Le piden prisión por apalear y llamar «maricones de mierda» a una pareja gay tras una boda

, | 13 noviembre, 2019

La fiscal de odio solicita un año y tres meses de cárcel para el acusado, que atacó a sus víctimas al negarse a «irse de putas» para terminar la celebración

TERESA DOMÍNGUEZ. LEVANTE – EMV.- Golpes, puñetazos, amenazas de muerte e insultos como «maricones de mierda» y «chupapollas» le pueden costar un año y tres meses de cárcel, así como el desembolso de casi 20.000 euros sumando multas e indemnizaciones, al hombre que, a finales de agosto de 2017, propinó una paliza y echó del coche a una pareja por revelar que eran homosexuales. La agresión, de la que informó en exclusiva Levante-EMV en aquel momento, se produjo cuando la pareja rechazó la idea de su atacante, quien pretendía «irse de putas» como colofón a la boda de la que todos ellos regresaban como invitados.

Los hechos, que recuerda ahora la fiscal coordinadora de delitos de odio de la Fiscalía Provincial de València, Susana Gisbert, en su escrito provisional de calificación previo a la celebración del juicio, ocurrieron hace poco más de un año, en la madrugada del 26 de agosto de 2017. Eran las 7.30 horas de la mañana. Las víctimas, que eran pareja y habían estado en la boda como amigos de la novia, subieron al coche con dos amigos del novio que se ofrecieron a acercarlos a València -el evento había sido en Riba-roja-, ya que carecían de vehículo.

Cuando circulaban por la pista de Ademuz, el copiloto, Rafael. A. R., anunció «que se iban de putas» los cuatro. La pareja, que iba en el asiento trasero, declinó el ofrecimiento tras explicar que eran pareja y, por tanto, homosexuales. El copiloto, explica la fiscal, «montó en cólera y propinó un puñetazo a una de las víctimas desde dentro del coche, al tiempo que exhortaba a gritos al conductor para que detuviera el vehículo, diciéndole ‘para el coche que me los cargo‘». El conductor obedeció y se detuvo junto a un centro comercial, salió del coche y «a empellones del coche, gritándoles, con ánimo de menoscabar su dignidad y menospreciarles por su orientación sexual, ‘maricones de mierda’ y ‘chupapollas’, y comenzando a propinarles golpes en la cabeza y por todo el cuerpo». Primero, el ahora acusado pegó a uno de ellos, y al segundo lo agredió después de que se viera obligado a salir por la misma puerta trasera, ya que, al parecer, el conductor había bloqueado el seguro de la suya. Así, al menos, lo denunciaron en su momento.

De hecho, ante la policía explicaron que el conductor «no había participado en la agresión», pero, agregaron «no hizo nada para defenderlos y siguió en todo momento las órdenes de Rafael».

El conductor, desencartado

Sin embargo, solo se sentará en el banquillo de los acusados Rafael, ya que la causa quedó archivada para el conductor por decisión de la Audiencia de València, ante la que habían recurrido ambos cuando estaba encartados por el juzgado de Instrucción, como bien recuerda la fiscal en su calificación.

A raíz de esa primera agresión, la pareja salió corriendo y los otros dos se fueron. Sin embargo, una de las víctimas se dio cuenta de que se había dejado el móvil en el asiento trasero del coche, así que llamaron desde el móvil de su novio a la amiga que acababa de casarse para poder recuperar el teléfono.

Apenas tres minutos después, el coche del agresor, conducido por el otro invitado, regresó al lugar y el ahora procesado, a voz en grito, sin siquiera bajarse del vehículo, les dijo: «¡Hijos de puta! ¿Por qué habéis llamado, maricones de mierda? ¡Os voy a matar!». Incluso descendió y volvió a propinar un puñetazo a uno de ellos, mientras el conductor le daba el móvil olvidado al otro.

El acusado se subió de nuevo al coche y se fueron, para regresar instantes después, lo que llevó a la pareja a salir corriendo, temiendo una nueva agresión. De hecho, rechazaron incluso el ofrecimiento del conductor de regresar más tarde a por ellos para llevarlos a València mientras les pedía perdón.

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