Los colectivos feministas suman «las voces que piden recular en derechos para las mujeres» a los «más de 1000 motivos» para una nueva huelga el próximo 8 de marzo
PILAR ÁLVAREZ / ISABEL VALDÉS. EL PAÍS.- Los colectivos feministas han convocado, de nuevo, una huelga solo para mujeres el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer y consideran que hay «más de 1.000 motivos» para ello. Las razones para el paro siguen intactas: las agresiones sexuales, el techo de cristal o la brecha salarial. Y a todo ello se suma el peligro de esas «nuevas voces que piden recular en los derechos de las mujeres», señalan las activistas de la Comisión 8 de Marzo de Madrid en referencia a Vox o a algunas manifestaciones de partidos como el PP. Su líder, Pablo Casado, este mismo jueves ha pedido volver a la ley de supuestos del aborto de 1985.
Estas son las claves de la movilización de 2019:
La convocatoria
La decisión de repetir la convocatoria de huelga se ha gestado tras distintas asambleas convocadas a lo largo del año. Se planteó en un encuentro de mujeres en Gijón el pasado octubre y se confirmó a finales de enero en Valencia, en otra reunión en la que los colectivos de mujeres decidieron extender las acciones más allá del día de la huelga con una “hoja de ruta” par todo el mes de marzo, como movilizaciones en redes; una convocatoria para el 14 de febrero, «enamoradas de la huelga feminista»; visitas a los mercados dos días después, un concierto el sábado 23 que han llamado el “eventazo” o una carrera el 3 de marzo para «correr sin miedo». Son algunas de las propuestas para calentar motores. La huelga vuelve a tener cuatro ejes: laboral, de cuidados, estudiantil y de consumo. Y, desde el movimiento feminista, se convoca solo a mujeres. Los hombres están invitados a la manifestación y a ayudar en las labores de cuidado: «Ese día que lleven a la niña al cole o al abuelo al hospital», dice Jiménez.
Qué se ha conseguido
“No ha habido cambios en lo real”, considera Sara Jiménez, de la Comisión 8 de Marzo de Madrid que este jueves ha presentado la movilización y un argumentario.Tras la movilización de 2018, asegura, las mujeres han entendido que “los malestares eran colectivos” y el feminismo se ha colocado “en el centro de la agenda” política y social, añade. Al día siguiente de la movilización del año pasado, representantes de colectivos de mujeres reclamaron algunas medidas «urgentes» para poner en marcha cuanto antes. En medio hubo un cambio de Gobierno y se nombró al Ejecutivo con más mujeres de la historia de España.
No todas las solicitudes urgentes que se reclamaron entonces se han puesto en marcha. Se aprobaron los 200 millones planeados para el Pacto de Estado contra la Violencia de Género (que han pasado a ser 220). Pero el Gobierno no ha ratificado el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que mejora la situación de las empleadas domésticas —un sector feminizado al 98%— ni se ha implantado la educación en igualdad que ya recogía la Ley de Igualdad de 2007, entre otras cuestiones solicitadas.
Qué demandan
En Madrid, los colectivos y mujeres que participan en la Comisión 8 de Marzo, han elaborado un argumentario en el que incluyen razones para la huelga con la que aspiran a “subvertir el orden del mundo y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal”. Aluden a las violencias que sufren las mujeres y reclaman, entre otras medidas, una educación afectivo sexual que excluya “los tópicos del amor tóxico-romántico”, que la seguridad de los espacios públicos se conciba desde una pespectiva de género “y no mediante el incremento de la presencia de la policía y el control”, que no se otorguen “custodias compartidas impuestas a los padres que son maltratadores”, “formación feminista” para jueces, policías y servicios sociales. El argumentario incluye 29 páginas con los motivos por los que consideran necesaria una nueva movilización y que aún no está disponible en Internet. Profundizan en la situación de las inmigrantes o la precariedad del mercado laboral.
