Seis detenidos y varios heridos en una pelea entre ultras del Barça y el Lyon

| 14 marzo, 2019

Unos 4.500 hinchas del OL, entre ellos unos 300 radicales de extrema derecha, se han concentrado en la plaza Artós

AMADEU GARCÍA. EL MUNDO.- Eran pocos. Según las cifras oficiales, unos 300 de los 4.500 aficionados del Olympique de Lyon que se desplazaron al Camp Nou para ver el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions entre su equipo y el Barça. Pero, sin duda, se hicieron notar. Y de la peor manera. Los radicales, a su paso, dejaron el inconfundible rastro de ruido y furia.

A lo largo del día se registraron varios incidentes y se produjeron un total de seis detenciones antes de que el balón echara a rodar en el Camp Nou. Cuatro de los detenidos eran seguidores del Olympique de Lyon. Los dos restantes, del Barça. La Guardia Urbana arrestó a tres seguidores del conjunto francés y a los dos del equipo barcelonista a raíz de una pelea multitudinaria en la Rambla Badal en la que hubo heridos de diversa consideración. Según aseguró la cadena SER, además, cinco aficionados del conjunto francés fueron agredidos con gas pimienta en la avenida de Madrid y uno de ellos sufrió heridas en la cabeza que precisó atención sanitaria.PUBLICIDAD

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La sexta detención se produjo mientras los efectivos de los Mossos d’Esquadra escoltaban a los seguidores del Olympique de Lyon que se reunieron durante varias horas en la plaza Artós. Uno de ellos agredió a un agente, provocándole un corte en la ceja, con lo que fue arrestado por atentado contra la autoridad. Su multitudinaria reunión previa al partido fue controlada por un amplio despliegue. Incluso, tuvo que restringirse el tráfico en la calle Vergós y el paseo Sant Joan Bosco. Mientras se desplazaban hacia el estadio, bajo estricto control policial, se multiplicaron los mismos lanzamientos de petardos que se habían producido durante su concentración en la plaza Artós, en la que se escucharon gritos de «puta Barça» y «puta Cataluña» y donde, tras su paso, se podían ver claras marcas de incivismo y daños en el mobiliario urbano.

Multitudinaria presencia visitante

El entorno de La Masia, la antigua residencia para jóvenes talentos del Barça, situada en las inmediaciones del Camp Nou, fue víctima también de la furia desatada de los más radicales. Una de sus vallas fue derribada mientras la policía conducía a los aficionados del Lyon a sus asientos, situados en la tercera gradería del estadio azulgrana, con una presencia de rivales mucho más alta que de costumbre. Hasta tal punto, que trataron de improvisar una suerte de mosaico con banderolas rojas, blancas y azules, los colores de su equipo.

Marc-André ter Stegen y Jasper Cillessen, que suelen saltar al terreno de juego antes que los jugadores de campo para llevar a cabo el calentamiento mientras suenan los compases del Eye of the Tiger de Survivor, fueron recibidos con una sonora pitada. Por momentos, como si estuvieran jugando a domicilio. A falta de 45 minutos para que empezara el partido, los aficionados del Barça apenas empezaban a llegar a sus asientos, dejando aún muchos huecos libres en la grada.

Varios de los aficionados que se sentaron justo bajo la zona reservada para los seguidores del Olympique se quejaron del lanzamiento de botellas y otros objetos justo antes de que empezara el partido. Un momento en el que, en otro sector del campo, volvió a desplegarse una pancarta de apoyo a los presos del proceso independentista con el lema Self-determination is a right, not a crime (La autodeterminación es un derecho, no un crimen) que desapareció en cuanto empezó el duelo.

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