«Prohibida la entrada a coches, perros… y polacos»

| 19 diciembre, 2017

Indignación por el cartel xenófobo de una pescadería inglesa contra los polacos y los europeos del Este

ALBERTO MUÑOZ. EL MUNDO.- Una pescadería de la pequeña localidad de Oxfordshire, Inglaterra, podría enfrentarse a acciones legales por protagonizar la última muestra de xenofobia post Brexit. Y es que a la entrada del área reservada para la pesca los propietarios colocaron un cartel en el que podía leerse: «Prohibida la entrada de vehículos, polacos, personas de Europa del Este, niños y perros».

El letrero ya ha causado la indignación de uno de los clientes de la pescadería, Rado Papiewski que, después de escribir a los dueños, Field Farm, pidiendo la retirada sin obtener respuesta, ha decidido emprender acciones legales financiadas por una campaña de crowdfunding. «Cuando la vi por primera vez lo primero en lo que pensé fue en mi hijo de 10 años, al que le encanta pescar con caña», explica el polaco de 35 años. «¿Cómo podría decirle que no puede pescar aquí porque su padre nació en Polonia?».

Por ello Papiewski decidió escribir a la pesquería, ubicada cerca de Bircester, una localidad que se define a sí misma como un lugar «pintoresco, tranquilo e idílico» con «un lago muy poblado» ideal para la pesca recreativa con caña. Al no recibir respuesta, buscó el apoyo de la Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos (EHRC), que tampoco tuvo éxito al intentar ponerse en contacto con los dueños de Field Farm.

«Jamás deberían haber colocado una señal así porque discrimina claramente a la gente polaca y de Europa del Este«, critica ahora el demandante, que lleva desde principios de año intentando que retiren el cartel. «Nos ha enfadado bastante tanto a mí como a otros colegas inmigrantes porque somos personas respetuosas de la ley y sólo queremos que este tipo de muestras discriminatorias no tengan cabida en la comunidad pescadora de Gran Bretaña».

De hecho la propuesta, que tiene el respaldo del Consorcio de Pescadores, podría obligar a los dueños de la pesquería a pagar una indemnización en concepto de daños y perjuicios y a retirar el cartel. Por el momento los dueños del establecimiento, que se encuentra cerrado durante la temporada de invierno, no han querido realizar ninguna declaración y este periódico no ha obtenido respuesta cuando ha intentado entrar en contacto con los números de contacto que aparecen en su página web.

El periódico The Guardian sí que ha conseguido entrar en contacto con una mujer que, tras explicar que el cartel seguía en pie pero dentro de una propiedad privada, rechazó entregarle el mensaje al dueño, que según ella estaba «fuera».

El motivo del cartel podría tener relación con una iniciativa que está llevando a cabo Papiewski para concienciar a pescadores europeos de la diferencia en la legislación entre Reino Unido y otros países de la Unión Europea, ya que en el país británico se exige la devolución del pez al agua para evitar la despoblación y el daño al medio ambiente mientras que en otras partes el pescador puede quedarse la captura.

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