La mayoría de agresiones LGTBIfóbicas atendidas durante el estado de alarma provienen del ámbito familiar o vecinal

, | 17 mayo, 2020

Las mujeres trans que no tienen en su documentación su identidad de género se quedan fuera del Plan de Contingencia Contra la Violencia de Género ante la Crisis del COVID-19 del Ministerio de Igualdad

CANARIAS AHORA.- GAMÁ, Colectivo LGTB de Canarias, ha atendido múltiples denuncias por delitos de LGTBIfobia durante estas once semanas de confinamiento. “La mayoría de atenciones han sido por agresiones verbales en el entorno familiar y vecinal. La mayor parte de los conflictos ya existían pero ahora se han agravado”, introduce Itahisa Amor Calderón, abogada del Colectivo GAMÁ.

Este domingo 17 de mayo, Día Internacional Contra la LGTBIfobia, el colectivo ha publicado un vídeo-tutorial en su canal de Youtube y Facebook para abordar la realidad de los delitos de odio y saber qué hacer en cada momento si se sufre una agresión LGTBIfóbica. La realidad es que muchas personas LGTBI “soportan” discriminaciones que son perfectamente denunciables, bien por desconocimiento, por falta de asesoramiento, o simplemente porque no las saben identificar ya que las han normalizado.

Tras lo ocurrido en la costa de Valencia hace unas semanas, cuando una mujer trans fue humillada en vídeo por agentes de la policía, el Observatorio Contra la LGTBIfobia de Valencia interpuso una denuncia por delitos de odio.

¿Qué son los delitos de odio?

Son delitos que “están íntimamente relacionados con la dignidad humana. Se llama delito de odio a cualquier delito tipificado en el Código Penal que se cometa motivado por la orientación, identidad o expresión de género de la víctima. Es decir, las víctimas son seleccionadas intencionadamente para causarle un daño a causa de su pertenencia al colectivo LGTBI. Por lo que a la pena prevista para el delito cometido se le pondrá una agravante”, describe la abogada de Gamá.

Itahisa Amor Calderón explica que, dentro del delito de odio, el Discurso de Odio son todas esas formas de expresión que públicamente propagan, incitan, promueven, divulgan o justifican el odio, la discriminación o la violencia hacia las personas del colectivo LGTBI. “El discurso de odio busca promover en la sociedad el desprecio al colectivo LGTBI”, aclara la jurista de Gamá.

Cuando estas manifestaciones de odio públicas se hacen por medio de las nuevas tecnologías de la comunicación, como pueden ser la Redes Sociales, se habla de ciberodio. Esto supone un agravamiento de la pena: “Tiene un efecto multiplicador, al llegar ese odio de forma masiva a más personas, se incrementa la hostilidad, la discriminación y la violencia ”.

¿Qué hacer ante una agresión?

La forma de actuar dependerá del caso en concreto, pero si se tratara de una agresión física o verbal que se ha sufrido en un lugar público es importante recopilar los datos de las personas que presencien los hechos para que puedan declarar lo sucedido ante una posible denuncia.

“Hay que recordar que las demás personas también deben implicarse en denunciar este tipo de agresiones y ser nosotras mismas las que apoyemos y nos ofrezcamos como testigos si hemos presenciado una agresión, ya sea física o verbal”, infiere la abogada. Si la persona sufre una lesión, ya sea física o emocional, debe acudir al centro de salud o al hospital, y explicar que se trata de una agresión por LGTBIfobia para que figure en el informe médico.

“Y cuando la persona se encuentre con fuerzas para ello debería interponer una denuncia. Se puede hacer tanto en las comisarías como en el juzgado de guardia o directamente ante el Fiscal de Delitos de Odio del Juzgado de Las Palmas de Gran Canaria”, enumera.

“Soy consciente de que denunciar no es fácil”, admite, por ello recuerda que desde GAMÁ tanto ella como el resto de profesionales ofrecen asesoramiento y acompañamiento en todo este proceso.

Itahisa destaca el último informe del año 2018 del Ministerio del Interior sobre Delitos de Odio, en el que se contabilizan tan solo cuatro casos relacionados con la orientación o identidad sexual, en la provincia de Las Palmas. “Este tipo de delitos están totalmente invisibilizados y los datos no se ajustan a la realidad: En GAMÁ tenemos conocimiento de actos discriminatorios y de LGTBIfobia continuamente. Posiblemente unos cuatro casos al mes, no al año”, asegura la abogada, que asesora de forma individualizada este tipo de casos a las personas LGTBI a través de GAMÁ.

Las mujeres trans que no dispongan de una documentación oficial que acredite su identidad de género, se quedan fuera de las medidas del Plan de Contingencia Contra la Violencia de Género, y de medidas adicionales dirigidas a víctimas de trata, explotación sexual y a mujeres en contextos de prostitución, ante la crisis de la COVID-19, que ha sacado recientemente el Ministerio de Igualdad. Es por ello que Amor Calderón recuerda que, aunque ha habido muchísimos avances a nivel legal para las personas LGTBI en los últimos 15 años, todavía se hace muy necesaria la Ley de Igualdad LGTBI a nivel estatal. “Se ha evidenciado muy claramente la necesidad de sacarla del cajón”.

La vicepresidenta de Gamá, Marcos Ventura, comenta que durante la crisis del COVID-19 se ha puesto de manifiesto todo lo que aún queda por trabajar. “Aunque estemos confinados en casa la vida sigue y hay gente que sigue sufriendo LGTBIfobia en sus casas, con sus propios seres queridos, en su vecindario, en sus entornos de trabajos virtuales… La lucha contra la LGTBIfobia no parará hasta la victoria”, zanjó la vicepresidenta.

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