Tennys Sandgren: “No soy racista, solo sigo a Cristo”

, , | 25 enero, 2018

El estadounidense, eliminado en los cuartos de Australia, levanta una polvareda por sus vínculos con asociaciones de marcado perfil xenófobo: «Soy un cristiano firme, solo queréis demonizar», se defiende

ALEJANDRO CIRIZA. EL PAÍS.- A la grada de Melbourne Park se le hizo un ligero nudo en la garganta, ligero pero nudo al fin y al cabo. Roger Federer, querido allá por donde pisa y por supuesto también en Australia, comenzó su partido de cuartos de final contra Tomas Berdych trastabillado. En un torneo en el que se han sucedido las sorpresas, el 5-2 de partida frente al checo produjo mareos ante la posibilidad de que el hombre que puede darle más lustre al próximo domingo, día final, pudiera ser eliminado. ¿Y si Roger cae? Nadal ko, Muguruza out, Djokovic y Wawrinka apeados, también los jovenzuelos como Zverev o Thiem… Y Andy Murray y Serena Williams observándolo todo desde sus casas.

¿Y si cae Federer? Pensamiento pasajero, volatilizado por el suizo con una nueva victoria (7-6, 6-3 y 6-4 en 2h 14m) y el billete para las semifinales, en las que se medirá al surcoreano Hyeon Chung, el tenista de las gafas y las 20 dioptrías. El sueño de este, por cierto, sigue muy vivo. “Por favor, apoyadme también el viernes”, bromeaba después de reducir por 6-4, 7-6 y 6-3 al 97 del mundo, bajo sospecha y objeto de muchas críticas. Es Tennys Sandgren, uno de esos jugadores perdidos en los vaivenes del ranking, sin pena ni gloria hasta que estos días trascendió su nombre por su remarcable actuación en Melbourne.

Resulta que este tenista de 26 años, profesional desde 2011 y natural de Tennessee (la profundidad sureña de los EE UU), está acusado por algunos sectores de la sociedad estadounidense de simpatizar con la extrema derecha y los supremacistas norteamericanos, algo que negó después de caer contra Chung. Se le asocia con movimientos ultraconservadores –entre ellos, el Atl Right Movement: “Encuentro interesantes algunos de sus contenidos, pero no soy un seguidor”, dijo– y se le reprocha que después de que su nombre saliera a la palestra, al lograr el pase a los cuartos de un Grand Slam, borrase varios tuits con intencionalidad racista, xenófoba y homófoba. “Tropecé con un club gay anoche, mis ojos aún siguen sangrando…”, redactó en 2012.

El pasado lunes, tras el triunfo en los octavos, un periodista le preguntó por esta cuestión y él negó cualquier vínculo. “El hecho de que sigas a alguien en Twitter [él, por ejemplo, a Tommy Robinson, líder una organización de extrema derecha llamada English Defence League] no quiere decir que estés de acuerdo con todos sus planteamientos, es una locura pensar eso”, se defendió. “Si ves un canal de noticias”, continuó, “tampoco significa que estés a favor de todo lo que emite. Puedes preguntarme por mis creencias si quieres, pero no puedes decir: sigues a esta persona, ¿quién eres? Mira, soy un cristiano firme, apoyo a Cristo y le sigo. Eso es todo. No soy racista, como cristiano no puedo serlo. Encuentro interesantes algunos contenidos de la teoría de la derecha, pero no lo soy. Como cristiano no apoyo esas cosas”.

Serena Williams: “Cambio de canal…”

La defensa de Sandgren quedó plasmada finalmente en un escrito que leyó este miércoles ante los periodistas, a través de su teléfono móvil. El tenista se dispuso ante la prensa y enunció, sin aceptar después preguntas sobre el asunto:

«Vosotros buscáis poner a la gente en estas pequeñas cajas para poder ordenar el mundo con vuestras ideas preconcebidas ya asumidas. Vosotros anuláis cualquier individualidad por el bien de demonizar por camino del colectivo. Por un puñado de seguimientos y algunos me gusta en Twitter, mi sino ha sido sellado en vuestras mentes. Para escribir una historia inquietante, para crear una cobertura sensacionalista, hay algunas profundidades mías en las que no indagaríais para poder marcarme así como el hombre que desesperadamente queréis que sea».

«Preferís perpetuar las máquinas de propaganda en lugar de investigar información desde una gran cantidad de ángulos y perspectivas estando dispuestos a aprender, cambiar y crecer. Deshumanizas con pluma y papel y volvéis a vecinos contra vecinos. Haciendo esto, en realidad estáis apresurando el infierno que queréis evitar, el infierno que todos deseamos evitar. Creo firmemente que el mayor valor debe ser puesto en la virtud de cada individuo, independientemente de género, raza, religión u orientación sexual. Es mi trabajo continuar en este viaje con el objetivo de covertirme en el mejor individuo que pueda y encarnar el amor que Cristo me da, porque le respondo solo a Él».

Desde la distancia, la campeona Serena Williams, a la que Sandgren dedicó varios tuits despectivos que luego eliminó, lo tuvo claro. Cuando iba a comenzar el partido de cuartos entre su compatriota y Chung, cogió el mando a distancia y cambió de canal: “Turns channel”. Un día más tarde, este jueves, aún fue más directa en la red social. La ganadora de 23 grandes colgó una foto con el siguiente mensaje: «La madurez es estar dispuesto a pedir disculpas cuando uno está equivocado y porque sabes que los errores no te definen».

Por debajo, con una mención directa a Sandgren, escribió: «Yo ni quiero ni la necesito, pero hay un grupo de personas que merecen una disculpa. No puedo mirarle a mi hija y decirle que me senté y me quedé callada. ¡No! Ella sabrá cuando debe luchar por sí misma y por otros a través de mi ejemplo».

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