Polémica en la UPF por el uso de una esvástica gigante para promocionar una obra de teatro

| 30 mayo, 2019

Varios alumnos se han sentido ofendidos y piden la retirada de la insignia, pero la dirección de la Universidad justifica que se trata de una acción meramente promocional

JUAN MANUEL GARCÍA. LA VANGUARDIA.- Los alumnos del Campus Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra se toparon ayer con una impactante novedad: una esvástica gigante que decoraba los pasillos de la universidad. La bandera se ha pegado en la puerta de acceso al Auditorio de la Facultad, donde estos días se representa la obra de teatro “Terror y Miseria”, dirigida por Pep Anton Gómez.

Se trata de un montaje que reflexiona en clave crítica sobre el nazismo, pero aun así varios alumnos de la Universidad se han sentido molestos por la exhibición de la bandera nazi. Varios mensajes en las redes sociales, especialmente en Twitter e Instagram, acusan a la dirección del centro de permitir un acto que consideran “fuera de lugar, provocativo totalmente ofensivo”.

Representantes de los estudiantes se han reunido esta tarde con el vicerector de la UPF, Ramon Villanova, para expresar su disgusto por esta acción promocional. Según los alumnos, el directivo se ha mostrado comprensivo con sus sentimientos pero se ha negado ha quitar el cartel, alegando que la intención del grupo de teatro era precisamente “provocar una reacción” entre el alumnado, y que la dirección comparte este criterio.

Durante unos momentos, la bandera se ha tapado con un biombo del que cuelga la información sobre la obra. Para los alumnos que han denunciado la situación, esta medida “no es suficiente”. Aunque el director de la obra no ha podido ser localizado, la dirección de la UPF reconoce que “la puesta en escena de la obra es impactante”, aunque añade que “en todo momento ha estado contextualizada con un plafón informativo que indica que se trata de una obra de teatro”.

“La obra busca preservar la memoria de los millones de víctimas provocadas por el fascismo”, han explicado desde el centro, y añaden que esta “sirve para reflexionar sobre el horror del nazismo con el objetivo de fomentar el espíritu crítico y la memoria entre la sociedad, especialmente entre la comunidad de estudiantes de la universidad”.

Varias asociaciones judías han expresado también su incomodidad por este acto en la redes sociales. Opinan que banaliza el nazismo y que es “exagerado e innecesario”.

En la descripción de la obra en cuestión, la universidad resalta en su página web que “después de treinta años del infierno nazi, después de tanto y tanto avivamiento fascista alrededor del mundo, (…) aún tienen sentido, las deben tener, las últimas palabras que juraron los ex deportados antifascistas al ser liberados del campo de Mauthausen”.

Los responsables de la obra también han publicado en las redes sociales imágenes de la puerta del Auditorio, instando a los alumnos y al resto de espectadores potenciales a ver la obra en vez de criticar la manera de promocionarla. Las primeras reacciones de las personas que la han visto son positivas y eluden la polémica sobre la estrategia de promoción escogida por el grupo de teatro de la UPF.

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