Los ultracatólicos de HazteOir ingresaron un 36% más el año de los autobuses tránsfobos

| 9 enero, 2019

Los «donativos regulares» pasaron de 209.000 a 579.000 euros para llegar a unos ingresos totales de 2,5 millones en 2017, el año de la campaña «Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer seguirás siéndolo». La organización lanzó su campaña contra «la inquisición gay» tras perder el abrigo que obtenían del Gobierno dirigido por Esperanza Aguirre. En 2018, el grupo ha rebajado su perfil público mientras el protagonismo ha pasado a Vox, con quien mantienen fuertes vínculos 

RAÚL REJÓN. ELDIARIO.ES.- El rearme ultraderechista que protagoniza Vox desde finales de 2018 tuvo un primer capítulo en 2017 con la campaña tránsfoba lanzada por la organización ideológicamente afín y ultracatólica HazteOir. El ruido que formó a base de lanzar autobuses y anunciar vuelos de avioneta con la idea de que «la inquisición gay ha impuesto su dictadura», obtuvo sus réditos: la movilización funcionó y la organización incrementó sus ingresos un 36% aquel curso, según las cuentas de 2017.

Los ingresos totales de HazteOir pasaron de 1,6 millones de euros a 2,5 millones, según informa su último balance. Destaca la subida de los denominados «donativos regulares» que pasaron de 209.000 a 579.000 euros, un 176% más. Se convirtieron así en casi un cuarto de todo lo que llegó a la organización cuando no había llegado a un 15% en los últimos años. Sin ofrecer muchos más detalles, la organización no ha contestado a la petición de desglose de partidas.

A finales de febrero de 2017 HazteOir fletó un autobús naranja con un cartel que decía: «Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer seguirás siéndolo». El vehículo circulaba por las calles de Madrid hasta que un juez decretó que se detuviera el 2 de marzo. Al día siguiente, la organización  sacó una autocaravana con mensajes parecidos camuflados entre interrogantes y la paseó por la plaza de Cibeles, frente a la Ayuntamiento, hasta que la policía municipal les indicó que contravenían las ordenanzas de publicidad. Todo retransmitido en directo.

La campaña no terminó. Autobuses similares llegaron a Valencia y Barcelona. A finales de marzo, HazteOir pagó un vehículo en la ciudad de Nueva York (EEUU) al que le asignó, además de las frases tránsfobas, la categoría de «defensor de la libertad de expresión». En septiembre relanzaron el bus por Madrid. La multiplicación de presencia en tan diversos puntos también se cobró su factura y el balance económico le salió negativo a la organización: 90.000 euros de gasto por encima de ingresos. HazteOir tampoco ha contestado sobre este particular.

En julio de ese año, la Audiencia Provincial de Madrid levantó la prohibición de circular a los coches con los mensajes ultras. Así que Arsuaga dobló la apuesta y se fotografió en una avioneta decorada con los colores de su organización para asegurar que la volarían por el litoral español con leyendas similares a las de los vehículos de ruedas: «Van a por tus hijos». A pesar de que la aeronave no parecía preparada para despegar, sirvió para mantener viva la llama.  

HazteOir había vivido hasta 2015-2016 bien protegido por el Partido Popular de Madrid, pero la llegada de Cristina Cifuentes a la presidencia de la Comunidad cambió el panorama. El Gobierno de Esperanza Aguirre  ayudaba a los de Ignacio Arsuaga bien fuera con fondos para montar congresos como hizo la Consejería de Inmigración en 2007, concediéndole un premio en 2004 (de manos del ahora figura emergente del Partido Popular en la Comunidad de Madrid Antonio González Terol) o patrocinando su «cena-gala» en la que los comensales abonaban 20 euros como manera de recaudar fondos para la organización.

Con Cifuentes se paró esa fuente y, además, entró en el parlamento regional una ley LGTBI. HazteOir envió a más de 1.700 centros escolares un panfleto con «expresiones de carácter vejatorio», como certificó el expediente sancionador que recibió la organización ultra: 1.500 euros. Sin la Comunidad de Madrid a su lado, el grupo de Arsuaga recurrió al márketing agresivo para nutrirse en 2017.

Alianza tácita

El cambio de postura del PP de Madrid rompió una alianza tácita. Cuando Vox ni siquiera existía, su actual presidente, Santiago Abascal, encontró acomodo en el Ejecutivo que dirigía Esperanza Aguirre. Fue director de la Agencia Regional de Protección de Datos entre 2010 y 2012 y luego presidente de una fundación dependiente del Gobierno regional.

Durante ese periplo, Abascal y Arsuaga, dos ultraconservadores de menos de 40 años, compartían manifestaciones frente a la embajada venezolana o por la unidad de España en la plaza de Colón. Arsuaga ya dirigía HazteOir y Abascal, además de estar en la nómina del Gobierno de Aguirre, también presidía la Fundación Denaes para la  «defensa de la nación española». En 2012, Arsuaga premió a Abascal con el galardón anual de HazteOir.

Vox, Hazteoír y Denaes son tres organizaciones vinculadas y entrecruzadas. Una vez fuera del PP, Abascal se lanzó al proyecto de Vox. Allí terminó por desplazar al también ex del PP de Catalunya Alejo Vidal-Cuadras. En la coordinación del partido en Cantabria aparecía el empresario Ricardo Garrudo, ahora en el patronato de la Fundación Denaes. En las listas electorales al Congreso de Vox en 2015 aparecía Francisco José Contreras Peláez, que actualmente ocupa un puesto en la junta directiva de HazteOir. Abascal es socio del grupo ultracatólico.

Arsuaga y Abascal son aliados desde hace tiempo. El presidente de HazteOir ha puesto a  disposición del político la estructura y entramado de su organizaciónpara moldear Vox y luego en la campaña de las elecciones andaluzas con una fuerte implicación de sus socios.

Así que HazteOir, tras un 2017 de fuerte agitación y con un perfil muy ruidoso, en 2018 adoptó unas posturas públicas mucho más discretas. No inactivas. Centraron sus esfuerzos de propaganda en apuntalar el ascenso de Vox. Un segundo capítulo con el que, de momento, han dado en el clavo.

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