Sectores de extrema derecha violenta “aceleracionista” incitan a atacar a miembros de Vox

, | 3 enero, 2021

El Confidencial Digital.- Un estudio sobre este nuevo terrorismo revela que han circulado imágenes y mensajes que animan a una matanza de simpatizantes del partido de Abascal, por “sionistas” y “traidores”

Un soldado de la División Azul vigila el frente con su fusil. Detrás aparece una figura, con la estrella de David en el sombrero, que acerca un puñal a la espalda del soldado. En el brazo que sostiene el puñal se puede leer “VOX”.

Es uno de los casos que el libro “Aceleracionismo y extrema derecha. ¿Hacia una nueva oleada terrorista?” recoge como ejemplo de la propaganda que en ciertos canales de extrema derecha violenta, de carácter “aceleracionista”, pone como objetivo de posibles ataques a los dirigentes, afiliados y simpatizantes de Vox.

El fenómeno del terrorismo aceleracionista se ha extendido sobre todo en países como Estados Unidos, Alemania, Ucrania (donde seguidores de este movimiento han acudido a combatir en la guerra civil), pero también en Francia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Sudáfrica…

Se trata de simpatizantes de la ideología neonazi, de corte claramente racista, pero con un enfoque más extremista y nihilista que anteriores grupos violentos de extrema derecha.about:blank

Provocar una guerra racial

Los “aceleracionistas” se caracterizan por una visión apocalíptica del mundo, según la cual la civilización occidental se está desmoronando. El objetivo de las acciones terroristas de los seguidores de esta corriente es intentar provocar una “guerra racial”, enconar las posibles divisiones internas de las sociedades occidentales, con el objetivo de desatar un caos político, económico y social del que, según ellos, podría surgir una nueva sociedad acorde a sus postulados.

El coordinador del libro citado, Enrique Arias Gil, y otro de los coautores, Manuel Sánchez Carrero, explican a Confidencial Digital que han analizado un total de 255 canales de Telegram adscritos al terrorismo neonazi y aceleracionista, y han recopilado 162 incidentes violentos, los más destacados de la extrema derecha registrados entre 2017 y 2019.

Del análisis de esos canales de Telegram, en los que circulan mensajes de propaganda y consignas de los simpatizantes de este movimiento, se extrae que entre los seguidores españoles del “aceleracionismo” existe una inquina notable hacia Vox, hasta el punto de apuntar o sugerir llevar a cabo acciones violentas contra este partido.

Los “traidores y sionistas” de Vox

Arias Gil y Sánchez Carrero explican que los simpatizantes del incipiente “aceleracionismo” en España no se encuadran con facilidad en el mapa de la extrema derecha. Señalan que este nuevo movimiento tiene incluso elementos que se suelen asociar más a la extrema izquierda o al anarquismo, como su afán claro, expreso, de destruir el Estado y forjar desde los cimientos un nuevo sistema político y social, una especie de “etnoestado” de raza blanca.

En esa compleja relación con otras corrientes de la extrema derecha tradicional en España, los dos autores del estudio destacan que han encontrado, y no de forma aislada, mensajes de propaganda “aceleracionista” que, de forma más sutil o más directa, animan a atacar a miembros de Vox, con amenazas de muerte no muy veladas.

Matanza

El caso citado de la imagen del soldado de la División Azul a punto de ser apuñalado no es el único. En noviembre de 2019 -hay que recordar que en ese mes Vox consiguió 52 diputados en las elecciones generales-, en un canal de Telegram en el que participan unos 10.000 seguidores del aceleracionismo de todo el mundo, apareció un “meme” con amenazas a Vox.

En este segundo ejemplo, se podía ver a Santiago Abascal en un mitin de su partido, dibujado como Matt Groening de forma similar a los personajes de Los Simpson. Ante Abascal aparecía una rana, la conocida como “rana Pepe”, muy utilizada entre los seguidores de Vox, y se pueden leer dos palabras: “Honk Honk”.

