe una situación de acoso o discriminación. También es posible denunciar anónimamente, pero en este caso no se considera denuncia sino comunicación, y corre a cargo de la Inspección el tomar o no cartas sobre el asunto
La segunda opción es ir por la vía judicial y demandar a la empresa en el Juzgado de lo Social. Para ello es imprescindible ir acompañado de un buen abogado laboralista que pueda garantizar que el caso terminará siendo favorable para el trabajador. Por esta vía puede conseguirse una indemnización si la sentencia es favorable a la víctima.
