Prensa de Almería denuncia «ataques» e «insultos machistas» de comisario

| 7 febrero, 2020

EFE. LA VANGUARDIA.- La Asociación de Periodistas – Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL) ha denunciado los «ataques personales, insultos y descalificaciones de tipo machista a varios y varias periodistas de Almería» por parte del comisario provincial Rafael Madrona, así como el «retroceso en la política de comunicación de la Comisaría».

Así se denuncia en una carta remitida a «mandos policiales provinciales, regionales, autonómicos y nacionales» por el presidente de la APAL, José María Granados, que ha sido compartida hoy a través de un comunicado oficial a los medios, para informar sobre una situación «catalogada de ‘insostenible’ por profesionales de la información».

En concreto, la carta ha sido enviada este martes al subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente Arias; al jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Jesús Redondo Sanz; al delegado del Gobierno en Andalucía, Jesús Lucrecio Fernández Delgado; y al director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras.

En la carta, el presidente de esta organización, con 157 periodistas asociados, señala que durante los dos últimos años, «período de tiempo coincidente con la llegada del actual comisario provincial», se ha producido un «retroceso» en el que la relación con los medios de comunicación «ha ido empeorando progresivamente hasta colocarse en un punto, a juicio de los profesionales, insostenible».

«Tras llevar a cabo una investigación y un profundo análisis de las denuncias» que han llegado a la APAL, la asociación considera que las «nuevas directrices en la atención a medios atacan directamente al derecho a la información y a la obligación de los poderes públicos de someterse al escrutinio de los ciudadanos».

Así, afirman que, desde la llegada del comisario Madrona, la Policía Nacional «ha pasado de mantener un contacto cordial y fluido con los medios» a «negarse a facilitar información, ofrecer informaciones imprecisas e, incluso -y esto aún es mucho más grave-, deliberadamente falsas».

En este sentido, destacan que todo ello se produce a pesar del «incuestionable trabajo de los miembros de su gabinete de comunicación, alguno de ellos con casi 15 años de experiencia».

«Sirva a modo de ejemplo que se dijera a los compañeros periodistas que se había producido una muerte autoinfligida y conocer posteriormente, por las mismas fuentes policiales, que el fallecido había recibido más de una veintena de puñaladas en la espalda», expone el presidente de la APAL.

«Unas circunstancias, las de la muerte violenta de esta persona, que, además, ya habían sido confirmadas por otras fuentes oficiales a compañeros de varios medios de comunicación almerienses», incide.

Subraya que el comisario ha dirigido asimismo ataques personales, insultos y descalificaciones de tipo machista, «tanto en momentos en el que llevaban a cabo su trabajo como en otros en los que se encontraban como invitados en actos organizados por terceros».

«Esta situación se produce, además, ante la inacción de la Subdelegación del Gobierno en Almería, conocedora del problema existente y que tampoco atiende a los medios de comunicación en asuntos relacionados con seguridad y sucesos -como se ha venido haciendo habitualmente- y que hace oídos sordos a las repetidas quejas de los profesionales», concluye.

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