Terror neonazi en Alemania

, | 18 junio, 2019

La sospecha de que el asesino del político cristianodemócrata Walter Lübcke no actuase solo ha hecho saltar todas las alarmas

CARMEN VALERO. EL MUNDO.- El asesinato del político cristianodemócrata Walter Lübcke a manos de un neonazi mantiene en jaque a las autoridades alemanas de Interior, que intentan reparar con una investigación «en todas las direcciones» el fracaso en la lucha contra el terrorismo de extrema derecha que manchó su reputación el 4 de noviembre de 2011. Ese día, Alemaniadescubrió por casualidad la existencia de una cédula de extrema derecha que, alimentándose en la clandestinidad a base de atracos y robos, se había cobrado desde 1999 la vida de nueve personas, en su mayoría de origen turco, y la de una policía. Se trató del Nacionalsocialista Clandestina» (NSU),organización terrorista que había pasado desapercibida incluso a los servicios secretos de Interior (BND).

La sospecha de que Stephan E., el neonazi de 45 años que disparó en la cabeza a Lübcke, no actuara en solitario ha desatado todas las alarmas. «Se investiga en todas direcciones», asegura el ministro de Interior, Horst Seehofer. La Fiscalía federal parte de la base de que el asesinato de Lübcke tuvo una motivación política a tenor de la biografía del sospechoso, pero el fantasma del NSU planea sobre una investigación con carga política.

Eso explicaría que desde el Ejecutivo de la canciller Angela Merkel se haya pedido prudencia y no extraer conclusiones precipitadas, después de que la oposición parlamentaria de Verdes y La Izquierda decidieran aprovechar el caso Lübcke para convocar una reunión de la Comisión de Interior del Bundestag ante las sospechas de un entramado de extrema derecha con posibles ramificaciones en el Ejército.

La canciller ha evitado pronunciarse acerca de esa iniciativa, que añade aceite a la hoguera que va prendiendo al ambiente político alemán, cargado de incertidumbre. A ello se han sumado nuevos rumores sobre la salud de Merkel, a quien este martes se le vio temblar de piernas y manos mientras daba la bienvenida al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. Las imágenes de la canciller bajo el sol, con signos de debilidad física y sujetándose las manos mientras sonaba el himno nacional, han dado rápidamente lugar a todo tipo de comentarios. Merkel, que ha recibido a Zelensky en vísperas de la cumbre europea del jueves en Bruselas, en la que se debatirá también de las sanciones a Rusia, ha explicado después que había sufrido una falta de líquidos. «Estoy bien, me he bebido al menos tres vasos de agua, que parece que me faltaban», ha dicho.

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