Los guardacostas griegos arremeten contra un bote de inmigrantes

| 2 marzo, 2020

Un inmigrante sirio muere en la frontera de Grecia por la represión policial griega

REUTERS. EL PERIÓDICO.Grecia se está empleando a fondo en su intento de evitar la entrada de inmigrantes después de que Turquía abriera la puerta para presionar a Europa y exigir su ayuda en la contienda contra el régimen de Asad y Rusia en Siria. La imagen de guardacostas griegos arremetiendo contra un bote de inmigrantes, a los que también intentan apalear, da cuenta de un episodio en el que también se dispararon tiros al aire con ánimo disuasorio.

En este contexto de represión y rechazo, un inmigrante sirio que trataba de cruzar de Turquía a Grecia ha fallecido por heridas después de que las fuerzas de seguridad griegas intervinieron para evitar el paso de migrantes reunidos en la frontera, según informaron a Reuters dos fuentes de seguridad turcas.

El incidente ocurrió después de que el Gobierno turco abriera su frontera la semana pasada para permitir que los inmigrantes llegaran a Europa. Más de 10.000 migrantes han intentado cruzar por tierra , donde los guardias han disparado gases lacrimógenos contra las multitudes atrapadas entre las cercas en tierra de nadie.

En paralelo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido a los países europeos de que tendrán que «compartir la carga» de los más de 3,7 millones de refugiados sirios que se encuentran en su país, después de que en los últimos días haya abierto sus fronteras para permitir la salida de quienes desean viajar hacia Europa.

Soldados turcos muertos 

Durante un acto en Ankara con miembros de su partido, el AKP, Erdogan se ha referido a la decisión de abrir las fronteras tras el ataque por parte del régimen sirio que dejó 34 soldados turcos muertos en Idlib el jueves pasado.

«Cuando abrimos las puertas, recibimos llamada tras llamada, pidiéndonos que las cerráramos, pero las puertas están abiertas», ha sostenido el presidente turco. En este sentido, ha lanzado un mensaje a los países europeos: «También vais a compartir la carga».

El ministro del Interior turco, Suleiman Soylu, aseguró este domingo que más de 100.000 migrantes habían cruzado la frontera de Turquía desde la provincia de Edirne, en el norte, con destino a Grecia y Bulgaria.

Ambos países han reforzado sus medidas de seguridad ante la decisión de Ankara. En el caso de Grecia, el primer ministro, Kyiriakos Mitsotakis, anunció el domingo la suspensión durante un mes de la tramitación de peticiones de asilo como medida de «disuasión» ante la decisión de Turquía de abrir la frontera con la UE y permitir el paso de migrantes y refugiados.

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