La expansión internacional
Los colectivos feministas españoles se sumaron en 2017 al primer paro internacional de mujeres convocado desde Polonia o Argentina. En 2018 prepararon la primera huelga feminista de 24 horas de España (ha habido otras previas en Islandia o Suiza). Tras el éxito de la convocatoria, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, ha habido otros países que quieren convocar una movilización similar para este 2019, entre ellos, según datos de la Comisión, Italia, Alemania, Bélgica, Suiza o Portugal.
La perspectiva de las jóvenes
En 2016, cuando en Pamplona cinco hombres abusaron de una mujer de 18 años durante la primera noche de San Fermín, el movimiento feminista más joven tuvo una especial explosión. Desde entonces no ha parado de crecer, avivado desde las redes sociales y alimentado por el proceso de aquel abuso sexual, el caso de La Manada. El año pasado formaron parte muy visible y activa del caleidoscopio que dibujaron las manifestaciones del 8 de Marzo. “Este año se verá reflejado todo un proceso de lucha en contra de la dominación masculina, proceso en el que llevamos trabajando todo el año”, explican desde Universidad Feminista, un colectivo de universitarias y doctoradas de centros públicos. “Debemos potenciar lo que nos une, denunciar las violencias con las que convivimos diariamente y luchar como un bloque único y potente a la par que diverso y heterogéneo”. Munia Braña, presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, añade “el después”: “Hay que pensar mucho más en cómo hacer que todas las reivindicaciones de ese día tengan materialización, una estrategia posterior para llevarlas a cabo”.
La convocatoria de los sindicatos
En España, una huelga general solo puede ser convocada por los sindicatos. En 2018, la protesta de 24 horas de las mujeres contó con el respaldo de centrales como CNT, CGT y la Confederación Intersindical. Los dos sindicatos mayoritarios (CC OO y UGT) convocaron por su parte paros de dos horas por turno y recibieron duras críticas del movimiento feminista. Este año, los mayoritarios son más flexibles. Plantean de nuevo protestas de dos horas por turnos pero dejan a sus federaciones y territorios ampliar el horario. De momento, la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras se suma a las 24 horas de huelga en un sector ampliamente feminizado (con más del 62% de mujeres, según datos del sindicato). Elena Blasco, secretaria de Mujeres e Igualdad de CC OO, recuerda cómo el feminismo se coló en las calles, en la política y en el mundo sindical a través de tres generacionesel pasado año. Para este, apunta al lema que han elegido desde Comisiones: «8M siempre’, para recordar que el feminismo viene desde casa, que hay que terminar con la desvalorización social de los sectores feminizados, que debe haber protección social igualitaria… Y por supuesto acabar con las violencias”. Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, apunta a hacer palpables todos esos deseos: «Esperamos que el Gobierno pase de las palabras a los hechos, que se pongan en marcha modificaciones legales contra la brecha salarial, que se dote económicamente el Pacto de Estado contra la Violencia de Género de una vez y, vital, que los empresarios no miren hacia otro lado. Si la igualdad no está en el ámbito laboral, no existirá».
El papel de los hombres
Durante el último año, los hombres han comenzado a «despertar» de forma más visible ante los problemas de las mujeres. Según Octavio Salazar, jurista y feminista, en este sentido, los mensajes y reivindicaciones de 2018 siguen estando vigentes: sigue existiendo la misma problemática de fondo, el patriarcado, y todavía hace falta una suma mayor por parte de la mitad masculina de la población. El jurista, además, cree que ha habido en España un salto cualitativo sobre “cómo se ha instalado el neomachismo, incluso en las instituciones, y cómo estamos viviendo un momento en el que es necesario desarrollar estrategias políticas frente a eso”. Lanza una pregunta: «¿Qué le vamos a exigir como ciudadanos a nuestros partidos e instituciones, lugares en los que hoy se están cuestionando las conquistas legales como el aborto? Ese es un punto clave». El otro, concluye, es el posicionamiento del movimiento feminista con respecto a cuestiones permanentemente debatidas y ahora cruciales: «El uso de los cuerpos de las mujeres, su sexualidad, la capacidad reproductiva, la prostitución y las agresiones sexuales«.
