La politización negativa de la inmigración lleva a adoptar medidas hostiles

| 6 febrero, 2019

EFE. EL DIARIO.ES.- La hiperpolitización negativa del fenómeno migratorio en Europa junto al notable aumento de llegadas por mar de inmigrantes han hecho «saltar las alarmas» en España, donde han irrumpido sectores ultranacionalistas adversos a la inmigración como Vox y que ha generado medidas hostiles en la política migratoria.

Esa acusada politización negativa de la inmigración es uno de los rasgos más destacados que recoge el Anuario CIDOB de la Inmigración 2018, que ha sido presentado este miércoles en el CaixaForum de Madrid y que bajo el título «Inmigración y asilo, en el centro de la arena política», analiza las características y tendencias de las políticas migratorias en España.

Durante el acto, al que ha acudido la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, los autores del texto han advertido de que la «agitación política» que practican los partidos de extrema derecha y populistas -que han hecho del rechazo a la inmigración su «principal bandera»- están repercutiendo de forma directa en las políticas de inmigración y de asilo de los todos los gobiernos.

«La adopción de políticas restrictivas y hostiles hacia el fenómeno es hoy la regla», indica el texto, que critica la «creciente dureza» que revisten las políticas contra los inmigrantes en situación irregular y los demandantes de asilo.

Según ha subrayado a Efe uno de los directores científicos del informe, Joaquín Arango, en ese contexto de «endurecimiento», las medidas adoptadas en Estados Unidos, Italia y Dinamarca, entre otros, «rayan lo inhumano».

Y se está consolidando una tendencia a definir muy restrictivamente el asilo, a reducir la inmigración y la reunificación familiar y a limitar el acceso a beneficios sociales de los no nacionales, ha añadido.

Para Arango, la cuestión migratoria ha devenido en un «asunto polarizador, crispado y politizado al extremo» a nivel europeo, que ha sido el «espejo» en el que seguramente se ha mirado Vox.

«Hay mucho de mimetismo y de contagio procedente de Europa. En España puede decirse que los sectores ultranacionalistas adversos a la inmigración seguramente existían pero hasta hace muy poco no se han manifestado como una fuerza autónoma. Eso es lo lamentable y negativo que ha ocurrido en las elecciones andaluzas», ha destacado.

A su juicio, la irrupción de Vox «ha rasgado el velo de la xenofobia» que en España no se había manifestado «abiertamente» y amenaza con acabar con «la excepcionalidad española» en este terreno, ya que junto a Portugal e Irlanda, son los tres países europeos «inmunes al virus xenofóbico».

«Cabe temer que España se descuelgue de ese trinomio positivo y que se alineé con las tendencias que vienen primando en otros países», ha augurado Arango, que, no obstante, ha advertido que habrá que esperar a ver si «el inicio que ha sucedido en Andalucía» se extiende y con qué magnitud, fuerza y grado de persistencia.

Pese a esta acusada exposición social y mediática del fenómeno, el anuario subraya que, según confirman el CIS y el Euirobarómetro, en España no se ha experimentado un rechazo hacia la inmigración, sino que predominan actitudes favorables por parte de la ciudadanía.

Rumí ha valorado que los españoles sean los ciudadanos europeos más favorables a la inmigración, una circunstancia que debería hacer reflexionar «a quienes se ven tentados a fomentar discursos racistas y xenófobos construidos sobre premisas falsas».

«Culpabilizar a los inmigrantes de los males de la sociedad es política y moralmente indecente», ha criticado Rumí, que ha anunciado que el Gobierno «está trabajando en una estrategia» para evitar las llegadas irregulares de inmigrantes.

Ha rechazado además la denuncia de varias ONG de que el Ejecutivo ha ordenado paralizar las actuaciones de búsqueda activa de inmigrantes y limitar las acciones de rescate a las llamadas de auxilio: «Salvamento Marítimo seguirá haciendo el trabajo que viene realizando y para el que está encomendado», ha sostenido.

Respecto a las cifras de la inmigración en España en 2018, el informe subraya que según datos de ACNUR, el número total de llegadas a España el año pasado fue de 65.400 personas, de las cuales 58.600 lo hicieron por vía marítima y 6.800 por vía terrestre, lo que supone un incremento del 131 % con respecto a 2017.

En 2017 más de 532.000 personas entraron en España, de las que 454.000 eran de nacionalidad extranjera, lo que supone un 30 % más que en el año anterior, frente a los casi 300.000 extranjeros que salieron de nuestro país en 2017, lo que supuso un incremento del 18 % respecto al año anterior.

Una tendencia que parece mantenerse durante 2018 ya que en primer semestre del año las entradas fueron de 287.882.

Las solicitudes de asilo el año pasado ascendieron a 55.161, es decir, un 50,7 % más que en 2017, y su origen las encabezan las de venezolanos (14.736), colombianos (6.215), sirios (2.187), hondureños (1.818) y salvadoreños (1.730).

En este sentido, los autores han destacado que el volumen de resoluciones desfavorables de asilo alcanzó el 81,45 % del total y que el caso de Venezuela es «especialmente llamativo», ya que siendo el primer país de origen de las solicitudes de 2016 a 2018, sólo 15 personas consiguieron el estatuto de refugiado en 2017.

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