Los guardias civiles reclaman al Gobierno penas más duras por el aumento de los ataques a sus hijos

, | 17 agosto, 2020

Pedro Carmona (AUGC): «Les agreden por odio a la Guardia Civil, pero las condenas no son ejemplarizantes»

VICENTE GIL. OK DIARIO.- La Guardia Civil pide al Gobierno que se agraven las penas por las agresiones que sufren tanto ellos (como agentes de la autoridad) como sus hijos y familias. El acoso y la agresión en Palma a una niña de 13 años, hija de un agente de la Comandancia de las Islas Baleares, ha reabierto este problema que, si no se ataja ya, dicen las asociaciones profesionales del cuerpo, irá a más.

«No es el primer caso», señala Pedro Carmona, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). «Ya hemos tenido, antes, otros casos de acoso, agresión o intimidación como el de Palma».

«Ocurre que en cuanto en su entorno escolar o de barrio, saben que su padre es guardia civil, se acrecienta ese hostigamiento. Les gritan: ¡tu padre es guardia civil!, con el daño que supone para los niños y sus familias». En su opinión, es un problema «por ahora minoritario, pero que debe atajarse cuanto antes» para que no vaya a más.

«Es un problema -señala- a nivel nacional», aunque constata el acoso específico que la Guardia Civil sufre en Cataluña por parte del independentismo. «Nosotros hacemos nuestro trabajo, pero ellos nos ven como sus enemigos y utilizan cualquier cosa que pueda hacernos daño, incluidas nuestras familias».

AUGC pide que estos ataques se consideren delitos de odio. «Estas agresiones se cometen sobre un colectivo específico que es la Guardia Civil por el hecho de serlo y se les debería imputar un delito de odio. Hay que erradicar y denunciar socialmente estos comportamientos para que la Justicia actúe».

De 1 a 3 años de cárcel

AUGC cree que es «desolador» observar «lo barato» que sale agredir a un agente en España, por no hablar de la desprotección de sus familias. El Código Penal establece condenas de 1 a 3 años de cárcel. Es decir, en un gran número de casos, los autores ni ingresan en prisión ni pagan indemnizaciones (se declaran insolventes) y se ríen de los agentes y de la propia Administración porque la baja laboral del guardia tiene un coste. Todo ello, si sus abogados no consiguen -como suele ocurrir- rebajas en las condenas por acuerdos extrajudiciales. Muchos casos de agresiones terminan en una mera sanción administrativa.

Por todo ello, Pedro Carmona reclama mayor protección jurídica. «Las penas no son ahora suficientemente ejemplarizantes; son muy leves y hay que atajar esta situación ya. Las condenas deben ser mayores; tienen que incrementarse».

«Estas situaciones -dice- acarrean daños físicos, psicológicos y hasta económicos que afectan a nuestras familias». La baja de un guardia civil por alguna agresión en su ámbito profesional o privado (pero por el hecho de ser guardia civil, como en Alsasua) supone una pérdida de ingresos en su nómina.

No sólo eso. Si el ataque se produce estando de servicio, un abogado del Estado asume el caso. Pero si la agresión se produce fuera de servicio (pero claramente por el hecho de ser guardia civil), el agente debe buscarse y pagarse su propio abogado. AUGC, como otras asociaciones, les ofrecen servicios jurídicos.

Todas estas peticiones vienen de lejos, pero siguen cayendo en saco roto. La Asociación Unificada de Guardias Civiles afirma que lleva planteándolo en el Consejo de la Guardia Civil desde 2013. Pidiendo cambios normativos que refuercen la protección de los agentes y sus familias.

AUGC cree que España debería hacer como otros países de nuestro entorno. En Francia, no solo los gendarmes y policías gozan de una protección judicial mucho mayor, sino que esa protección se extiende a los bienes, propiedades y familias de los agentes, permitiendo condenas mucho mayores para quienes atentan contra sus familiares.

En libertad

Tal y como adelantó OKDIARIO, la chica que agredió a la hija de un guardia civil en Palma fue detenida, pero a las pocas horas quedó en libertad. Le había acosado varias veces y agredido en otra ocasión más apoyada por otras 16 chicas, que le jaleaban. Siempre gritándole «¡hija de picolo … guarra … hija de picolo … me cago en tus muertos … me cago en todos los guardias civiles … hijos de puta!. ¿Por qué no llamas a tu padre?».

Fuentes policiales aseguran que estuvo internada en el centro de menores de Es Pinaret, uno de los dos centros de menores implicados en una supuesta red de prostitución y abusos sexuales en Palma. Ahora estudia en un instituto de la capital balear. La agresora tiene varios perfiles públicos en redes sociales donde difunde vídeos de palizas brutales a otros menores en parques de la capital balear, amenazándoles con «rajarles» si se lo cuentan a sus padres.

El grupo proviene del barrio de Son Gotleu, catalogado por fuentes policiales como «uno de los barrios más peligrosos de España». La hija del guardia civil denuncia, también, que el mismo grupo ha perseguido a un amigo suyo al que han llegado a amenazar con diversas armas blancas.

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