La fiscal solicitará al juzgado la documentación aportada por la Policía Local, donde las víctimas relatan los insultos y amenazas, tras detener al agresor
TERESA DOMÍNGUEZ. LA VERDAD.-. La Fiscalía especializada en delito de odio investigará el ataque racista, xenófobo y de género sufrido en la madrugada del pasado día 15 por dos mujeres bolivianas cuando esperaban el autobús en una parada de la plaza del Ayuntamiento de València. Tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, las dos mujeres, que no se conocían entre sí, fueron insultadas y amenazadas por un hombre de 60 años y con antecedentes por violencia de género que, sin mediar palabra, empezó a increparlas al grito de «extranjera de mierda, vete a tu puto país».
La nueva fiscal delegada de delitos de odio, Susana Gisbert, nombrada coordinadora de esa especialidad hace apenas dos semanas, solicitará al juzgado sobre el que ha recaído la causa información para analizar lo sucedido que, a priori, entra de lleno en los supuestos que contemplan los artículos del Código Penal que desde 2015 penan de manera específica los delitos en los que la motivación es el menosprecio, la humillación o la denigración públicas de la víctima por razones de religión, ideología, situación familiar, pertenencia a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad.
Las mujeres, según las fuentes a las que ha tenido acceso este diario, no quisieron presentar denuncia, pero ambas serán llamadas a declarar al juzgado para seguir con la causa, ya que los delitos de odio, entendidos como tales, son perseguibles de oficio. En todo caso, la Policía Local de València, que fue la que detuvo al agresor, aportó a la causa la declaración firmada de un chico de 19 años y origen colombiano, que fue el único de los testigos presentes durante el ataque xenófobo que se dirigió espontáneamente a los agentes y se brindó como testigo.
El relato del chico coincide plenamente con las actas aportadas en las diligencias que recogen las declaraciones de las dos mujeres, una de ellas de 32 años y la otra de 45. El detenido, Julio G. F., de 60 años, español y con más de una docena de antecedentes policiales y penales, empezó a insultar y a amenazar en primer lugar a la más joven, a quien incluso amenazó con pegar al grito de «yo soy nazi», algo que fue escuchado por todos los testigos.
