MARCELA BECHIOR. ADITAL.- Incluso antes de ser estrenada en una de las emisoras de televisión comerciales más poderosas de América Latina, la brasilera Red Globo, el último 16 de septiembre, la serie «Sexo y las negras” («Sexo e as negas”, en portugués) ya comenzó a generar una amplia repercusión negativa entre los movimientos sociales y por la igualdad racial. Esto porque el programa televisivo estaría reforzando la arraigada y prejuiciosa forma como los medios de comunicación de masas retratan a la mujer negra brasilera, basándose en estereotipos de hipersexualización, racismo, machismo y marginación social.
Militantes del Colectivo Nacional de Juventud Negra (Enegrecer), Moara Correa y Bruna Rocha firman un artículo en el que resaltan que no se trata de una cuestión moral, sino de reconocer a la mujer negra como parte de la sociedad brasilera en sus más diversos aspectos, distanciándose de construcciones históricamente opresoras. Comienzan por el título, en que la expresión «as negas” (trato carinoso) sonaría como el hablar de señores de ingenio referente a las esclavas que estupraban diariamente en el período colonial del país –práctica actualizada en el asedio de patrones y sus hijos sobre las empleadas domésticas, la mayoría negras.
«Este hecho, por lo menos en Brasil, es también responsable directo de los discursos construidos en torno del cuerpo de la mujer negra en el imaginario social brasilero –fenómeno que se denomina sexualización”, señalan las articulistas. «El discurso de la sexualización es la base simbólica para diversas formas de violencia sufridas por las mujeres negras. Es nuestro cuerpo caracterizado a partir del punto de vista de los hombres blancos, reproducido por hombres negros y toda la sociedad”, agregan.
Para ellas, mientras las mujeres blancas tienen su sexualidad castrada e inmaculada, el cuerpo negro, construido como «manchado, caliente y pecaminoso”, sería el chivo expiatorio de toda la libido violenta, machista y racista, universalizada a través de los medios de comunicación y de sus megaproducciones. Además, indican un intento mediático de cooptación de ese segmento social en reciente ascenso económico, que sería una audiencia de fuerte interés comercial de parte de la Globo. «Aún siendo una ascensión todavía muy lenta, la población negra pasó a ser una parte relevante del público consumidor de ‘productos culturales’”, indican.
En entrevista con el Portal Forum, la feminista negra Aline Djokic, que es estudiante de Literatura Portuguesa y Española y de Pedagogía en la Universidad de Hamburgo, Alemania, evalúa que la población femenina negra es retratada a partir de una visión exterior, de manera recurrente. «¿Hasta cuando la blanquitud brasilera va a hablar por nosotros? ¿Hasta cuando nuestra sociedad racial ‘igualitaria’ va a contentarse con la visión que la blanquitud tiene de nosotros y de los espacios que la exclusión social previó para nosotros?”, cuestiona.
Producción en contraste
Las «Blogueras negras”, comunidad virtual que difunde textos sobre negritud y feminismo, en contraste con la serie de la Globo, creó el programa llamado #AsNegaReal, disponible en internet y que pretende discutir «Sexo e as negas” (Sexo y las negras). En el primer video, publicado el último 6 de septiembre, la feminista Gabi Porfírio, que cursa una maestría en Lenguajes en la Universidad Federal Fluminense (UFF) y que es especialista en Lengua Portuguesa, articulista de «Blogueras negras”, afirma que la serie refuerza por lo menos tres estereotipos: asociación del negro con la pobreza, hipersexualización de la mujer negra y asociación de la mujer negra con empleos mal remunerados e informales.
«En la serie, que pretende hacer una parodia de ‘Sex and the city’ [serie estadounidense protagonizada por actrices blancas en la década pasada], ninguna de las cuatro protagonistas es columnista, relaciones públicas, abogada o comerciante de arte de clase media alta [como ocurre en la serie estadounidense]”, evalúa. «El hashtag #AsNegaRealno rechaza que las mujeres negras que viven en las comunidades –camareras, costureras, obreras, cocineras– no sean reales. Sabemos que la mujer negra está en la base de la pirámide social, pero, además, nosotras también somos abogadas, profesoras, periodistas, arquitectas. Y queremos mostrar que la realidad de la mujer negra va más allá de los estereotipos”, agrega.
Para Djamila Ribeiro, magister en Filosofía Política por la Universidad Federal de San Pablo (UNIFESP), articulista de Blogueras negras y de la revista Carta Capital, la serie representa una violencia simbólica, reduciendo a la mujer negra a una única posibilidad. «Nosotros, como seres humanos, como personas complejas, tenemos diversas posibilidades de existencia. Pero ese racismo a la brasilera insiste en reducirnos siempre a esa condición de objeto –no fuimos colocadas aún en la categoría de personas”, afirma, en el video #AsNegaReal.
«Nuestras niñas están creciendo en un país en el que la mujer negra no es bien representada. ¿Cómo las niñas negras van a tener una imagen positiva de sí mismas, si en este país siempre somos colocadas en ese papel?”, cuestiona Djamila.
En entrevista con Adital, Aby Rodrigues, miembro del Instituto Negra de Ceará (Inegra) –organización social de mujeres negras, que promueve valores étnicos, políticos, sociales y culturales de las poblaciones negras–, destaca que la programación preocupa, especialmente, cuando se sabe que muchas generaciones están siendo formadas frente a la TV, siendo la misma un gran espacio de difusión de valores y sentidos.
Para ella, no sólo la Red Globo, sino los medios de comunicación comerciales brasileros como un todo, amplían el espacio de medios de comunicación al segmento, considerado el más nuevo nicho de mercado, pero no cambian el discurso. «Es una estrategia que ve al sujeto según la visión del capital, no como persona humana. No creo que haya un esfuerzo para incluir a las minorías en su vida cotidiana real. Todavía todo está lleno de caricaturas; un destaque siempre para el ámbito de lo exótico”, analiza.
Proceso, protesta y boicot al programa
El programa ya fue causa de tres denuncias de racismo realizadas por la Defensoría de la Secretaría de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial, vinculada a la Presidencia de la República. La Secretaría afirma que se están evaluando las quejas y que puede llegar a pedir a la emisora que se tomen medidas. Además, organizaciones sociales, especialmente del movimiento negro y de mujeres, realizan en internet campañas de crítica y boicot a la nueva producción.
