PABLO SUÁREZ. EL COMERCIO.- La Fiscalía acusa a quince aficionados, los cuales afirma «pertenecen a un grupo denominado ‘Peña Ultraboys‘», de diversos delitos por desórdenes públicos, atentado y lesiones cometidos durante los prolegómenos del encuentro disputado entre Sporting y Oviedo el 9 de septiembre de 2017. Por ello, solicita penas que varían entre los tres y los cinco años según el grado de implicación de cada uno.
Cinco de ellos cuentan ya con antecedentes penales, mientras otro ya ha sido condenado por sentencia firme respecto a hechos de índole similar a los que se le acusan en esta ocasión. De esta forma, el ministerio fiscaltambién estipula una serie de indemnizaciones por los daños personales causados a los agentes y que, sumadas, ascienden a una cantidad cercana a los 22.000 euros.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de septiembre de 2017, fecha en la que se disputaba en el estadio El Molinón Enrique Castro ‘Quini’ el derbi de la primera vuelta entre Sporting y Oviedo, un partido que había sido catalogado como de alto riesgo y para el cual se estableció un dispositivo de seguridad específico conformado por dotaciones policiales de Gijón, Oviedo y Madrid.
Bloqueo del autobús
Sobre las 16.30 horas, coincidiendo con la llegada del autobús del equipo local, la presencia de unos 2.000 aficionados bloqueó el acceso del vehículo al estadio, motivo que obligó a intervenir a varias patrullas de agentes que fueron recibidas por los acusados y otras personas no identificadas con el lanzamiento de botellas de cristal, bengalas, vallas, piedras y sillas. Como consecuencia de este intercambio violento, varios policías resultaron heridos con contusiones severas y quemaduras que precisaron de atención médica urgente y, en algunos casos, hospitalización.
Secuelas físicas
Las imágenes de aquel día muestran a la perfección la violencia del intercambio entre la Policía y los acusados, en un capítulo que provocó importantes cambios y concienció a la ciudad sobre la necesidad de erradicar este tipo de violencia en entornos deportivos. Según afirma la Fiscalía, algunos de los agentes arrastran desde entonces secuelas físicas a consecuencia de los golpes recibidos, lo que en según qué casos resultó en el impedimento para el ejercicio de sus ocupaciones habituales.
De entre estos policías, diez de la Comisaría de Gijón y nueve de la de Oviedo están citados a declarar en la vista oral a petición de la Fiscalía, en la que también se interrogará a los quince acusados. Dicha vista carece todavía de fecha fija, aunque se espera que sea marcada para el primer trimestre del próximo año.
