La líder del Frente Nacional se queja a su llegada al tribunal de Lyon de que su caso se vea a un mes de las elecciones regionales
GABRIELA CAÑAS. EL PAÍS.- Un tribunal de Lyon dirime desde las dos de la tarde de este martes sobre las declaraciones públicas hechas por la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, contra los musulmanes. La acusación es la de “incitar al odio racial”. El presunto delito data de diciembre de 2010. Al hilo de la costumbre de los musulmanes de rezar en la calle los viernes, Le Pen afirmó: “Lo siento, pero para todos esos a los que tanto les gusta recordar la II Guerra Mundial, si se trata de hablar de la Ocupación, se podría comparar. Porque esto es una ocupación del territorio. Cierto, no hay blindados, tampoco soldados, pero es igualmente una ocupación”.
Marine Le Pen ha llegado al tribunal sonriente y reclamando su derecho a la libertad de expresión y defendiendo la laicidad del Estado. «Estamos a un mes de las elecciones regionales y este caso data de hace cinco años. ¿No podía esperar otro mes?», dijo a los periodistas a su llegada al tribunal.
En 2010, cuando habló de la Ocupación, ambicionaba sustituir a su padre al frente del partido y también intentaba distanciarse delantisemitismo que empañaba el cartel de la ultraderecha francesa. La frase la pronunció ante 250 personas en Lyon y causó una tormenta política. Tres asociaciones antirracistas presentaron una demanda contra la política francesa. Durante la larga instrucción, y a petición de la fiscalía de Lyon, el Parlamento Europeo levantó la inmunidad a la eurodiputada. La pena máxima a la que puede ser condenada es un año de prisión y una multa de 45.000 euros. Rezar en la calle, por cierto, quedó prohibido en Francia un año después de los hechos; en 2011. Dentro, ante los jueces, Le Pen ha dicho incluso que es su deber expresar ideas que comparten muchos de sus ciudadanos. «No he cometido ningún delito», ha insistido.
Marine Le Pen está obligada a comparecer ante el tribunal, pero, además, ella expresó hace tiempo su interés en hacer uso de su libertad de expresión y explicarse ante los jueces. “No me quiero perder la ocasión”, ha dicho. La líder de la ultraderecha está asistida por su abogado David Dassa Le Deist. El Observatorio Nacional Contra la Islamofobia se ha constituido como acusación particular junto al resto de los demandantes: Colectivo Contra la Islamofobia de Francia (CCIF), la Liga de Defensa de los Musulmanes y la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo.
El Frente Nacional afronta otros problemas con la justicia, como la destitución del fundador Jean-Marie Le Pen como presidente de honor del partido y la presunta financiación irregular del partido. Es la primera vez que se juzga a su líder de odio racial, a pesar de que desde que Marine Le Pen ocupa ese puesto ha mantenido un durísimo discurso contra la inmigración y la islamización de su país. En las pasadas elecciones europeas, sin embargo, fue el partido más votado de Francia.
Este proceso ha suscitado un gran interés mediático. Setenta periodistas están acreditados. La sesión termina hoy mismo y el veredicto se espera para dentro de unas semanas que la fiscalía no ha podido precisar.