Los expertos autores de este libro señalan en que “en el lenguaje memético de esta subcultura ultra”, la expresión “Honk Honk” significa “matanza”, y se suele utilizar en este tipo de canales violentos cuando se exhorta a atacar a un grupo, colectivo, institución, partido…

Sionistas, infraseres, traidores

Los dirigentes y simpatizantes de Vox son calificados en los foros y canales de esta extrema derecha especialmente violenta y nihilista como “traidores”, “infraseres”, “sionistas”

La acusación de ser simpatizantes, o incluso estar dirigidos por un supuesto lobby judío internacional es una de las más frecuentes contra Vox en este tipo de propaganda. Por ejemplo, han aparecido imágenes en las que se combina el logo de Vox con la estrella de David judía.

En un número mucho menor, en algunos casos aislados también hay consignas contra el Partido Popular, al que acusan de ejercer un “racismo antiblanco” por sus posturas sobre la inmigración.

Ya los grupos neonazis y de extrema derecha españoles suelen ser muy duros con Vox. El libro recoge ejemplos, como pegatinas que se han encontrado en algunas ciudades en las que se ve a un rata negra (símbolo de los neofascistas europeos) estrangulando a Snoopy, que porta una banderola de Vox.

Criticas a la alt-right

‘Aceleracionismo y extrema derecha. ¿Hacia una nueva oleada terrorista?’ explica la postura que el incipiente movimiento aceleracionista tiene hacia lo que se denomina “alt-right”, o derecha alternativa, la que podrían representar Donald Trump en Estados UnidosVox en España

Aunque en algunos argumentos, incluso en la difusión de ciertas teorías de la conspiración puedan converger, lo cierto es que los “aceleracionistas” animan a atacar a esta derecha, de la misma forma que a la izquierda.

Es un movimiento que se declara antimarxista, antiliberal, anticapitalista y antidemocrático.

Incluso a los neonazis

“Las críticas a la alt-right por parte de neonazis y aceleracionistas halladas en esta investigación se basan en las siguientes premisas: los acusan de traidores, sionistas, conservadores, capitalistas, de “antiblancos”, de seguir la “agenda globalista” o de reducir derechos sociales (como el derecho a poseer un arma, en el caso estadounidense)”, explican los autores del libro.

De ahí que proliferen los llamamientos a atacar a seguidores de Trump, a la “alt-right” o derecha conservadora, y las críticas a éstos.

Llegan incluso a circular mensajes propagandísticos que acusan al neonazismo convencional de “blando” y caduco, por lo que estos círculos aceleracionistas apuestas por premisas ideológicas aún más radicales y sectarias, como las tesis de teóricos del supremacismo blanco como Charles Manson y James Mason.

Un peligro para España

Los autores del libro señalan en su obra que, si bien hasta ahora se trata de un fenómeno apenas conocido, puede llegar a convertirse en un problema serio para la seguridad de distintos países occidentales, incluido España.

Su análisis de los canales de propaganda permite concluir que la circulación de ideas y conexiones ideológicas entre radicales de esta tendencia de distintos países es bastante elevada.

La mayoría se encuentran cercanos a alguno de los dos grandes grupos de este tipo, ambos nacidos en Estados Unidos pero con tentáculos en países occidentales: Atomwaffen Division y The Base.

Ya ha habido detenciones

Señalan que, en los últimos años, los esfuerzos de los servicios de información y antiterroristas en España se han centrado sobre todo en abortar la creación de células yihadistas y los preparativos de atentados de este tipo. Sin embargo, eso no quita que haya habido algunas operaciones policiales contra individuos -ya que hay muchos ‘lobos solitarios’- y grupos cercanos a esta extrema derecha violenta, supremacista blanca y nihilista.

