La negación del Holocausto golpea al partido de Le Pen para la segunda vuelta

, | 29 abril, 2017

La ultraderechista expulsó al presidente interino del Frente Nacional, por poner en duda el exterminio cometido por los nazis

LA CAPITAL.- La Segunda Guerra Mundial se coló ayer en el duelo presidencial en Francia, cuando el partido de Marine Le Pen tuvo que expulsar a su presidente interino, acusado de declaraciones negacionistas del Holocausto, mientras que Emmanuel Macron viajaba a un pueblo mártir marcado por una masacre nazi. Al mismo tiempo, Le Pen no cejó en su ofensiva para ampliar su base electoral. En un video dirigido a los partidarios de la izquierda radical, la candidata de extrema derecha pidió su apoyo «para cerrarle el paso» a su rival centrista. «Me dirijo a esos electores de la Francia insumisa para decirles que ahora hay que cerrarle el paso a Emmanuel Macron», señaló la política, segunda según todos los sondeos de cara a la segunda vuelta del 7 de mayo.

El líder de Francia insumisa, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que obtuvo un resultado histórico, por delante del candidato socialista francés, en la primera vuelta, replicó en otro video. «Todo el mundo sabe» que no votaré «Frente Nacional», dijo Melenchon. Pero se negó a dar una consigna de voto para sus partidarios. «Mi papel es ayudar a permanecer unidos», indicó.

Dimisión y sustitución

Jean-François Jalkh, que fue nombrado el lunes presidente interino del FN después de que Marine Le Pen decidiera apartarse temporalmente de la presidencia del partido para la última fase de la campaña electoral, fue remplazado por el diputado europeo Steeve Briois. «Es Briois quien toma el relevo. Punto y seguido, el asunto está cerrado», declaró ayer el vicepresidente del partido, Louis Aliot, después de los revuelos suscitados por el nombramiento de Jalkh.

En unas declaraciones publicadas en 2005 en una revista universitaria, el militante de 59 años evocó la «seriedad y el rigor» del argumento de los trabajos del universitario negacionista Robert Faurisson, a menudo condenado por haber negado la realidad del Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial. «Condenamos este tipo de declaraciones y él las niega», dijo Aliot.

Desde que tomara las riendas del FN, Le Pen se ha esforzado por pulir la imagen incendiaria de la formación, durante mucho tiempo alimentada por las palabras antisemitas y revisionistas de su padre, Jean-Marie Le Pen.

Las tesis históricas ya surgieron durante la campaña, cuando Marine Le Pen afirmó a principios de abril que Francia «no era responsable» de la redada del Vel dHiv (redada del velódromo de invierno), que llevó a la deportación de judíos bajo las órdenes del poder francés en julio de 1942. Una página entera, publicada ayer por la asociación de Hijos e Hijas de los Deportados Judíos de Francia en el diario Libération, recuerda el pasado para preocuparse del futuro y titula «¿El FN en 2017? No, jamás. Contra Le Pen, vota Macron».

Por su parte, el centrista Emmanuel Macron visitó ayer Oradour-sur-Glane, pequeña localidad del centro de Francia donde una unidad de la Waffen SS masacró a 642 habitantes el 10 de junio de 1944. «Decidir no acordarse es tomar el riesgo de repetir la historia», declaró Macron. En Oradour-sur-Glane «vi una página de las páginas más negras de la historia de Francia», pero también «el renacimiento de Francia», añadió. En tanto, el entrenador del Real Madrid e ícono del fútbol francés, Zinedine Zidane, también invitó a votar contra el FN. «Estoy lejos de todas esas ideas, de ese Frente Nacional. Así que (hay que) evitar al máximo eso. Los extremos nunca han sido buenos», declaró.

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, en un viaje que realizó al oeste del país, pidió «ahuyentar los malos vientos del nacionalismo» y del «repliegue». El jefe de Estado galo pidió votar por Emmanuel Macron, que recibió igualmente el apoyo del ex presidente de derecha Nicolas Sarkozy.

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