La Fiscalía portuguesa investiga a un reportero de la cadena lusa TVI por discriminación e incitación al odio

, , | 11 enero, 2019

El mismo periodista ha sido censurado por llevar a un líder ultraderechista a un programa matinal de la cadena TVI la semana pasada

AITOR HERNÁNDEZ – MORALES. EL MUNDO.- La Fiscalía lusa ha revelado que está investigando a Bruno Caetano, reportero de la cadena de televisión lusa TVI, por la posible comisión de crímenes de discriminación y de incitación al odio.

La investigación se centra en comentarios que el reportero hizo a finales de 2017 mientras presentaba el segmento Crónica Criminal en el popular programa matinal ¡Usted en la TV! Mientras realizaba un directo desde Coimbra, donde se había desplazado para informar sobre una agresión perpetrada por dos jóvenes, Caetano afirmó que los sospechosos pertenecían a la etnia gitana -factor irrelevante en términos informativos- y cuestionó si ellos se encontraban por encima de las leyes democráticas del país vecino. El mismo día utilizó su cuenta de Facebook para publicar un post en el que se quejó de la violencia «claramente» provocada por personas de ese grupo étnico.

Ambos incidentes fueron referidos a la Comisión para la Igualdad y Contra la Discriminación Racial, entidad que investigó el caso en su momento, pero aparentemente fue la Entidad Reguladora para la Comunicación Social (ERCS) que encaminó el caso al Ministerio Público al considerar que el comportamiento del colaborador podría constituir un crimen.

Polémica entrevista a un líder ultraderechista

La revelación de la investigación del reportero surge menos de una semana después que tomara la polémica decisión de invitar al líder ultraderechista Mário Machado a comparecer en el mismo programa matinal. El pasado día 3 de enero Marchado, un ex dirigente del Frente Nacional luso que pasó diez años en prisión por una variedad de crímenes de odio -entre ellos extorsión y secuestro-perpetrados en contra de minorías, fue invitado a participar en un debate sobre si Portugal necesitaba otro régimen autoritario de tinte fascista como el del dictador António de Oliveira Salazar.

Durante el segmento Caetano y los presentadores del programa se mostraron sorprendentemente amigables con Machado, figura vinculada con el brutal asesinato de Alcino Monteiro, un joven portugués de origen caboverdiano que fue golpeado hasta la muerte por un grupo de skins en 1995. El líder ultra aprovechó su comparecencia para blanquear la historia de Salazar -cuyo régimen de 48 años fue caracterizado por violenta represión y el asesinato de opositores políticos como el general Humberto Delgado-, y los telespectadores quedaron atónitos al final del tramo, cuando Caetano coincidió con él, afirmando que «reflejando sobre la vida de Salazar, creo que nos hace falta, especialmente para volver a recuperar el respeto hacia la autoridad».

La comparecencia del líder extremista en el matinal provocó enorme indignación pública y la presentación de una queja formal por parte del Sindicato de Periodistas lusos, que emitió un comunicado titulado No en Nuestro Nombre en el que denunció a TVI por conceder tiempo a un criminal ultraderechista. Innumerables editoriales y representantes de todos los grupos políticos portugueses censuraron a la cadena de televisión por estar dispuesta a hacer cualquier cosa en la guerra de audiencias, y el ministro de Defensa luso, João Gomes Cravinho, comparó a la dirección de TVI con «los pirómanos que provocan incendios por el mero placer de ver las llamaradas».

TVI se ha defendido de las críticas afirmando que «el debate entre distintas opiniones son parte de una sociedad democrática, plural y tolerante», pero ha terminado por suspender el habitual segmento presentado por Caetano «por falta de confianza».

La ERCS recibió numerosas quejas formales por la emisión del debate, pero todas han sido archivadas ya que la entidad reguladora ha concluido que la cadena de televisión no ha violado ninguna normativa al dar tiempo un líder ultraderechista con un pasado criminal. «Cumplida la pena, se extinguen todas sus consecuencias», lee un comunicado de la entidad reguladora, que aclara que «ninguna pena implica la pérdida de derechos civiles, profesionales o políticos». «Lo afirmado por el entrevistado es su opinión, y a prima facie no hay indicación que se haya tratado de un incitamiento ilícito al odio o a la violencia».

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