Hay casos muy recientes. En septiembre, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra detuvieron a dos hombres en La Pobla de Cérvoles (Lerida) y El Campello (Alicante), por planear posibles ataques de corte supremacista con el fin de provocar una “guerra racial”.

Dos meses después, este mismo mes de diciembre, fueron arrestados otras dos personas con acusaciones similares, de formar parte de grupos supremacistas blancos con planes de cometer delitos, en este caso en Pamplona y en Ronda (Málaga).

Vínculos con la Atomwaffen Division

En el caso de Lérida, los investigadores han detectado que tenían vínculos con filiales europeas de la Atomwaffen Division, y que habían traducido del inglés al español propaganda y mensajes del movimiento aceleracionista.

Anteriormente, se han conocido algunos casos de preparativos de ataques a la extrema derecha por individuos radicalizados, también influidos por matanzas en colegios estadounidenses. Es el caso de un joven detenido con 150 kilos de sustancias con las que podía preparar explosivosarrestado en 2012 al sospecharse que podría imitar en la Universidad de las Islas Baleares (Mallorca) la matanza de Columbine.

Un año antes la Policía Nacional detuvo en Madrid a un joven de nacionalidad mexicana, que trabajaba en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que estaba planeando utilizar gases asfixiantes para atacar a los participantes en una manifestación de izquierda radical contraria a la celebración en la capital de España de la Jornada Mundial de la Juventud de 2011, que contó con la participación del Papa Benedicto XVI.

Inspiradores: de Hitler a Charles Manson

Como se ha indicado, la propaganda de estos sectores radicales es internacional y circula entre países y continentes. Por ello, los referentes, los ideólogos que inspiran a estos grupos o militantes son muy diversos.

Este tipo de neonazismo, de carácter milenarista y casi apocalíptico, que se ha ido extendiendo desde 2013, tiene referentes muy diversos, del pasado y más actuales.

Muchos sienten aún fascinación por Adolf Hitler y sus teorías racistas. Lo mismo ocurre con Charles Manson, líder de una secta que entre los años 60 y 70 organizó una comunidad en una granja de California en la que creían estar refugiándose ante una “guerra racial” en Estados Unidos, que acabaron asesinado a siete personas.

Otro inspirador clave es James Mason, ideólogo fundamental de la Atomwaffen Division, que promueve la violencia para conseguir un Estados Unidos “blanco”, sin personas de raza negra ni judíos. Mason es uno de los referentes de distintos grupos racistas en Europa.

Y a Anders Breivik

Los círculos “aceleracionistas” muestran también atracción por los autores de varias matanzas. Uno es Anders Breivik, el noruego que en 2011 asesinó a 77 personas con un coche bomba en Oslo y con un ataque con armas automáticas un campamento de las juventudes socialistas.

Breivik difundió por Internet, justo antes de los atentados un documento, “2083 – Una declaración europea de independencia”, en la que justificaba sus acciones y denunciando el “suicidio” de Europa por culpa de la inmigración musulmana y el marxismo cultural, y contra esos dos fenómenos decía luchar.

Brenton Tarrant y don Pelayo

Ese documento inspira a muchos de estos radicales de extrema derecha, igual que “La gran sustitución. Hacia una nueva sociedad”, el manifiesto de 74 páginas de Brenton Tarrant, el australiano que, en marzo de 2019, asesinó a tiros a 51 personas en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda.

Tarrant se inspiró en Breivik para asesinar a decenas de musulmanes en estas mezquitas, y de nuevo lo justificó asegurando que las “sociedad blancas” se estaban viendo invadidas por inmigrantes.

Por cierto, que Tarrant había viajado por España, y escribió en los cargadores de sus armas algunas fechas, personajes y episodios en los que se había inspirado o que quería homenajear. Referentes a España había dos: Don Pelayo, como mítico iniciador de la reconquista frente a los musulmanes, y Josué Estébanez, el neonazi que asesinó de una puñalada en el Metro de Madrid a Carlos Palomino, un militante de extrema izquierda.

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